Ecologistas en Acción y el Observatori del Deute en la Globalització publican en el Estado español un informe que revela la enorme presión que ha ejercido el lobby del petróleo y el gas y sus desastrosas consecuencias en los planes NGEU. Según el informe, al menos 8.300 millones de euros se gastarán en proyectos relacionados con estas industrias en Italia, Francia, Portugal y el Estado español. El hidrógeno y el gas son las grandes apuestas de los fondos NGEU en estos países, por encima de las inversiones en el sistema de salud.
En un momento en el que el mundo se enfrenta a catástrofes climáticas con una frecuencia alarmante, la Comisión Europea ha dicho que quiere evitar dar miles de millones en rescates a la industria de los combustibles fósiles a través de sus fondos de recuperación de la COVID–19. Pero la nueva investigación de Fossil Free Politics y del European Network of Corporate Observatory (ENCO), con la que colaboran Ecologistas en Acción y el Observatori del Deute en la Globalització (ODG) en el Estado español, muestra que está haciendo precisamente eso: en Italia, Francia, Portugal y el Estado español, 8.300 millones de euros de los fondos de recuperación de la Unión Europea (UE) se gastarán en hidrógeno y gases renovables.
La importancia del hidrógeno y los gases renovables se debe a un esfuerzo concertado de la industria de los combustibles fósiles. En Italia, las empresas mantuvieron más de cien reuniones con ministros y funcionarios sobre los planes de recuperación, llegando a cuadruplicar el gasto destinado al hidrógeno. Con los fondos de la UE que empezarán a llegar en la segunda quincena de julio, las empresas petroleras y de gas ven en el hidrógeno una tabla de salvación para su negocio. Es particularmente relevante el papel que está tomando el gas natural, un combustible fósil con mejor prensa que el resto pero igualmente dañino.
Este informe, el primero del proyecto Recovery Watch, revela que el gobierno español planea gastar un 50% más de sus fondos en hidrógeno y gases renovables que en su sistema nacional de salud.
En palabras de Nuria Blázquez, responsable de Internacional de Ecologistas en Acción: «El Estado español no solo está entregando dinero público a una industria conocida por intentar bloquear y retrasar la acción climática, sino que concede al hidrógeno un papel excesivo, a pesar de ser un combustible inmaduro. Esto no es causal, llega gracias a la enorme presión ejercida por el lobby de los combustibles fósiles y podría llevar a España y Europa a seguir utilizando combustibles fósiles durante décadas».
Por su parte, Josep Nualart Corpas, investigador del ODG, ha declarado: «El gobierno del Estado español ha elaborado un borrador con la colaboración con las grandes empresas energéticas y las cuatro grandes consultoras, excluyendo la voz de los ciudadanos. Como resultado, los proyectos de hidrógeno y gas renovable están recibiendo mucho más dinero público que un sistema nacional de salud que se desmorona y que hemos visto es imprescindible reforzar».
La UE ha tratado de evitar que los fondos de recuperación se destinen a proyectos de combustibles fósiles, incluido el controvertido hidrógeno fósil (azul), pero, según el informe, el hidrógeno renovable o verde es solo un caballo de Troya para el hidrógeno fósil (azul), que en cualquier caso puede recibir financiación de otros fondos comunitarios y nacionales.