Debido a la crisis económica en la que nos encontramos, Elvira y Sotero se quedaron en paro y, al no encontrar otro empleo, no tuvieron más remedio que dejar de pagar el alquiler del piso en el que vivían, ya que no recibían ningún ingreso. Así, tuvieron que ocupar la vivienda del barrio de Pueblo Nuevo en la calle Germán Pérez Carrasco, 45, cuya propiedad es de Bankia. Su objetivo en este inmueble es habilitarlo y cuidarlo, para así poder rehacer su vida con su familia. Tienen un hijo de cinco años y junto a ellos vive también Dorila, hermana de Elvira, con su hijo de tan solo dos meses de edad.
Ante esta situación de necesidad y falta de recursos, la familia pidió un alquiler social a Bankia, pero no recibieron ninguna respuesta por parte de la entidad. Y no solo eso, sino que se han emprendido acciones legales contra ellos haciendo caso omiso a su situación de exclusión social y consiguiendo una orden de desahucio para el día 12 de Febrero a las 7:30h. En este país hay miles de viviendas vacías con las que los bancos especulan, mientras que cada vez más personas se quedan en la calle porque no pueden permitirse pagar un alquiler.
Por todo esto, exigimos que Bankia conceda a Elvira y a su familia un alquiler social que les asegure un techo bajo el que vivir y en el que puedan educar a sus hijos con normalidad. También reclamamos que la entidad retire cualquier posible acción legal contra los miembros de la familia. Mientras Bankia presume de la obra social que realiza impulsando proyectos sociales para personas necesitadas, lo que hace en realidad es echar a familias, con menores incluidos, de sus viviendas. Esto demuestra no solo una falta de solidaridad, sino también una enorme hipocresía.
La vivienda no es un lujo, es un derecho
No permitamos ni un desahucio más
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