Como el derecho a la vivienda, a la salud, a la cultura, a la alimentación, al agua, a la educación , el derecho a la luz es un derecho esencial.
Sin electricidad la vida es imposible: ni luz, ni frigorífico, ni televisión, ni información, ni agua caliente en muchos casos para lavarse,a menudo ni calefacción.
Sin luz, la vida cotidiana se convierte en un calvario. Sin embargo Hidroeléctrica y otras empresas eléctricas se otorgan el derecho de privar a las personas de este derecho fundamental.
En caso de deudas o retrasos en el pago , nos cortan el suministro.
Estos cortes, decididos unilateralmente, es un acto destinado a atemorizar a la persona y a culpabilizarla por no poder hacer frente a estos pagos, rompiendo brutalmente el funcionamiento de su vida cotidiana.
La victima no tiene otro remedio que sacrificarlo todo y ceder al chantaje y al pago.
Las eléctricas valiéndose de su fuerza, impiden a las personas poder hacer frente a otros de sus gastos, alquiler, alimentación, ropa, salud.
Esto acelera la exclusión y la precariedad de las personas, mientras por otro lado fomentan su “rostro” solidario con campañas caritativas y de responsabilidad social coorporativa que son un montaje y que solo buscan seguir haciendo negocio con nuestras necesidades.
Solo con los reenganches que hay que hacer cada vez que se corta las empresas eléctricas financian sus “obras sociales”.
Mientras los beneficios que hacen las eléctricas con nuestras necesidades más básicas no paran de subir, en el año 2014 ha sido un 20% mas que en el año 2013. Mas de 7.125 millones de beneficios. De los que HC-EDP ha ganado 110 millones o Endesa- Gas natural 1.462 millones
CANSADAS DE LAS POLÍTICAS DE MISERIA.
DE LA CARIDAD COMO UNICA RESPUESTA.
NUESTRA DIGNIDAD NO SE NEGOCIA
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