Llego el día de la vuelta. Escribimos unas letras antes de coger el avión, para contaros nuestros dos últimos días. En la crónica anterior dejamos a Manolo, Jess y Jose corriendo para pillar un autobús en el que viajaron durante la noche hacia el sur, para visitar una comunidad mapuche. Las precauciones impuestas por la situación de clandestinidad en la que viven algunos de ellos y la represión a la que se les somete en general, hizo que tuvieran que pasar por ciertas dificultades logísticas, ya que les indicaron que se bajaran del autobús antes de llegar a la población, lo que les tuvo 1 hora tirados en una carretera a las 6 de la mañana, sin saber cuando les recogerían. Finalmente todo se aclaró, había una confusión con el sitio de recogida, y les acompañaron a la comunidad, donde ademas de lo que pudieron hablar, hicieron una visita y pudieron comprobar el resultado de la aplicación de la ley antiterrorista a la que se somete al pueblo mapuche, con presencia policial continua, cámaras de vigilancia, etc. También recorrieron las tierras que tras mucha lucha van consiguiendo reivindicar tras el histórico despojo y la política neoliberal que introduce a las madereras arrasando con el territorio, sembrándolo de eucaliptos y dejándoles literalmente sin posibilidad de cultivar sus alimentos.