Ayer, 27 de marzo, por la mañana se ha desarrollado el “Vía crucis de los recortes sociales”. En concreto, esta procesión ha partido de Sabin Etxea para dirigirse al Lanbide de la calle Mazarredo.
Hay que tener en cuenta que este martes 27 de marzo el Consejo de Ministros de Rajoy ha aprobado los presupuestos de cara a este año 2018. Un par de meses antes el Gobierno Vasco también sacó sus cuentas adelante.
En esta línea, cabe destacar que ambas instituciones -y partidos que se apoyan mutuamente para sacar los presupuestos adelante- legislan innumerables recortes en las partidas destinadas al gasto social: sanidad, dependencia, vivienda, igualdad, prestaciones sociales o educación.
#NOalosRECORTES
Un ejemplo de estas políticas de ajustes es la aprobación en los últimos 6 años, vía presupuestos del Gobierno Vasco, del recorte en la cuantía de la RGI. Unido a los innumerables recortes recogidos en su propuesta de reforma de esta prestación social.
Lo mismo se puede decir, a nivel Estatal, sobre las pensiones, las políticas de igualdad y dependencia o los subsidios por desempleo.
Frente a esta realidad de recortes, sin embargo, nos encontramos como se amplían los recursos económicos destinados al gasto militar y las grandes infraestructuras.
Comunicado
Este martes 27 de marzo el Consejo de Ministros aprueba los presupuestos de cara a este año 2018. Un par de meses antes el Gobierno Vasco también sacó sus cuentas adelante. Ambas instituciones legislan innumerables recortes en las partidas destinadas al gasto social (sanidad, vivienda, igualdad, prestaciones o educación).
Un ejemplo, es el recorte que se lleva aplicando desde hace 6 años en la cuantía de la RGI su la próxima reforma donde el Gobierno Vasco quiere establecer innumerables recortes. Lo mismo se puede decir, a nivel Estatal, sobre las pensiones, las políticas de igualdad y dependencia o los subsidios por desempleo.
Frente a esta realidad de recortes, sin embargo, nos encontramos como se amplían los recursos económicos destinados al gasto militar y las grandes infraestructuras. Así,
El presupuesto del Ministerio de Defensa en 2017 fue de 7.558 millones. A lo que debemos añadir el total de la deuda contraída con el negocio armamentístico: el cual alcanza los 21.000 millones de euros.
Además, se siguen dando pasos para que el gasto militar se incremente hasta llegar al 2% del PIB en una década, como exige la OTAN a sus Estados miembros. Así, en la pasada pascua militar la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, anunció un “Nuevo Ciclo Inversor en Materia de Defensa”. Es decir, el impulso de programas de armamento por valor de 11.000 millones (10.805 millones de euros).
Por otro lado, el Gobierno Vasco subvenciona la industria militar, principalmente ligada al sector aeronáutico; y permite la exportación de material militar a través del Puerto de Bilbao. En concreto, 8.656 toneladas en 312 contenedores marcados con el sello de “explosivos” han salido en los últimos meses con destino a Arabia Saudí, responsable de los bombardeos que están provocando decenas de miles de muertos civiles en Yemen.
El coste de las obras del TAV superará los 6.000 millones de euros sólo para la Y Vasca. Tras 11 años de obras, y ni la mitad de la obra ejecutada, el Gobierno Vasco y Fomento han gastado ya 3.000 millones.
El Gobierno Vasco destina este 2018 156,2 millones para las obras del TAV. A sumar los 255,6 millones de euros consignados por el Consejo de Ministros para la licitación del segundo sector Bergara-Elorrio.
Por si esto no fuera poco. Los sobrecostes que acumula el proyecto sólo en el tramo gestionado por el Ejecutivo vasco son de 263 millones. Hay que tener en cuenta que el proyecto iniciado en 2006 se presupuestó en 4.178 millones y se estima que superará los 6.000 millones; es decir, más de 2.000 millones de euros en sobrecostes.
No es una inversión para tiempos mejores: diversos informes de la CEOE concluyen que la inversión en el TAV no ayuda a la generación de tejido industrial, ya que no es idóneo para el transporte de mercancías.
Está claro que el despilfarro de recursos destinados al TAV y el gasto militar no compensan necesidad alguna de la sociedad. Pero suponen un derroche cuando necesitamos más pensiones dignas; escuelas; hospitales; políticas de igualdad y recursos contra la violencia machista; más prestaciones para las familias que sufren los actuales procesos de precariedad y pobreza; o incremento de las ayudas a la dependencia.
AHT Gelditu, Berri-Otxoak y Kakitzat (Koordinakunde antimilitarista)
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