En Pocas Palabras. 15-M RONDA.- El Estado Español NO cumple la Convención de los Derechos del Niño, según la organización no gubernamental internacional, Save the Children, que trabaja por los derechos de la niñez.
Así, una de cada dos personas que sufre abuso sexual en nuestro país es menor de edad; más del 25% de los menores ha sufrido maltrato; 7 de cada 10 jóvenes ha sufrido violencia online durante su infancia; en el año pasado, al menos 22 menores han muerto por causas violentas en nuestro país; El Estado Español es el tercer país de la Unión Europea con más pobreza infantil; más de dos millones de niñas y niños viven en situación de exclusión social; y la criminalización que sufren la infancia y adolescentes migrantes no acompañados. Según la OCDE una niña o niño que nazca hoy en una familia pobre en El Estado Español va a necesitar cuatro generaciones, el equivalente a 120 años, para alcanzar el nivel de renta medio de la sociedad en la que vive.
Según la Encuesta de Condiciones de Vida 2018 elaborada por el Instituto Nacional de Estadística —la última disponible— un 26,8% de los menores de 18 años está en riesgo moderado de pobreza; un 12,4% tiene una tasa alta de riesgo de pobreza y un 5,2%, severa. En total, según ha calculado Save the Children a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2017 y 2018, hay 850.000 hogares —2,1 millones de menores— afectados por la pobreza.
Uno de cada cuatro menores en El Estado Español vive en riesgo de pobreza, esto es, más de dos millones de menores. Así, según este informe «9 de cada 10 madres solas no pueden afrontar gastos imprevistos como comprar unas gafas a sus hijos o afrontar la rotura de un electrodoméstico; el 33,4% de los hogares con adultos de origen migrante tiene retrasos en el pago de las facturas de gas, agua y electricidad; y 1 de cada 5 familias con abuelos no puede mantener la casa a temperatura adecuada».
La tasa de pobreza en estos perfiles es del 72,5% en hogares monomarentales, del 47,2% en familias con menores y abuelos a cargo, y del 36,7% en familias extranjeras. «La privación en la primera infancia se asocia con tasas más altas de trastornos del desarrollo neurológico y mental en la edad adulta»
Nacer en un hogar pobre condiciona de forma muy importante la vida y las oportunidades de las niñas y los niños. Se trata de una situación que empeora severamente sus posibilidades de desarrollo y de éxito educativo y laboral, su salud y sus trayectorias vitales. Los efectos de la pobreza en la infancia no solo afectan a su bienestar en el presente, sino también en el futuro: el 80 % de las niñas y niños que viven en situación de pobreza serán personas adultas empobrecidas.
Más allá de la cifra, la ONG aporta una tipología de los seis principales tipos de hogares españoles, señalando cuáles son los más afectados por la privación material: las familias monomarentales, las familias con progenitores migrantes y las familias que, además de hijos, tienen a los abuelos en casa. «Las personas que viven en pobreza están expuestas a un estrés continuo muy alto. Y los menores que viven en estos hogares lo sufren también».
«Una infancia pobre condiciona tu presente y tu futuro»: «Hay una gran brecha académica. En las familias en riesgo de exclusión social los padres tienen un nivel de estudios inferior —y, por tanto, salarios más bajos o condiciones laborales peores—. Si el menor necesita ayuda con matemáticas o inglés, en una familia con recursos le van a poder ayudar los propios padres o le van a poder pagar una academia de refuerzo. Pero los menores pobres no tienen acceso a este tipo de apoyo».
El estudio añade que «hay otras carencias» que merman el bienestar de un menor como, por ejemplo, «que no puedas irte de vacaciones o que no te puedan comprar unas gafas». «La ausencia material deteriora tu calidad de vida, y conlleva vivir con un estrés económico que afecta al clima emocional de la familia».
Según una investigación publicada en noviembre de 2019 en la revista científica PNAS, «la privación en la primera infancia se asocia con tasas más altas de trastornos del desarrollo neurológico y mental en la edad adulta», conllevando problemas como «déficit de atención o un cociente de inteligencia más bajo».
Además de la presencia de niñas y niños, hay otras situaciones que aumentan la probabilidad de estar en pobreza como tener un bajo nivel educativo, estar en paro o ser extranjero, entre otras. Estos factores se presentan de formas diversas en distintas familias.
¿Cómo se vive sin ingresos fijos? «Vino la crisis, vinieron los niños y se juntó todo, porque necesitas otras cosas y otros cuidados, aumentan los gastos muchísimo... Los últimos años han sido muy malos».
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