Juan Carlos Rois, Tortuga.- Es un viejo cuento. En otras ocasiones hemos contado cómo el MAPA financiaba actividades militares, básicamente pagando de tapadillo buques militares. Concretamente hemos hablado de los patrulleros de vigilancia pesquera Tarifa, Arnomendi y Alborán del MAPA que paga el primero y utiliza Defensa.

Ahora nos vamos a centrar en el «Buque Escuela Intermares», construido en los astilleros de Vigo en 2009 y adscrito al inventario de buques de la Armada desde 2018, cuando una Orden de Ministerio de Hacienda y Función Pública de 18 de mayo, afectó el citado buque, propiedad del MAPA, a los fines de la formación y enseñanza militar y, acto seguido, fue dado de alta en la lista oficial de buques de la armada (resolución 600/11122/2018 de 9 de julio del Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada).

Hagamos una primera parada para tomar aire. ¿De quién es el buque? Del MAPA.

¿Quién pagó su construcción? El MAPA. ¿Quién lo tiene y utiliza para sus fines? El Ministerio de Defensa.

Hay otra manera de decir las cosas. ¿De quien es en realidad el buque? De Defensa, que es quien lo tiene en su lista oficial y lo usa. ¿Quién lo pagó? El MAPA. ¿Y quién lo paga ahora? A eso vamos a continuación.

Recientemente, hemos tenido acceso a la Resolución de 10 de noviembre de 2022 de la Subsecretaría de Defensa (Boletín Oficial de la Defensa 224, de 17 de noviembre de 2022, páginas 32.687 y siguientes) por la que se publica el Acuerdo entre el Ministerio de Agricultura y el de Defensa para el mantenimiento y explotación del citado buque.

El citado convenio dice que es un buque de utilización conjunta (una bonita manera de disfrazar el muñeco porque en realidad es un buque al servicio de Defensa, operado por Defensa y que realiza labores de formación para Defensa) y por eso defensa paga una parte. ¿Y la otra?

La estipulación segunda del acuerdo establece (literal) las siguientes obligaciones del MAPA:

«

1. Determinar el personal que embarcará en el buque, para la realización de actividades de cooperación o formación pesquera. Sufragar los gastos de alimentación, vestuario, haberes y otros que correspondan al personal docente embarcado involucrado en labores de cooperación o formación pesquera, a los alumnos y al personal que embarque designado por SEGPESCA de manera puntual relacionado con estas labores.
2. Sufragar los costes de explotación del buque, relacionados con las actividades de cooperación pesquera, correspondientes a las aplicaciones presupuestarias del «anexo».
3. Sufragar los costes de sostenimiento al 50% con independencia de los días de explotación que correspondan a la SEGEPESCA, o el porcentaje que resulte de una posible revisión conforme a lo previsto en el apartado 1.c) de esta cláusula.
4. Sufragar los gastos por pluses de navegación y, en caso de que correspondan, las indemnizaciones por navegación en aguas extranjeras, de la dotación y personal comisionado de la Armada, durante el período de explotación del buque correspondiente a la SEGEPESCA.
5. Sufragar los gastos de las reparaciones y mejoras que se lleven a cabo en el material y equipos relacionados con las actividades de cooperación pesquera. Se informará de ellas anticipadamente a la Comisión, si ello afectara a la operatividad del buque o significara una prolongación de una inmovilización prevista.
6. Sufragar los gastos de puerto durante el periodo de explotación del buque correspondiente a la SEGEPESCA.
7. Suscribir un seguro de accidentes para su personal docente embarcado, alumnado y cualquier otro cuyo embarque se solicite con carácter puntual. Este seguro deberá especificar, al menos, la indemnización por el fallecimiento e invalidez permanente y absoluta, así como la repercusión económica del coste por la asistencia que la Sanidad Militar pudiera inicialmente prestar a bordo por razones de urgencia al accidentado.
8. Velar por que su personal embarcado guarde las normas de convivencia que deben regir las relaciones en los actos diarios e internos de la vida a bordo, observando especialmente las reglas de cortesía y conducta, el aseo personal y la corrección en el vestir, conforme a las normas de régimen interior establecidas por la Armada.
9. Velar por que su personal embarcado guarde las normas de la Armada sobre el consumo de alcohol y tabaco a bordo.

»

La estipulación tercera dice a su vez que, en orden a la financiación del buque,

«El MAPA transferirá los créditos de sostenimiento y explotación al MINISDEF de la siguiente forma:

Créditos de sostenimiento: la Armada presentará al MAPA una propuesta valorada de las necesidades de sostenimiento durante el mes de enero de cada ejercicio.

La SEGEPESCA procederá a la aprobación de la propuesta y a tramitar la correspondiente acta.

En el primer trimestre el año se iniciará la tramitación de la transferencia de crédito siempre que exista crédito adecuado y suficiente.

Créditos de explotación: cada parte presentará a la otra su propuesta de actividades del año tan pronto como sea posible. Una vez alcanzado un acuerdo por ambas partes sobre dicha propuesta, la Armada presentará a la SEGEPESCA su valoración económica, procediendo a recogerlo en la correspondiente acta de la Comisión y a tramitar la transferencia de crédito siempre que exista crédito adecuado y suficiente.»

Pues bien, recapitulemos. El MAPA no sólo construyó con su presupuesto este buque destinado a la Armada, sin recibir compensación alguna con ello y disfrazando una evidente partida de gasto militar y una práctica común al ocultamiento del mismo utilizada en otros ministerios y para otras cosas que le pagan a defensa, sino que, además, paga una gran parte de los coste de explotación y mantenimiento del mismo, así como de su actividad.

Eso si que es tener suerte. Un pagafantas (uno más queremos decir) para el roto del gasto militar.

Sigamos un poco más.

Defensa atribuye los gastos que imputa al Buque a diversas partidas presupuestarias, desde las que emite los correspondientes pagos de gastos.

De este modo, cuando se controla presupuestariamente el gasto de defensa, pongamos por caso por la IGAE, aparece que el paganini del barco es Defensa conforme a estas partidas.

Dichas partidas son las aplicaciones presupuestarias de Apoyo logístico, tanto la de aprovisionamiento como la de mantenimiento (partidas 14.17.122N1 660); Gastos de modernización (partida 14.17.122N1 660), los gastos de personal (aplicaciones presupuestarias 14.17.121M2.230 y 12302), diversos gastos de combustibles, suministros y trasportes en otras aplicaciones presupuestarias que por abreviar no consigno.

Pues bien, si vamos al anexo del convenio, casualidades de la vida, los reintegros que el MAPA hace a defensa se efectúan a las aplicaciones presupuestarias siguientes:

Curiosidades de la vida, los mismos que luego el Ministerio de Defensa dice que ha pagado de sus propios presupuestos.

¿No les parece una genialidad?

Este mismo mecanismo se repite con otras partidas al servicio de defensa que pagan otros ministerios y que no se consignan como gasto militar, con el servilismo de los ministerios implicados y obligados a sufragar gasto militar que no les corresponde y . sin que nadie diga ni pío al respecto. De ello hemos dado cuenta en otros momentos y nos remitimos a anteriores entradas en este mismo blog.

Se estarán preguntando: ¿Habrá preguntado alguien de muestra insultante representación parlamentaria qué presupuesto ha presentado Defensa al MAPA por los gastos del buque de marras, o qué pagos ha realizado el MAPA a Defensa por estos conceptos desde 2018 a la fecha? Ya les anticipo la respuesta. No lo han hecho. Están a otra cosa.

¿Y habrá criticado algún partido político o sus representantes siempre a la que salta este modo de disfrazar el gasto militar? ¿habrán propuesto algún tipo de cambio de rumbo al respecto? No quiero deprimirles, pero que yo sepa tampoco. Como el valor en la antigua mili, ni está ni se le espera.

Todos están muy servilmente a gusto con el despropósito del gasto militar y bien que lo demuestran cada vez que tienen ocasión de ello.