Nuestro primer día completo en Dio Cuarto lo iniciamos con una visita a un proyecto especial que se llama La Granja.
En esta ciudad acosada por los agrotoxicos nuestro imaginario sobre “La Granja” nos llevó a un espacio de cultivos ecológicos y exclusivamente rural. Parte de nuestro pensamiento se ve satisfecho, lugar es rural pero tiene algo mas, o mucho mas.
Hoy es día de despedida en San Luis. Preparamos maletas y mochilas. Revisamos dos, tres...diez veces para no dejarnos nada:
-Los libros mejor en esta maleta
-¿No llevara mucho peso? Mejor equilibrar… Oye ¿has visto mi riñonera?
- Coge el mechero! ¿Llevas el pasaporte?
Ya esta todo dispuesto cuando llega Walter a despedirse y luego Olga que nos lleva a la estación. No todo cabe en las maletas y en San Luis nos dejamos el cariño de las personas con las que hemos compartido estos días.
Apenas si nos da tiempo para preparar cuatro libros cunando el Tato Universidad Trashumante ya nos espera en la puerta, y es que, durante esta tarde nos dejaremos llevar por la mano su mano. Su tez morena contrasta con la mata de pelo plateada. Nos saluda con su voz profunda, habla y pregunta por compañeras comunes durante todo el recorrido. Salta de un tema a otro y nos mira escrutador por el espejo retrovisor esperando las respuestas.
Tenemos a cada taza de café caliente y poco mas para desayunar cuando vienen a visitarnos las chicas de La Chispa, que nos traen unas pastas!!! Un poco de vergüenza mal aprendida hace que no saltemos a las pastas como leonas hambrientas ja ja ja.
Preparamos agua para el mate y prestamos nuestros oídos a sus ideas.