Juan Carlos Rois, Grupo Antimilitarista Tortuga.- Desde que empezó la guerra de Rusia con Ucrania hemos asistido a 6 Consejos de Ministros en España. Poco se refleja en ellos de las acciones emprendidas por el Estado Español, ya sea para la acogida de ucranianos, ya para la expatriación de españoles en Polonia o en la entrega de ayuda humanitaria y armamentos al ejército ucraniano.
Lo que sí conocemos es el imparable y desenfrenado incremento del gasto militar comprometido por el gobierno de Sánchez-Díaz y sus acólitos. Un gasto que, en guerra o en paz, siempre encuentra excusas (lo cierto es que poco fundamentadas) para seguir creciendo y creciendo.
Esta vez el gasto comprometido tiene tres características fundamentales a añadir a las de siempre:
- Que es en gran parte plurianual, es decir, que no sólo comprometen gasto para ejecutar en este año, sino que ya compromete presupuesto militar para el futuro (553,23 millones para ejecutar en 2023 y 2024), una bonita manera de afianzar la apuesta militarista made in Spain.
- Que vuelve a tirar del fondo de contingencia para, a tres meses de la aprobación de los presupuestos de 2022, aumentar el gasto de este año mediante el truco (censurado por el Tribunal de Cuentas) de acudir al Fondo de Contingencia para para aumentar el gasto militar por encima del previsto. En esta ocasión, el Fondo de Contingencia abonará nada menos que 569,85 millones de euros para las operaciones de injerencia militar en el Exterior. Un gasto que excede en más del doble el presupuestado por Exteriores (que paga un pellizco importante de este tipo de gasto) como por Defensa.
- Que una gran cantidad del gasto militar que se aumenta respecto del presupuestado no se paga con cargo a Defensa, sino a Hacienda, a Industria, a Exteriores o a Transición Ecológica (este último viene adquiriendo un soterrado protagonismo en el militarismo patrio, quién lo iba a decir).
La cifra total de gasto comprometido es espeluznante, nada nuevo en el espeluznante gasto militar español. En total, 1.523,61 millones de euros más de lo previsto.
Un aumento de casi el 10 por ciento en menos de dos meses
De esta cifra, el año 2022 supone ya un aumento de 971,98 euros respecto del presupuesto reconocido por el Ministerio de Defensa (un 13% por encima de lo presupuestado si tenemos en cuenta el presupuesto de defensa sin los Programas Especiales de Armamentos o del 9,2% si contamos el presupuesto con dichos programas).
Lo vemos en el cuadro siguiente:
Tres ministerios implicados a lo bestia
En cuanto a los Ministerios que contribuyen de forma más importante en este gasto el ranquing es el siguiente:
Esto significa una implicación del 54% del Ministerio de Defensa en este sobregasto, seguido del Ministerio de Hacienda, en realidad uno de los principales actores tradicionales del gasto militar español, con un 40% del mismo y del de Transición ecológica con un 6% de dicho gasto.
Dinero perdonado a costa de la ciudadanía
Ausente de este incremento de componente extrapresupuestario del gasto militar español se encuentra en este mes y pico el Ministerio de Industria, uno de los principales componentes del polo industrial de nuestro gasto militar.
Es una ausencia en el incremento del gasto, pero no una ausencia completa, porque en el Consejo de Ministros de 12 de abril hizo una reprogramación de las supuestas devoluciones que Navantia tiene que realizar del dinero «prestado» a interés cero por el Ministerio de Industria para la fabricación de las fragatas F100 encargadas por el Ministerio de Defensa (en total más de 1.725 millones de euros) para estirar el momento de la hipotética devolución de los más de 1246 millones que aún no ha devuelto.
Ello supone, según como se mire, un coste para las arcas públicas: entregaron desde el ministerio de industria 1.726 millones de euros en 2013, de los que se han devuelto desde Navantia 490 en 2022. Devolución sin intereses ni actualizaciones de ningún tipo. Deben devolver aún 1246 millones de euros que, cuando se devuelvan (el plazo fijado supera los quince años), y por mor de la depreciación del dinero, implicarán un elevado coste millonario para los paganinis de siempre, la gente del común, que en definitiva son los pagadores efectivos con sus impuestos.
Parece imposible, pero como todo lo que tiene que ver con lo militar, el realismo mágico forma parte de la hoja de ruta de los gestores/dilapidadores de este departamento.
El peso de Industria, Hacienda y otros ministerios en la composición y encubrimiento del gasto militar
Recordemos que en los PGE de 2022 la distribución ministerial a la composición del gasto militar español destacaba ya el papel fundamental de determinados ministerios en la composición del mismo, como aparece en el siguiente cuadro.
Para que sirva de recordatorio, aportamos una explicación de la distribución de la tarta del gasto militar entre sus ministerios implicados que nos demuestra el nivel transversal de compromiso militarista de todo el gabinete.
Comencemos por identificar los ministerios implicados en cada círculo o esfera de influencia.
Y ahora por identificar el gasto que los involucra con las cifras de gasto referidas al año 2021.
Todo ello viene a retratar la constante implicación militarista del gobierno, muy en sintonía con las exigencias del lobby militar y de las élites de halcones que pueblan el paisaje político occidental.
Desglose por partidas de sobregasto
Pero, como suelo decir, eso no es todo.
Si verificamos las justificaciones de estos gastos es posible que nos caigamos de culo.
Veamos:
Combustible líquido
767,57 millones de euros serán para compra de combustible líquido para los ejércitos. La cantidad está pensada para los ejercicios 2022 a 2024, es decir, es un gasto plurianual que habrá que imputar este año como un gasto extraordinario (no contemplado en los presupuestos de 2022) y los años 2023 y 2024 como un gasto plurianual que se camuflará como tal y no aparecerá tampoco en los presupuestos de estos años.
Pero fíjense en el detalle: combustible líquido, porque los ejércitos tienen también combustibles que no son líquidos, lo que nos hace preguntarnos: ¿pero esta gente cuánto piensan gastar en combustible? ¿A cuánto ascenderá su contribución a la crisis climática contra la que se supone que debemos luchar como una de las principales amenazas a la seguridad humana?
Desde hace más de 10 años no contamos con información detallada de las emisiones que provoca el ejército español. Nadie se ha interesado en preguntarles por este tipo de detalles cuando la sola cifra de combustible que piensan quemar en tres años
Y puestos a preguntar, ¿cuántas toneladas de residuos de todo tipo supone anualmente la actividad de nuestro militarismo? ¿Qué tratamiento tienen las materias altamente contaminantes de las que disponen? Tampoco se sabe, aunque sí se sabe que los ejércitos son uno de los principales emisores y protagonistas del cambio climático que nos agrede a toda la sociedad. Saquen conclusiones.
Operaciones de injerencia militar
El segundo gran rubro de este desproporcionado aumento del gasto militar se realiza desde el Fondo de Contingencia para operaciones de injerencia militar en el Exterior.
Es curioso que, aprobados los presupuestos generales del estado a finales de año, en el mes de marzo cuando no ha pasado un trimestre de su ejecución, ya necesite el ejército acudir al fondo de contingencia para cubrir las operaciones en el exterior, para las que sólo dotaron con una cantidad de 314 millones de euros, a los que el Presupuesto del Ministerio de Asuntos Exteriores sumó otros 236 millones más.
La actual dotación por medio del fondo de contingencia con 569,85 millones de euros supone que España en 2022 gastará en hacer la guerra en los 18 conflictos en los que participamos (si es que no les da por implicarnos en ningún otro) al menos 1120 millones de euros, cantidad optimista que tal vez se incremente aún más si tenemos en cuenta que anualmente se supera con creces este rubro.
En todo caso, en este tremendo suma y sigue de nuestro militarismo, encontramos que la suma de gasto en operaciones en el exterior ascenderá al menos a 18.535 millones de euros desde que Felipe González nos embarcó en la primera aventura intervencionista hasta las más de 100 que llevamos desde entonces.
Cabe preguntarse, tal vez alguien lo haga en algún momento, en cuánto ha contribuido ese dispendio de dinero a la paz o al desarrollo de los pueblos. No vendría mal hacer una evaluación de la participación española en esta aventura, tanto en las pasadas intervenciones (Afganistán por ejemplo por ser la más costosa y prolongada) o vigentes (Mali por poner otro ejemplo prototípico del contraste entre el desastre real y las proclamas de paz y amor con que se le llena la boca a los responsables del desaguisado).
Urbanizaciones militares
Otros 19 millones de lúas de vellón se las van a calzar para urbanizar y adecuar al plan urbanístico el complejo de casas militares que tienen montado en San Javier. Al respecto hay que añadir que eso de adecuar al plan urbanístico en román paladín parece que quiere decir que de momento se han construido las casas militares por la cuatro cuarenta, es decir, sin someterse a la normativa civil. Saquen conclusiones, porque no parece que se trate de una excentricidad ni de una excepción, sino de una de las muchas formas en que lo militar goza de ciertos miramientos.
El ministerio de Transición ecológica
Otros 97,42 millones se los van a atizar, con cargo al Ministerio de Transición Ecológica y del llamado Fondo de Resiliencia, para mejora de la administración militar. ¿Que de qué se trata? Pues de eso mismo, de tralarí tralará, de lo que les venga en gana, de nada en concreto. ¿mola o no mola?
Repuestos para motores
46,86 millones los van a destinar a que la multinacional General Electric Company proporcione suministros de motores para el ejército del Aire.
Competencias digitales
Hay otros 44 millones de euros, a distribuir en varias anualidades, que pagarán desde el Fondo de resiliencia y el Ministerio de Hacienda, para que los militares adquieran competencias digitales y otro millón y medio, también a cargo del ministerio de Hacienda, para que el ISFAS, el Instituto Social de las Fuerzas Armadas, adquiera servicios tecnológicos.
Conclusión para mes y medio de consejos de ministros y ministras
En total, que van a calzarse un pastizal que más lo quisieran para su presupuesto los gastos sociales que, como de costumbre, se quedan tiritando, porque al parecer en Europa no nos exige nadie mayor igualdad, mayor protección social, menos pobreza, mayor respeto a la naturaleza, mejor sanidad ni nada por el estilo. Sólo gastar en armas, que es la apuesta del futuro de la economía especulativa y sus tentáculos en la clase política.