Por el fin de la invisibilización de las agresiones machistas en los movimientos sociales
No hay nada más parecido a un machista de derechas que un machista de izquierdas.
Mientras la división del público y privado no se resuelve -y su resolución implicaría una revolución que lo transformaría todo-, y la izquierda no asume la lucha diaria, difícil e imprescindible de integrar el feminismo como un prisma para enfocar cualquier militancia o activismo, seguimos a reproducir el patriarcado. Y no nos vale la espera, no vamos a mantener el silencio para no perjudicar su revolución, mientras se perpetúan sus privilegios de la división sexual de dominación.