arainfo.org.- Un millar de personas que vivieron en su día la lucha por la insumisión han lanzado este viernes un manifiesto "a favor de la objeción de conciencia y de la deserción en Rusia y en Ucrania". Arrancan así una campaña para recoger más apoyos y anuncian movilizaciones en "rechazo a la invasión rusa y al militarismo de la OTAN".
"Somos quienes durante las últimas décadas del siglo XX y principios del siglo XXI participamos en la campaña antimilitarista contra el Servicio Militar Obligatorio y la Prestación Sustitutoria en el Reino de España. Fuimos decenas de miles de personas, apoyadas por millones, en una movilización popular histórica que conquistó el derecho a la objeción de conciencia y que acabó con la servidumbre vergonzosa de la 'mili'. Una comunidad desobediente y antipatriarcal que se enfrentó al reclutamiento forzoso, a miles de juicios, a la persecución y a la cárcel; y que se sostuvo gracias al apoyo mutuo y, en gran medida, a la lucha de las mujeres antimilitaristas. Ayer, como hoy, reivindicamos la insumisión a la guerra, y una humanidad liberada del autoritarismo y de los ejércitos. Luchamos entonces, y luchamos ahora, contra todas las injusticias que provocan las guerras y por la eliminación de sus causas".
Así comienza "¡Insumisión a todas las guerras!", un manifiesto "a favor de la objeción de conciencia y de la deserción en Rusia y en Ucrania" que se ha hecho público este viernes y que cuenta con las firmas de cerca de un millar de personas que vivieron en su día, y en primera persona, la lucha por la insumisión: insumisos presos y en rebeldía, madres, padres y familiares de insumisos, objetores de conciencia o activistas antimilitaristas y feministas, entre cientos de personas, y que sigue recabando apoyos.
Porque "hoy como ayer seguimos desobedeciendo a la guerra de Ucrania y al resto de las 51 guerras activas en el mundo". "Mientras los Estados adornan la barbarie de la guerra con su propaganda patriótica, insistimos en el derecho universal a renunciar a las armas y a que las personas decidan libremente su destino. Nadie debería verse obligado a elegir entre uno y otro lado del matadero", subraya el manifiesto.
Denuncian el reclutamiento forzoso para los hombres de entre 18 y 60 años que ha establecido el Gobierno ucraniano, "convirtiendo en clandestinos a miles de jóvenes y adultos que se niegan a combatir, y a los que las bandas paramilitares detienen en controles de carretera y a la salida de las ciudades". Además, critican al Gobierno ruso por "engañar y coaccionar a los soldados para que no abandonen las filas de su armada". Mientras la Unión Europea "niega asilo político a los desertores de ambos bandos, envía armas a la zona y anuncia el incremento de su presupuesto militar". La guerra "acelera la crisis energética y medioambiental global, y amenaza aún más la economía de las personas vulnerables y de los países empobrecidos".
Por ello, las personas firmantes del manifiesto se niegan a "obedecer pasivamente sin ofrecer resistencia". "Nos negamos a compadecer a las víctimas de las guerras sin protestar. Rechazamos la masculinidad forjada en la figura y el mito del guerrero, la colonización patriarcal de nuestras mentes y cuerpos. No queremos convertirnos en seres dañinos y peligrosos, capaces de cometer toda clase de humillaciones y maltratos. No queremos ser cómplices de la violencia sexual contra mujeres de todas las edades, ni del asesinato de personas pequeñas, enfermas o mayores indefensas. Las soluciones que generan más violencia perpetúan la dominación", añaden.
En el manifiesto exigen "el cese de la invasión rusa, la retirada de las tropas de ocupación, y el respeto a la voluntad de quienes viven en las diferentes zonas de Ucrania para decidir su futuro en libertad, respetando los derechos de todas las minorías"; que "la Unión Europea y el Reino de España en particular" acepten las peticiones de asilo de quienes desertan de la guerra o huyen del reclutamiento obligatorio, "de acuerdo al derecho universal a la objeción de conciencia", porque "matar en una guerra no es un 'deber cívico". Del mismo modo, exigen que la Unión Europea acoja "sin restricciones" a todas las personas que "vengan huyendo de cualquier guerra que haya en el mundo", y rechazan "el racismo y la crueldad de las fronteras". También exigen que "cese el envío de armas y tropas de países de la OTAN a la zona, el desmantelamiento de los paraísos fiscales donde blanquean sus beneficios las industrias de armamento y las oligarquías europeas, y la desmilitarización del conflicto". "Los crímenes de guerra anteriores de cualquiera de las partes en conflicto no justifican ninguna intervención sangrienta más: echar más leña al fuego no es la solución", subrayan.
Con este manifiesto quieren animar a las poblaciones civiles de los territorios en guerra a "resistirse al odio social, y a apoyar a los soldados y desertores que se nieguen a participar en la matanza". Por eso, apoyan "a quienes en Ucrania y Rusia se autoorganizan con fines pacíficos, emplean medios de lucha incruentos, practican la desobediencia civil y la defensa noviolenta, y padecen la represión política por oponerse a la guerra; en especial, a los movimientos antimilitaristas y feministas de aquellas tierras". Por último, llaman a "organizar una red europea de apoyo a pacifistas y desertores que desobedezcan a la guerra en Ucrania y que sufran persecución política".
En Iruñea -una de las ciudades donde mayor alcance tuvo la lucha insumisa-, ha tenido lugar una rueda de prensa para promover esta "Insumisión a todas las guerras" y han anunciado su deseo de movilizarse por ello. También han confirmado que impulsarán movilizaciones en ciudades como Zaragoza -en la que la insumisión también tuvo especial protagonismo-, Ciudad Real, Albacete o Barcelona. El segundo fin de semana del mes de abril es la fecha escogida para "expresar conjuntamente nuestro rechazo a la invasión rusa, al militarismo de la OTAN, y por la objeción de conciencia y la deserción en Ucrania y Rusia".
"Desobedeceremos las leyes españolas y europeas las veces que haga falta, para acoger en nuestras casas a pacifistas y desertores de Rusia y Ucrania. Acabar con todas las guerras es acabar con la dictadura del sistema económico capitalista que las provoca y se beneficia de ellas. Se equivocan quienes creen que alargar esta guerra de Ucrania, cuyos antecedentes más cercanos se remontan a 2014, traerá algún tipo de beneficio para nadie: solo servirá para producir más sufrimiento y para alimentar el fascismo en todos los rincones del planeta", concluye el manifiesto.
----
Añadimos esta declaración de solidaridad con toda la gente que resiste de forma noviolenta a la guerra en Ucrania de la Internacional de Resistentes a la Guerra
Declaración del ejecutivo de la IRG: Solidaridad con toda la gente que resiste de forma noviolenta a la guerra en Ucrania
La Internacional de Resistentes a la Guerra se solidariza con todas las personas que se resisten a la guerra y a sus causas.
Como resistentes a la guerra, subrayamos que no apoyamos ningún tipo de guerra y, al mismo tiempo, nos esforzamos por eliminar todas las causas de la guerra.
Queremos expresar nuestro apoyo y solidaridad a quienes resisten de forma noviolenta a la guerra en Ucrania. En particular, queremos reconocer la valentía de todos las personas detenidas recientemente en Rusia.
I.
La naturaleza de la guerra en Ucrania es claramente la de una invasión militar extranjera que se está enfrentando a la resistencia armada y noviolenta. La Internacional de Resistentes a la Guerra exige el cese inmediato de todas las acciones militares en Ucrania y el regreso inmediato de todas las tropas rusas a Rusia.
Condenamos enérgicamente todas las actividades bélicas, especialmente las que se dirigen contra la población civil en toda Ucrania, incluidas las que se dirigen contra la población civil en la región de Dombás controlada por Rusia.
Apoyamos a quienes en Ucrania decidieron
>resistirse de forma noviolenta a la actividad militar en Ucrania, así como a quienes en Rusia se posicionaron en contra de la guerra y se oponen abiertamente a la intervención militar rusa en Ucrania. Nos alegra ver que algunos miembros de los ejércitos ruso y bielorruso se han negado a luchar, o han obstaculizado su capacidad de hacerlo.
II.
Hacemos un llamamiento a los gobiernos del mundo para que abran sus fronteras a cualquiera que se niegue a participar en la guerra de Ucrania. Debería concederse asilo a cualquier persona cuya conciencia no le permita matar a otra persona, independientemente del lado del conflicto en el que se encuentre.
El mismo derecho debería concederse a todas las personas que se arriesgan a ser perseguidas por defender y/o trabajar contra las políticas militares de sus propios gobiernos en Ucrania, Rusia, los países de la OTAN y otros lugares.
El derecho a la objeción de conciencia -en todos los países, pero especialmente en los que se encuentran en estado de guerra- debe protegerse y defenderse, y ningún Estado debe recurrir al reclutamiento como medio para reforzar sus fuerzas.
III.
Creemos que las causas de la guerra en Ucrania son mucho más susceptibles de debate que la naturaleza de la propia guerra. El conflicto específico que vemos ahora tiene sus raíces en una historia mucho más larga y altamente militarizada.
Desgraciadamente, los medios de comunicación dominantes se niegan a organizar y mantener un debate serio sobre cómo hemos llegado hasta aquí en primer lugar, y sobre lo que debería hacerse para desescalar el conflicto lo antes posible.
A nadie se le debería excluir a la fuerza del debate por dudar de las políticas y acciones de sus gobiernos respecto a la guerra en Ucrania. La ausencia de este debate es una característica de la lógica binaria de la guerra. Estamos hablando de una posible amenaza nuclear y la gente tiene derecho a conocer todos los aspectos y posturas ante la situación en Ucrania.
Quienes critican la política de expansión de la OTAN hacia el este o quienes critican el envío de la ayuda militar de la OTAN a Ucrania, argumentando que tal acción echa leña al fuego, tienen derecho a hablar y a que sus voces sean escuchadas.
IV.
Hacemos un llamamiento a las personas de todo el mundo para que expresen su oposición a la guerra de la forma que consideren posible. Desde un simple post en las redes sociales o una pequeña acción simbólica, hasta organizar o participar en una protesta contra la guerra, cada acción crea un mosaico de la resistencia a la guerra en todo el mundo.
¡DETENGAN LA INVASIÓN RUSA EN UCRANIA!
¡DETENGAN LA EXPANSIÓN DE LA OTAN!