Chamartín, punto de encuentro de malagueña y vasca. Esto es solo un punto por donde empezar, anteriormente ha habido llamadas, correos, engranajes. En este punto se nos escapa un beso para Paloma que ayuda a recolocar, descolocar y volver a recolocar los libros. ¡Qué hubiera sido de las euskalgueñas sin esta buena madrileña!
El día siguiente tuvimos otra jornada intensa, desplazándonos con Ana hasta la ciudad universitaria para participar en la Expominas, una feria feminista organizada por el colectivo feminista Mayume Watanabe de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Allí se dieron cita una treintena de puestos en los que destacaba la creatividad y la calidad de las producciones, así como la juventud de las creadoras.
Después de una emotiva despedida de Ana (que nos preparó una rica merienda para coger fuerzas para el viaje) y Alessandro, pusimos rumbo en autobús a Sao Paulo, donde nos esperaba Paulinho, un amigo de infancia de nuestro baladrino paulista residente en Paraná.
Seguimos relatando lo vivido junto a Alessandro y otras compas por el interior del Paraná, junto a las gentes que trabajan por la reforma agraria, la soberanía alimentar, la pedagogía popular y transformadora y la justicia social. Hoy llega el turno de contarles uno de los momentos más esperados e impactantes del viaje: el encuentro con diferentes proyectos vinculados al MST.