El Valle de Punilla: todo un valle de luchas y resistencias
¡Se nos acumularon las noticias! Ya llegamos a Mendoza pero hoy les vamos a contar lo que pasó el fin de semana en Villa Giardino que vino movidito, movidito…
El viernes nos tomamos la mañana libre para descansar, y tan en serio nos lo tomamos que nos levantamos sobre la una del mediodía. Fue un lindo despertar, desayuno (a la una de la tarde) al sol con Mika, Romi y Maria. Comimos tarde y arrancamos para la radio La Minga de Villa Giardino. Dos apuntes respecto a lo comentado hasta ahora: el primero, María, Mika y Romi son todas vecinas en el barrio de Villaparque, donde hay grandes patios y casas bajas. El segundo apunte es que Minga significa una quedada comunitaria-colectiva para construir espacios, los espacios pueden ser desde casas personales hasta espacios comunitarios de uso común.

Un despertar en casas separadas nos hace sentir raras y con ganas de un pronto "arrejunte". ¡Y así lo hicimos! Desayunamos juntas en casa de Mika con ella y Romi. Estuvimos las cuatro al sol tomando mate y comiendo pan con miel para arrancar hacia las 11 para la Radio Panamericana de Huerta Grande. La Radio Panamericana forma parte de una cooperativa con productos alimentarios del lugar. Una vez allí conocimos a el compañero Lea Ross, con él hablamos para las ondas explicando que es eso de Baladre sus gentes y compas, también, y como no, la situación política actual en el Estado español y la dramática situación de la migración. Mientras tanto, el resfriado de Marilina no iba mejorando, pero las ganas de pasar tiempo con las compas no la dejaba quedarse en la cama.
Entre lametazos gatunos y algunos ladridos nos despertamos pronto en la mañana fría en La Huerta, un pueblito pegado a Villa Giardino, el catarro de Marilina amenaza con llevarla al colapso.
El lunes por la mañana nos despertamos pronto para hacer trabajo interno: había que arreglar las maletas, los libros y gestionar los viajes de los destinos siguientes. Pasamos la mañana en casa de Lichi, Nadia y Lucas, organizado cuestiones de gestión de viaje y realizando algunas tareas de autocuidado, nos cocinamos una comidita rica y nutritiva y descansamos un poco.
Con las sábanas aún pegadas salimos por la mañana hacia la Facultad de Economía de la UNC para llegar a las XII Jornadas de Economía Crítica y las I Jornadas de Economía Feminista. Este es el primer año que se configuran las jornadas en el formato de dos días (viernes y sábado) y que se realizan las jornadas de economía feminista, así que andábamos de estreno. Y hoy podemos decir que fue un éxito.
Después de un largo viaje nocturno en colectivo llegamos directas desde la enloquecida Buenos Aires a una más tranquila Córdoba. El ambiente ansioso de los porteños cambia completamente en la ciudad cordobesa que nos recibe con frío pero con un sol reconfortante.
Días intensos donde los haya. En Argentina las noticias de la mañana siguen cayendo como un cubo de agua fría respecto al precio del dólar. Además, en Buenos Aires, lejos de acercarse el calor primaveral, rondamos los 3 grados y el frío se hace presente congelando también algunas sonrisas.
Comienza un nuevo día con nuestros cuerpos y mentes descansadas tras el sueño reparador y en la acogedora casa de Fabio y Claudia un aroma a café nos llama a la mesa para arrancar el día.
Como hace ya muchos años, tantos que la memoria comienza a fallarnos, baladrinas cruzan el charco. Desde este fin de semana ya están allí, Bibi que repite y Marilina que sin ser su primer viaje a Argentina, si lo es como baladrina. Y desde Buenos Aires, después de pelear con ese que tiene nombre de actor de serie B, Jet Lag, nos envían la primera de las muchas crónicas del viaje de este año. Informar que en unos días también dos baladrinas estarán enredando en Alemania. No se pierdan ninguna crónica, no se lo perdonarían.