Tres personas -en paños menores- han sido «crucificados» ante el Ayuntamiento de Barakaldo en denuncia de los recortes aplicados por el equipo de gobierno municipal a los presupuestos que se aprobarán este jueves para el año 2021; y en exigencia que los 11 millones de euros de remanente del pasado año se destinen a paliar las consecuencias sociales y económicas de la crisis de la Covid en Barakaldo.
Un «vía crucis» ante el edificio consistorial de Barakaldo denuncia la aprobación de unos presupuestos plagados de recortes
El presupuesto general ha sido recortado en un 3’8% afectando a cultura, educación y euskera, empleo y asuntos sociales, así como a los centros de día para personas mayores. El Gobierno vasco recorta en un 6% la asignación a las ayudas de emergencia y el gobierno local introduce nuevos recortes en su acceso cuando la crisis provocada por la pandemia del covid-19 ha conllevado un aumento del 30% en el número de familias solicitantes respecto al 2020, siendo 3.100 familias.
Recortes que también se aplican a unos servicios sociales saturados: a día de hoy se concede cita para la última semana de septiembre. Además, de no atenderse las situaciones más graves y urgentes. Los salarios del equipo de gobierno se incrementan en un 3%. Los presupuestos aumentan a 2,3 millones de euros las retribuciones de políticos, cargos de confianza y asesores. El remanente de 11 millones de euros del pasado año -que no aparece en el presupuesto- no se destina a paliar las consecuencias sociales y económicas de la crisis de la Covid
Coincidiendo con el día en que se aprueban los presupuestos elaborados por el equipo de gobierno local, integrantes de la asociación contra la exclusión Berri-Otxoak han desarrollado un “Vía Crucis” en denuncia de los recortes contemplados en los presupuestos elaborados para este año 2021.
La aprobación de estos presupuestos en la tarde de hoy jueves, cercano a la Semana Santa, condena a las familias más desfavorecidas del municipio a “la penitencia de los recortes sociales”, y que han escenificado tres personas crucificadas en paños menores ante el Ayuntamiento de Barakaldo.
Rompiendo con el ejemplo dado por ayuntamientos como Bilbao, Sestao o Getxo, los cuales han incrementado su presupuesto general, el equipo de gobierno de Barakaldo recorta en un 3’8% su presupuesto general, lo cual afecta a áreas como cultura, educación y euskera, empleo y asuntos sociales, además de a los centros de día para personas mayores.
Berri-Otxoak ha declarado que «aplicar recortes a unos servicios sociales saturados, endurecer los requisitos de acceso a las ayudas de emergencia o recortar de forma sistemática en un 20% la asignación económica a percibir por las familias más necesitadas es un completo sinsentido, más si cabe teniendo en cuenta las consecuencias económicas y sociales que está conllevando la pandemia del covid-19.»
Critican que “la penitencia de los recortes sociales” se extienda a que a día de hoy se concedan citas en los servicios municipales para finales de septiembre o no se atiendan de forma inmediata los casos más urgentes motivados por la falta de recursos para llegar a fin de mes, producto de la actual situación de pandemia.
Desde la entidad en defensa de los derechos sociales han denunciado que «se están concediendo en este mes de marzo las solicitudes de ayudas de emergencia presentadas a finales del mes de septiembre del pasado año» y que «se tardan 8 meses en reconocer las situaciones de dependencia de las personas mayores de la localidad.»
Además, hay que tener en cuenta que el Gobierno vasco ha recortado en un 6% la asignación a las ayudas de emergencia que recibe anualmente la localidad y el equipo de gobierno ha introducido nuevos recortes en su acceso cuando la crisis provocada por la pandemia del covid-19 ha conllevado un aumento del 30% en el número de familias solicitantes respecto al 2020, llegando hasta las 3.100.
Las personas activistas de Berri-Otxoak han exigido al equipo de gobierno que «no se lave las manos» ante las situaciones de emergencia social que sufre buena parte de las familias barakaldesas, además, de exigir que se revierta un nuevo recorte introducido este año sin ni siquiera estar elaborado el decreto que regula las ayudas de emergencia en el municipio: ahora las familias deben escoger entre poder solicitar una ayuda para hacer frente a los gastos de alquileres o hipotecas o hacer frente a los suministros básicos (luz, agua, gas), mantenimiento y reparaciones en la vivienda habitual.
Producto de los recortes introducidos por el equipo de gobierno el “Vía Crucis” de las familias llega al extremo de que deberán escoger entre poder acceder a ayuda para garantizar el acceso a una vivienda (ayuda para los gastos de alquiler o hipoteca) o poder cubrir la atención sanitaria no cubierta por Osakidetza. Deberán escoger entre salud o vivienda. Indignante. Estas son las consecuencias de los presupuestos que se aprueban en el día de hoy.
Estos recortes son más graves si tenemos en cuenta que a pesar de las situaciones de gran precariedad vividas actualmente en Barakaldo, el equipo de gobierno ha optado por incrementar sus sueldos en un 3%; sólo en concejales (asesores, cargos de confianza y dietas aparte) pasa de 1,10 millones de euros (más Seguridad Social) a 1,13 millones de euros. Los presupuestos aumentan a 2,3 millones de euros las retribuciones de políticos, cargos de confianza y asesores.
La asociación ha añadido que visto este derroche «el equipo de gobierno ya no tiene ninguna excusa para comprometerse con las familias económicamente más vulnerables del municipio.»
Barakaldo, 25 de marzo de 2021