En la mañana del pasado jueves día 17 de octubre una treintena de personas se concentraba delante de la Consejería de Malestar Social y Desahucios del Principado de Asturias en Uviéu, reclamando una solución real a la situación de atasco crónico del Salario Social Básico.
Un grupo de los concentrados pasó a ocupar la entrada del edificio de la Consejería, reclamando un encuentro con algún responsable político. En menos de diez minutos llegaba la policía nacional, que procedió a identificarlos con la amenaza de sanción si resistían a ser desalojados.
Finalmente se conseguía que cinco personas subiesen a entrevistarse con la Directora de Atención a la dependencia, Sra. Clara Costales.
En este momento abandonaba el edificio el Sr. Jacinto Braña, Director general de Políticas Sociales, que no dirigió la palabra a los concentrados, marchando a marchas forzadas al acto institucional en el Parlamento asturiano.
En el curso de la reunión con Clara Costales, se siguió escudando en las mismas excusas que se vienen vertiendo sistemáticamente ante la situación del atasco del salario social, negando incluso que hubiese casos de espera hasta 20 meses o que las personas que recibieron una Ayuda de Emergencia mientras esperaban tuvieran que devolver este importe.
Ante la petición de fechas y plazos, trasladó a "principios de 2014" la fecha en la que cuentan que funcione el supuesto programa informático. En ningún momento reconoció la responsabilidad de la Consejería en la situación de conculcación de derechos, sino que parece que todo es debido a la "peculiar coyuntura económica" que padecemos.
Mientras tanto, seguían gritándose consignas como "Vuestra riqueza, nuestra pobreza", "Vuestro bienestar, nuestro malestar" o llamamientos a la dimisión de la Consejera, Sra. Esther Díaz (PSOE), que en esos momentos se dirigía a comer en el restaurante Peña Mea para clausurar el congreso de Jubilados de la UGT.
Adjuntamos el manifiesto que se leyó repetidas veces durante la concentración y la propuesta de medidas para solucionar el atasco crónico del salario social que se entregó en la Consejería.
Desde la asociación contra la exclusión Alambique agradecemos la participación y el apoyo recibido por las personas y colectivos que acudisteis a la convocatoria.
Seguiremos denunciando y exigiendo que se dé una respuesta política eficaz hacia el derecho a una vida digna para todas las personas. Seguiremos denunciando el enriquecimiento de unos pocos como causa fundamental del empobrecimiento de la mayoría.
¡Queremos justicia social y no caridad!
Comunicado. ¡¡ESTAMOS AL LIMITE!!
HOY DIA 17 DE OCTUBRE, DIA PARA NOSOTRAS DE ERRADICACIÓN DE LA RIQUEZA QUEREMOS DECIR QUE:
¡¡ya esta bien!! Estamos hartas de miseria, de explotación, de saber que cuando pasen los ajustes estructurales las que vamos a seguir en el laberinto de la exclusión somos nosotras.
Cuando cambie el ciclo económico en Asturies y baje la cifra de 122.000 personas desempleadas, cuando por debajo del umbral de la pobreza ya no haya 180.000 personas. Cuando sean menos de 44.000 las personas que no puedan disponer de un subsidio o de algún tipo de ingresos, muchas de nosotras seguiremos, empobrecidas, excluidas y explotadas por que el sistema capitalista necesita generar pobreza, exclusión, sufrimiento y dolor para poder generar los máximos beneficios en el menor tiempo posible.
Nosotras seguiremos sin poder pagar nuestras facturas, sin acceder a recursos sociales básicos, padeciendo la criminalización de nuestra vida por carecer de recursos económicos. Seguirán desahuciándonos pero esta vez sin focos.
Por otro lado, la familia Cosme, los dueños del Alimerka, el señor Menéndez y otros nombres que seguro que todas los tenemos presentes, seguirán contando sus beneficios y acumulando subvenciones. Los políticos como Esther Diaz responsable de esta consejeria, seguirán defendiendo los intereses de sus dueños utilizando la administración pública como herramienta para ello y olvidándose del bien común.
Antes de que ese momento llegue queremos denunciarlo, queremos denunciar la acumulación de la riqueza, el papel de la administración autonómica privatizando nuestros derechos básicos al servicio de los intereses privados. Pero también queremos denunciar nuestra situación.
Denunciar las 180.000 personas bajo el umbral de la pobreza, con menos de 532 euros para vivir al mes.
La situación de más de 6.000 unidades de convivencia que llevan esperando por el Salario Social más de 20 meses para poder ejercer un derecho.
La de 122.000 personas desempleadas que aun sueña con un empleo lo bastante digno para poder sobrevivir sin darse cuenta que dentro de este sistema social y económico ya no existe ese empleo, si no la mas dura precariedad y explotación.
La situación de muchas de esas personas que ya no disponen de recursos suficientes para poder mantener una alimentación básica que les permita sobrevivir.
Las miles de personas que viven bajo la angustia y el dolor de no saber si van a poder pagar el siguiente recibo de agua , gas, luz o vivienda y esperan en silencio a que los desalojen de su techo.
Texto leído en cada una de las paradas de la ruta.
AGENCIA TRIBUTARIA
La Agencia Tributaria es un buen punto de partida para visibilizar la magnitud de los ataques económicos que estamos sufriendo y las formas de plantear la construcción de propuestas alternativas. La realidad que vivimos día a día nos da muestras de cómo se puede legislar para seguir manteniendo los intereses de los mismos grupos de poder.
El pago de la deuda generada por infraestructuras faraónicas y descontextualizadas de la realidad y nuestras necesidades, la subida de impuestos como el IVA que repercuten en todas las personas por igual...
Resulta vergonzoso cómo estamos asistiendo al desarrollo de ciertas políticas que buscan apuntalar un modelo económico y social en el que unos pocos se benefician, y unas muchas pagamos los costes económicos, sociales y humanos que generan.
Desde la Asociación contra la Exclusión Alambique y la Asociación de parados del valle del Nalón (Adepavan), defendemos que aunque las leyes y ordenamientos que trabajan en este sentido sean legales, no son legítimos, por lo que las personas tenemos el derecho a poner en cuestión estas situaciones de injusticia y a mostrar nuestro rechazo, nuestra denuncia y nuestras alternativas.
Es en este punto en que planteamos la Desobediencia civil como una herramienta colectiva para denunciar las situaciones de injusticia a las que debemos hacer frente en el día a día y, al mismo tiempo, visibilizar que existen otros caminos, otras alternativas que construir juntas, partiendo de las necesidades cotidianas.
Se trata, por lo tanto, de plantear nuestra negativa a pagar sus desmanes, a sufrir sus leyes y sus intereses políticos y que las soluciones se tienen que tejer aquí abajo, dotándonos de herramientas colectivas que vayamos construyendo en el camino.
CAJASTUR
Desde el centro “financiero” de Gijón, donde conviven y mercadean las corporaciones que juegan con las personas como si fueran números queremos plantear la necesidad de construir alternativas en este sentido.
En la sociedad actual en la que nos encontramos, con el entramado complejo de intereses políticos, económicos y sociales conformados por los grupos que tienen el poder, nos damos de bruces con una realidad en la que el tejido social de los barrios y pueblos se ha roto, se han mercantilizado desde los cuidados más básicos hasta el ocio que puedan tener los chavales en las calles. El empleo, erigido como la única puerta de acceso a la satisfacción de las necesidades básicas y garantía de derechos, cumple una perversa función de mantenimiento del modelo establecido, dejando fuera del mismo a una gran parte de la población de manera permanente, y a otros con la continua amenaza de la precariedad, la reducción de salarios o el paro.
En este momento cobra más importancia si cabe la propuesta de la Renta Básica de las Iguales, como un instrumento para poder poner en cuestión la centralidad que tiene el empleo, el trabajo asalariado, en nuestras vidas. La Renta Básica de las Iguales posibilita el poder comenzar a pensar que las personas tienen derecho a llevar a cabo una vida digna sin necesidad de acceder al mercado laboral, al establecer un ingreso mínimo para cada persona por encima del umbral de la pobreza y un ingreso destinado a un fondo común que permita comenzar a tejer las relaciones de una forma distinta, la gestión de los recursos públicos en base a las necesidades y derechos de las personas.
Desde la certeza de que la centralidad de nuestras vidas no puede ser la mercantilización de todo, sino que debe ser la solución de nuestras necesidades.
GOTA DE LECHE
En este lugar, referencia de las políticas sociales llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Gijón, queremos acabar esta acción de presentación de la campaña “Contra sus recortes, Nuestras alternativas”, por lo simbólico que tiene este edificio en lo que se refiere al papel de los Servicios Sociales en apuntalar las situaciones de desigualdad que estamos viviendo.
La promoción de la autonomía personal, la participación, atención integral, responsabilidad pública, calidad... son solamente algunos de los principios que configuran el sistema público de Servicios Sociales asturianos según la ley aprobada en Febrero de 2003, aunque la realidad diste mucho de lo que aparece en las normas establecidas al efecto.
Nos encontramos con un sistema de servicios sociales destinado a gestionar ayudas de caridad para que nada cambie e incluso a obstaculizar la información para que menos personas puedan tener acceso. Un sistema que ha olvidado la función de acompañamiento de las personas que sufren situaciones de carencia para establecer ayudas y prestaciones en que el control social juega un papel central, que promulga rentas mínimas como el Salario Social sin priorizar su cumplimiento; en definitiva, un entramado de políticas sociales que no han dado el paso desde la asistencia y el clientelismo hacia la acción social en clave de justicia.
Desde la Asociación Alambique y la Asociación de parados del valle del Nalón (Adepavan), nos vemos en la necesidad de partir del apoyo mutuo para buscar alternativas de relación y resolución de nuestras necesidades; han roto el tejido social y las redes de ayuda informales, al tiempo que han hecho negocio hasta de la pobreza; por eso es necesario que a través de la relación, de tener experiencias compartidas e intercambiar ideas, recursos, inquietudes y propuestas podamos empezar a construir colectivamente cómo satisfacer nuestras necesidades, juntas, en el día a día.
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