Alicia Alonso. Invisibles.- Ya han pasado 20 años desde que vimos las primeras imágenes, aquel 1 de enero de 1994, de cientos de indígenas que ocultaron el rostro para poder ser nombrados, armados de dignidad hasta los dientes, ocupando la desconocida San Cristóbal de las Casas, en un desconocido estado de Chiapas, en un no menos desconocido Sur de México. Desde aquel día y hasta este minuto, el movimiento zapatista con su “mandar obedeciendo”, “para todos todo”, “abajo y a la izquierda” nos ha compartido que los sueños son posibles vivirlos y construirlos.