Una marcha ciclista ha recorrido este 23 de abril el Gran Bilbao reivindicando la conversión de la industria armamentística en civil y contra el gasto militar. Además el 26 de abril, se han realizado movilizaciones ante los Ayuntamientos de Bilbo, Donostia, Gasteiz e Iruñea se han realizado con motivo de la agresión de Rusia a Ucrania y coincidiendo con el 85 aniversario del bombardeo de Gernika, reivindicando que Euskal Herria no quiere guerras.
Pedalean por la conversión de la industria armamentística en civil y contra el gasto militar
La “Decimocuarta Marcha Ciclista contra la Guerra, el Gasto y la Industria Militar” ha exigido el fin del gasto militar, el tráfico de armas y la conversión de la producción de las empresas de armas vascas en civil.
Los colectivos convocantes denuncian una inversión institucional cada vez mayor en la industria militar mientras se desatienden las situaciones de emergencia social que vive la ciudadanía.
La Marcha Ciclista ha partido a las 11:00 horas desde el Palacio Foral de la Diputación de Bizkaia y se ha concentrado frente a las dos empresas productoras de material militar más importantes del Gran Bilbao: ITP Aero (antigua Precicast-PCB) en Barakaldo y SENER, en Getxo.
Mediante esta iniciativa, las asociaciones convocantes, han exigido «el fin del gasto militar, el tráfico de armas y la conversión de la producción de las empresas armamentísticas vascas en civil». Asimismo, han criticado la «creciente implicación institucional con las fábricas de armas vascas y la ampliación de los recursos destinados al militarismo frente a la actual realidad de recortes en sanidad, pensiones, políticas de igualdad, prestaciones sociales o acceso a una vivienda digna en un contexto de incremento del coste de la vida y agravamiento de las condiciones de subsistencia de las familias».
Ejemplos de la complicidad institucional en el negocio de la guerra es el anunciado incremento de 6.500 millones de euros para gasto militar, cuando este año alcanzaba ya los 22.000 millones de euros. Además, el Gobierno de Pedro Sánchez ha decido destinar 10.000 millones de euros en cazas, misiles, submarinos y buques de guerra: tanques Leopard y Pizarro, cazas Eurofighter y F35 y avión de combate F2000, submarinos de clase S-80, helicópteros de ataque Tigre, NH-90 y Chinook CH47, avión de transporte militar A400, fragatas F-100 y F-110, misiles Meteor, Harpon y Taurus, etc.
El Gobierno vasco tampoco se queda al margen, pues subvenciona con cerca de 100 millones de euros la industria militar ligada principalmente al sector aeronáutico.
Por este motivo, en su recorrido, la marcha ciclista se ha concentrado frente a la empresa de armas vasca ITP Aero de Barakaldo (antigua Precicast-PCB), la cual fabrica componentes del Avión de Transporte Militar Airbus A400M y del Avión de Combate Europeo Eurofighter.
ITP Aero reconoce que el sector bélico representa el 29% de su negocio debido a su participación en la fabricación del Avión de Combate Europeo Eurofighter y al mantenimiento de las aeronaves del Ejército del Aire, con el que posee un contrato de 111,5 millones de euros.
Tras llegar a Portugalete y cruzar el Puente colgante, el pelotón ha finalizado su recorrido frente a la empresa SENER, ubicada en Getxo; una empresa líder a nivel europeo en “Sistemas de Actuación y Control (SAC)” y en aplicaciones de “Inteligencia, Vigilancia, Reconocimiento y Sistemas Integrados” para los misiles TAURUS KEPD 350, IRIS-T, RBS 70 NG, METEOR y NSM.
SENER es la segunda empresa del Estado Español en el sector “misiles”, la sexta en el sector “aeroespacial” militar y la decimosegunda en el segmento de armamento. Además, colabora con la empresa de armamento israelí “Israel Aircraft Industries LTD” a través del programa «VULCAN» para el “diseño de nuevos materiales aeronáuticos”.
Las entidades organizadoras de esta “marcha de bicis” han recordado que «Euskadi factura 750 millones de euros por la producción de material militar, siendo la tercera comunidad autónoma del Estado que más factura tras Madrid y Andalucía».
Asimismo, han declarado que «en la industria militar vasca participan un centenar de empresas, las cuales venden el 80% de su producción a Ministerios de Defensa y Fuerzas Armadas de países como Marruecos, Arabia Saudí, Israel, Estados Unidos, México, Brasil, España, obteniendo unos beneficios cercanos a los 150 millones de euros».
«Importantes compañías vascas que participan de la industria militar y que han quedado fuera de nuestro recorrido son SAPA, ubicada en Andoain (Gipuzkoa) o Aernnova, en Vitoria. SAPA ocupa el sexto lugar a nivel estatal en el subsector de “armamento” y Aernnova es la octava empresa del estado que más factura por producción militar».
«En definitiva, a través de esta marcha ciclista exigimos la conversión de la industria militar en civil, tal y como Orbea lo hizo en un pasado cercano; la empresa que en su día se dedicó a la fabricación de pistolas, revólveres y todo tipo de armas cortas que segaron vidas, actualmente fabrica bicicletas, fomentando un estilo de vida saludable y amigable con el medio ambiente», han concluido.
Bilbao, sábado 23 de abril de 2022
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Euskal Herria no quiere guerras! Pide: diálogo, paz, vida y soberanía
ecuadoretxea.org. Guernica Gernikara.-Movilizaciones ante los Ayuntamientos de Bilbo, Donostia, Gasteiz e Iruñea se han realizado con motivo de la agresión de Rusia a Ucrania y coincidiendo con el 85 aniversario del bombardeo de Gernika.
El mes pasado y en respuesta al llamamiento realizado por Gernika Batzordea, la guerra de Ucrania y el ambiente belicista generado en torno a ella hizo que ciertos agentes de Euskal Herria nos reuniéramos. Allí acordamos el manifiesto “Euskal Herriak Gerrari Ez” que cuenta con casi 500 firmas y la adhesión de más de 20 organismos. El 2 de abril dimos a conocer la iniciativa en una concentración en Gernika y hoy damos un nuevo paso movilizándonos en Bilbo, Gasteiz y Donostia.
A continuación, compartimos las principales ideas que recoge el manifiesto:
Han transcurrido 85 años desde que los fascistas lanzaron sus bombas sobre Gernika. Lo mismo hicieron en Durango, en Legutio, en Otxandio…, y en los años siguientes ocuparon toda Euskal Herria, de norte a sur. Euskal Herria ha sufrido el dolor y la destrucción de la guerra, y todavía viven entre nosotras y nosotros compatriotas que vivieron todo aquello.
Han transcurrido 36 años desde que Euskal Herria le dio un no rotundo a la OTAN. No ocurre con frecuencia que al pueblo se le pregunte directamente sobre una cuestión fundamental. Y las y los ciudadanos vascos no quisimos dejar pasar la oportunidad de decir que no queríamos formar parte de una alianza militar para la guerra imperialista. En nuestro país, ese carácter antimilitarista tomó también el camino de responder al servicio militar mediante la insumisión, y vemos que esas dos actitudes siguen teniendo plena actualidad hoy en día.
Rusia ha atacado a Ucrania. Ha estallado la guerra y, como consecuencia de ello, se han producido miles de muertes y se cuentan por millones las personas desplazadas o que se han visto obligadas a abandonar sus hogares o huir del país. Son números, cifras imprecisas, pero tienen detrás vidas que importan. Más olvidadas, también han sido miles las personas que han perdido la vida en Siria, en Yemen, en Palestina, en el Sahara, en Kurdistán, en Afganistán y en otras guerras o conflictos olvidados.
En Euskal Herria tenemos la guerra en la memoria. Mantenemos fresco el sentido de la ocupación fascista, y nos preocupan las ideas de odio y las llamadas a la confrontación de las nuevas ultraderechas. Aún sintiéndolo difuminado, no hemos olvidado que un gran número de compatriotas tuvo que marcharse fuera y que nos acogieron con hospitalidad y solidaridad en otros países. Tenemos muy viva, todavía sin cerrar, la herida del conflicto violento que hemos vivido en Euskal Herria en las últimas décadas. Desde las heridas que tenemos en nuestras carnes y en nuestros corazones, y también por nuestros deseos de vivir, lo que queremos para nuestro pueblo lo queremos también para los demás pueblos. Por todo ello, desde Gernika, con toda humildad, queremos lanzar cuatro proclamas, para Euskal Herria pero también mirando al mundo:
Diálogo. En vez de ahondar en el militarismo, en vez de armas, queremos herramientas en las manos. Con la cultura de la palabra como eje, esas herramientas son el diálogo y el acuerdo.
Paz. Necesitamos paz para que todos los derechos sean posibles para todas las personas. Y que la paz de aquí no se construya sobre la guerra de otro lugar. Que Euskal Herria sea lugar de paso seguro o la parada elegida para quienes lo necesiten.
Vida. La guerra es la situación más cruel contra la vida, pues suspende todos los derechos. Las y los ciudadanos –especialmente la clase trabajadora, las mujeres y las personas migrantes– pagamos directa e indirectamente destrucciones que responden a intereses imperialistas, y lo hacemos mediante un empobrecimiento.
Soberanía. En el centro de muchas guerras y conflictos está la vulneración y no respeto de la soberanía de los pueblos. Especialmente y por ello, ese debe ser el núcleo de la solución.
Euskal Herria no quiere guerras, como reivindicamos al hacer memoria completa y libre de la que nos tocó vivir. Euskal Herria no quiere participar en estructuras de guerra, como ya expresamos democráticamente en su día. Euskal Herria quiere diálogo y acuerdo, como lo ha demostrado de manera masiva y práctica en la última década.
Nos ha reunido aquí la agresión de Rusia contra Ucrania, y ante esa agresión pedimos que se pare la guerra, que las tropas regresen a sus países de origen, que se alcance la paz a través del diálogo y que se respeten las vidas y la soberanía de los pueblos. Euskal Herria dice no a la guerra.