La terminal de Cordoba, con su ajetreo, nos arranca de un adormecido viaje. Nadya y Lichi nos reciben sonrientes. Unos abrazos cariñosos y cortos al mismo tiempo. Hay que meter todo en el coche para ir a su casa y poder estar mas tranquilamente.
Van pasando los pocos días de estancia en Río Cuarto y hoy es el última estancia por estos lugares. La esperada visita a Rául Verobero no puede demorarse. Con las indicaciones de Julia tomamos el bus hacia la Facultad de Económicas de la Universidad, Raul nos espera en la parada de bus con la sonrisa puesta y recuerdos para las compañeras del otro lado del charco.
Hoy vamos a conocer Ojo de Barro un espacio cultural abierto que a su vez actua como lugar para Respeto que es un pequeño grupo municipalista.
Las vecinas de Río Cuarto se están movilizando con el tema de la vivienda, ya que laq ciudad sufre un déficit habitacional. El mercado inmobiliario también hace su negocio con la soja.
El número de esta crónica baila entre la casualidad y la causalidad, que coincida el número con la mala suerte que planea por estas tierras no ha sido buscado. Aunque no es tanta la suerte como el mercantilismo lo que llevó hace años a crear “Sinagrotoxicos”.