Presentación comparencencia parlamentaria situación mujeres Ezkerraldea

fotoLa pobreza tiene rostro de mujer… Todos los DERECHOS para TODAS!!!
 
En la mañana del lunes 9 de mayo el Centro Asesor de la Mujer, Argitan, ha realizado una rueda de prensa para anunciar su comparecencia este martes (10 de mayo) en la ponencia del Parlamento Vasco convocada para analizar la situación socioeconómica de la Margen Izquierda y Zona Minera.

Aportarán en esta comisión parlamentaria la situación de paro, precariedad y pobreza que sufren las mujeres de la comarca. A la par que se denunciará los múltiples recortes aplicados desde las diferentes administraciones: Ayuntamientos, Servicio Vasco de Empleo-Lanbide…
 
Desde “Argitan” se ha querido destacar que “el 54,5% de las mujeres que se atiende diariamente se encuentra en paro o cobrando pensiones y prestaciones sociales muy bajas”. Además, de reiterar su denuncia en el trato que Lanbide da las mujeres a la hora de tramitar el acceso a las prestaciones sociales; para las que, además, se ponen "plazos imposibles y condiciones leoninas".
 
Por este motivo, y ante el contacto directo con la realidad de las situaciones de las mujeres del municipio, apuestan por que las prestaciones sociales se conviertan en "un derecho individual e incondicional". Por lo que demandarán que, por ejemplo, la renta de garantía de ingresos (RGI) deje de ser considerada una ayuda cuya concesión esté sujeta a múltiples requisitos que restringen su acceso a las mujeres. Así lo van a plantear este martes ante el Parlamento Vasco.

SITUACIÓN SOCIOECONÓMICA DE LAS MUJERES EN MARGEN IZQUIERDA Y ZONA MINERA

La Asociación de Mujeres "ARGITAN" de Barakaldo, a través de nuestro Centro Asesor, llevamos 20 años recibiendo y asesorando a mujeres de toda la comarca de Margen Izquierda y Zona Minera de Bizkaia. En este tiempo, hemos atendido alrededor de 6.500 consultas.

Vamos a comenzar ofreciendo una  serie de datos estadísticos extraídos de nuestra experiencia y la realidad que enfrentamos diariamente y queremos resaltar que, pese a la "frialdad" de los datos, para nosotras cada uno de ellos tiene un nombre, una cara, una historia..... Decimos esto porque cuando se deciden las políticas públicas, los criterios y requisitos de acceso o no a determinadas prestaciones...... frecuentemente nos olvidamos que detrás de los datos, las cifras, los números..... existen personas y que todas esas "grandes decisiones" inciden directamente en sus vidas y en la calidad o no de las mismas.

El contacto con las mujeres que se han acercado al Centro, en busca de Información para conocer y ejercer sus derechos, nos ha propiciado un mayor conocimiento de la realidad social y de las diferentes situaciones por las que atravesamos las mujeres; reconociendo, además de la Violencia Sexista, otras variables en la opresión y desigualdad,  constatando nuevas situaciones de riesgo como la Feminización de la Pobreza, oculta bajo la losa de lo doméstico y, actualmente, escondida tras la falsa apariencia de la precariedad laboral.

fotoSegún los datos recogidos en nuestro BALANCE ARGITAN 2015…la mayoría de estas mujeres con las que nos encontramos se hayan en plena madurez, casi un 65% tienen entre 30 y 50 años.

En algo más de un 80% cuentan con hijas e hijos a su cargo y forman familias Monoparentales un 50,4%, tanto siendo solteras (22,3%) como separadas (22,3%) y viudas (5,8%).

Los Motivos de Consulta los podemos disgregar según las distintas problemáticas que sufrimos las mujeres como consecuencia de la desigualdad y discriminación que vivimos, tanto en el espacio privado (casa, cuidados,…) como en el público (empleo, política, ocio,…).

Por una parte, la necesidad de Información sobre Atención Jurídica: separaciones, divorcios, custodias y diversas reclamaciones derivadas de estos procesos... han supuesto el 42% de las consultas. Un 6,3% de las mujeres han denunciado Malos Tratos y Agresiones Sexistas y, como consecuencia en buena medida de estas circunstancias, se contempla la necesidad de una Atención Psicológica en condiciones (cuando utilizamos este término nos referimos a una atención prestada por personal con formación específica en estas materias y basada en criterios, herramientas y soluciones que no sean exclusivamente farmacológicas), demandada por un 28%.

Desde esta Área de actuación y siendo Argitan parte del Observatorio de Violencia de Género de la Diputación Foral de Bizkaia, vemos Necesidades importantes no cubiertas actualmente, tanto en Recursos de Acogida de Urgencia como en Puntos de Encuentro para padres, madres y menores en situaciones de conflicto, Asesorías Jurídicas, Atención Psicológica y Juzgados específicos de Violencia de Género de Urgencia.

((((Sólo Diputación cuenta con un Servicio de Acogida de Urgencia, al que acuden una media de 150 familias (mujeres y menores) al año, viéndose la necesidad real del mismo.

Todos los recursos de acogida son de obligado cumplimiento por ley, tanto estatal como autonómica, y está reglamentada su clasificación mediante Decreto. Desde 2001, un Acuerdo Interinstitucional consiguió que, tanto en Santurtzi como en Barakaldo, Sestao y Abanto y Zierbena existan recursos de acogida municipales de un tipo u otro. En el resto de los municipios de la zona no existen.

fotoPuntos de Encuentro, en ambas comarcas, sólo existen en Portugalete y Barakaldo. Asesorías Jurídicas específicas para mujeres sólo se encuentran en Barakaldo, Santurtzi y Sestao. De la misma manera, sólo en estos 3 municipios se ofrece Atención Psicológica específica. También ponemos en cuestión el hecho de que el Juzgado de Violencia de Género de Barakaldo que atiende a toda la comarca no tiene servicio de urgencia las 24 horas, de forma que haya que trasladarse a Bilbao))))))

Por otra parte, se encuentran los Problemas laborales y, como consecuencia de la falta de empleo e ingresos suficientes, la Información sobre Prestaciones Sociales.

La Situación Económica que viven las mujeres que se han acercado a Argitan durante el año 2015 pasa por un 54,5%, que se encuentra en paro o cobrando pensiones y prestaciones sociales muy bajas y un 45,5%, con empleo, en muchas ocasiones en precario: trabajadoras de hogar, limpieza, cuidados, etc.

A esta situación económica se añade que, con vivienda propia, sólo cuenta un 20% y el 80% restante la está amortizando, sujeta a hipotecas cada vez más difíciles de asumir, en alquiler o conviviendo en casa de familiares, amistades,...

Es cierto que la Tasa de Actividad femenina se ha incrementado en los últimos 20 años (siendo 7 de cada 10 mujeres, las consideradas activas por ser demandantes de empleo).

Sin embargo, estamos empleadas en Sectores muy feminizados como la Salud, la Enseñanza y sobre todo en el Sector Servicios (comercio, hostelería, limpieza...) siendo éste el más precarizado y dentro del cual, un 84% somos mujeres.

Además, nos ataca la Discriminación salarial, un 26% en la CAV; dentro de la Economía sumergida la mujeres ocupamos un 70%, en empleos precarios, apenas con derechos. Y por fin, los Contratos a Tiempo Parcial, cubiertos en casi un 78% por mujeres; así como los Contratos Eventuales, de los cuales un 28% son ocupados por mujeres frente a un 22% por los hombres, en la CAV.

Por otro lado, las mujeres que, a pesar de demandar empleo, no lo encuentran y se hallan en el Paro… El índice de paro, según las cifras de Lanbide en la actualidad- abril 2016, en todo el territorio de Bizkaia es de poco más del 15% entre los hombres y de casi el 18%, entre las mujeres.
Concretamente, en la Margen Izquierda 20.625 mujeres en paro, con un índice de un 21,5% frente al 19,4% de los hombres y en la Zona Minera, 3.423 mujeres en paro, con un índice de 17,5% frente al 16% de los hombres.

Nos parece importante señalar datos más concretos por pueblos, ya que las cifras son sangrantes…de Zona Minera: en Trapagaran 458 mujeres en paro con un 16,9% frente al 16,1% de los hombres, en Ortuella 404 (21,1% frente al 16,6% de los hombres), en Abanto y Ciérbana 902 (19,2% frente al 16,8% de los hombres), en Zierbena 118 (12,5% frente al 12,2% de los hombres, y en Muskiz 596 ( 15,9% frente al 14,7%).
De Margen Izquierda: en Barakaldo 4.525 (19,5%, frente a los varones 16,3%), en Sestao 1.538 (24,9% frente al 22,9% de los hombres), en Portugalete 1.932 (18,9% frente al 15,8% de los hombres), y en Santurtzi 2.114 (19,9% frente al 17,6% de los hombres).

Ahondando en este panorama, decíamos hace un momento que un 54,5% de las mujeres que acudieron a Argitan durante el año 2.015, estaban en paro o percibían como únicos ingresos, pensiones o prestaciones sociales muy bajas. Dentro de estas últimas, nos encontramos con las perceptoras de la Renta de Garantía de Ingresos- RGI- y no podemos hacer un análisis completo de la situación socioeconómica de las mujeres en estas comarcas sin detenernos unos minutos a analizar este aspecto concreto.

Recogiendo datos y cifras de las propias estadísticas que publica Lanbide en su web oficial nos encontramos con algunas muy interesantes que queremos trasladar. Los datos están actualizados y se refieren al mes de abril de este mismo año 2.016, concretamente a la zona de Margen izquierda.

Según los mismos, un 58% de los expedientes activos de RGI correspondían a mujeres. Del total de éstas, casi una tercera parte conformaban familias monomarentales, mujeres que tienen menores a cargo en solitario y, entre estas últimas, el 88% estaba en una franja de edad donde se presupone la mayor actividad laboral, de 25 a 50 años.  

Otro dato a destacar es que la formación académica o estudios de las mujeres perceptoras es ligeramente superior al de los hombres, concretamente un 55%.

El problema fundamental es que la percepción de la RGI, a la que se sigue viendo no como un derecho sino como una concesión, conlleva un control y violación persistente de la vida e intimidad de las mujeres perceptoras.
La imposición de plazos imposibles, condiciones leoninas, trámites que perjudican más que favorecen a las mujeres...son una constante.

Como ejemplo de todo ello, varios supuestos clarificadores:

  • la presunción, en todo caso, por parte de Lanbide de que dos personas de distinto sexo que conviven son ineludiblemente pareja; el hecho de que, según sus criterios, "nadie se cree" que dos personas que no son pareja adquieran juntas una vivienda; no considerar a las mujeres una "unidad de convivencia independiente" cuando, por ejemplo, regresan a convivir con sus padres; limitar a 3 años el tiempo máximo en que se pueden percibir los "complementos al empleo".....Todo esto incide en la idea de que las mujeres siempre han de depender económicamente, de alguien más.
  • limitar a dos las RGIs por vivienda supone favorecer las estafas de quienes comercian con el padrón, aumentan los precios del alquiler, subarriendos y demás. El acceso a la vivienda, con este criterio, se vuelve complejo y, generalmente, fuera del alcance de las personas con el poder adquisitivo que ofrece la RGI. Además, en el caso concreto de las mujeres y sobre todo con hij@s a su cargo, poder compartir vivienda entre varias permite distribuir gastos y colaborar conjuntamente en el cuidado y atención de l@s menores y, medidas de este tipo, bloquean de raíz este tipo de soluciones solidarias.  
  • en este mismo sentido, no se admite que dos personas que se separen vivan juntas (algo, por otra parte, cada vez más habitual; toda vez que, en la situación económica actual, no siempre es posible mantener dos viviendas tras una separación) y obliga, una vez más, a judicializar las separaciones.

Es contradictorio el hecho de que, por un lado, se arbitren medidas tendentes a restringir el gasto en prestaciones sociales y, por otro, se pongan tantas trabas a soluciones que las personas en general (y las mujeres, muy particularmente) intentan buscando, precisamente, que sean lo menos gravosas posibles.   

Particularmente grave es la gestión de Lanbide de la RGI en supuestos de mujeres víctimas de violencia de género. Partiendo del criterio de que sólo se considera como tal aquella mujer que cuenta con una orden de alejamiento en vigor; excluyendo a todas aquellas que, aún siendo víctimas, no cumplen con este requisito.

Pues bien, relacionando estos datos con nuestra experiencia en el Centro, observamos una vinculación directa, para las mujeres, entre la atención a necesidades de cuidados y la precariedad laboral.

Volviendo a nuestro balance del año 2.015, veíamos cómo casi un 81% de las usuarias del Centro tenían menores a cargo y bastante más de la mitad de las que eran madres (un 62%) se encargaban de la crianza prácticamente en exclusiva, bien por ser solteras, viudas o separadas o divorciadas con poco apoyo del padre de las criaturas.

Si unimos este dato a que la inmensa mayoría de ellas se encontraban además en la franja de edad de los 30 a los 50 años, esto nos da idea de la dificultad que representa para estas mujeres su inserción en el mundo laboral, al no poder compatibilizar las exigencias de un mercado laboral pensado para personas "sin mochilas", sin cargas familiares a cuestas o con posibilidad de que otras personas (mayoritariamente, mujeres) se encarguen de dichas tareas,  con la atención a los cuidados de las personas que dependen de ellas.

Y esto que contamos aquí trae consecuencias directas y muy graves para las mujeres. Su presencia abrumadora en los contratos a tiempo parcial, eventuales o en determinados nichos laborales da idea de esto mismo.

Solemos decir, cuando analizamos esta situación, que no sabemos si fue antes "el huevo o la gallina". Si a las mujeres nos emplean en esas condiciones porque "debemos cuidar" o cuidamos más porque tenemos ese tipo de empleos. Pero, el caso es que en ésas estamos.
Asumir casi en exclusiva las necesidades de cuidados (menores, mayores, dependientes...) limita nuestras posibilidades, no partimos en igualdad de condiciones con respecto a los hombres.  

Y reiteramos que estos trabajos imprescindibles para la reproducción de la vida y el sistema y que las mujeres realizamos "gratuitamente", a nosotras no nos salen gratis.

Tener empleos a tiempo parcial reduce, inevitablemente, nuestro poder adquisitivo que debemos complementar por algún otro lado: salario de nuestro compañero o marido (caso de tenerlo), prestaciones sociales, subsidios, ayudas de familia/amistades.....Acabamos inmersas en una rueda de "dependencia de...", en un "tutelaje" continuo, para garantizar nuestra subsistencia y la de nuestra prole.
En este sentido, no es casualidad que el 64% de las personas perceptoras de Rentas de Complementos al Empleo en la Margen izquierda, sean mujeres.

Pero es que, además, esto incide también y gravemente en el futuro de las mujeres. A nadie se nos escapa que cotizando menos años, con empleos a tiempo parcial, en sectores precarizados, con bases de cotización mínimas.....son pocas las mujeres que acceden a una pensión de jubilación y, menos aún, a una jubilación en condiciones mínimamente decentes.
Esta cuestión se refleja claramente en el dato de Lanbide sobre perceptoras de RGI en personas mayores de 65 años, donde las cifras se disparan y las mujeres representamos el 83%.

Y este conjunto de hechos, para nosotras, constituye VIOLENCIA ECONÓMICA y propicia o ampara, en muchos casos, otras manifestaciones de violencia machista.

Para mayor abundamiento, cuando el trabajo de cuidados lo realizamos las mujeres dentro del mercado laboral: el caso de las trabajadoras de hogar, nos encontramos con más de lo mismo. Precariedad absoluta, por no hablar de casos de esclavitud pura y dura (no nos vamos a extender en este punto porque recientemente han comparecido aquí mismo representantes de la ATH de Bizkaia y han explicado minuciosamente las condiciones del sector).

Todo este análisis nos lleva a plantear no sólo la distribución equitativa del empleo (entendido como trabajo remunerado) sino también la urgencia de la visibilización, reorganización y redistribución equitativa de los trabajos de cuidados. Asumir los mismos como una responsabilidad colectiva de hombres, mujeres y Administración.

Lo contrario significa colocar a las mujeres en una posición permanente de desigualdad, subordinación, dependencia y tutelaje al que nos negamos. 

No encarar además este debate de una vez por todas implica no abordar el problema de raíz y mantener su consideración de un "problema de y entre mujeres" (el ejemplo más claro de todo esto lo tenemos en las trabajadoras de hogar). "Cambiar unas mujeres por otras" (más pobres, con peor suerte o posibilidades....) no cambia el sistema, no corrige las desigualdades, las sostiene.

Bajo nuestro punto de vista, a estas condiciones y Salarios directos tan bajos, debieran corresponder unos Servicios Públicos en condiciones dignas como Guarderías, Comedores, Residencias, etc. que, además de generar empleo, permitieran Conciliar a las personas (y ahora mismo, sobre todo, a las mujeres) su vida personal, laboral y familiar. Además, también mejorarían la vida de muchas mujeres, llamadas inactivas porque no buscan empleo, pero que tienen trabajo a tiempo completo en sus casas, con menores y personas ancianas dependientes a su exclusivo cargo.

Por lo tanto, nos parece muy importante ampliar la cobertura pública de la atención a la dependencia, generando empleo de calidad en ese ámbito. 

Desde la Administración pública, vemos la necesidad de intervenir en las contrataciones precarias tanto en contratos de trabajadoras de hogar a través Lanbide y la Inspección de trabajo, como en el mercado laboral en su totalidad, controlando las condiciones laborales en los contratos eventuales y a tiempo parcial.

Además, es necesario conformar unas Prestaciones sociales en condiciones dignas, con una Renta Básica que se contemple como un DERECHO individual e incondicional, y que incluso las Ayudas de Emergencia Social municipales fueran un derecho al que las personas que cumplieran los requisitos pudieran tener la posibilidad de acceder y que no fueran denegadas, como ahora mismo, por falta de presupuesto municipal. En suma, elevar a la categoría de derechos universales lo que hasta ahora se consideran derechos contributivos.

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