Didi, un caso que demuestra el lado perverso de la RVI

Foto archivo. Momento de la concentraciónMarea Roja, Alacant.- La RVI es una ley que está demostrando un lado perverso, ha sido implementada en cuatro modalidades de manera escalonada dejando con ello a muchas personas en la cuneta de manera legal. Es el caso de Didi que la solicitó cuando la cuarta modalidad, complemento por ingresos de empleo, no se había puesto en marcha, se debería poner en mayo de 2020, pero no va a ser así pues en octubre del año pasado incluyó el gobierno de la Generalitat, en la ley de presupuestos, un artículo por el que la aplicación de dicha modalidad se retrasaba a mayo de 2021. ¿Qué le ha pasado a Didi? lee lo siguiente y escucha su audio.

Didi Galesi es una joven madre de tres niñas que trabajaba en una pizzería los fines de semana por 250 euros al mes, con ese dinero, sus únicos ingresos, debía mantener a sus hijas, mantener su casa... mantenerse a ella misma.

Ante esa situación en julio de 2019 se decidió a solicitar la Renta Valenciana de Inclusión, pero los servicios sociales de su pueblo no se la admitían porque se la iban a rechazar y era una perdida de tiempo. Tras meses de intentos y con la ayuda de la Asamblea de personas afectadas por el caos en la RVI logró que en noviembre de 2019 la concejalía de su pueblo la tramitara.

No tardó ni dos meses en contestar la territorial de Alacant denegándosela porque al tener un empleo con el que obtenía los 250 euros mensuales, únicos ingresos para cuatro personas, la ley no contemplaba por ahora ayuda alguna. La denegación le vino comunicada por una carta aséptica (1), escrita por un burocrata aséptico que cobra todos los meses un dinero aséptico, que le permite vivir una vida aséptica. Dio la casualidad que a la vez que llegaba la denegación la despedían de ese maravilloso empleo que le permitía vivir a ella y a sus tres hijas con, ya sabemos, 250 euros.

Se presentó la carta del despido a la consellería para intentar anular la denegación, pero la burocracia es como es y solo podía volver a solicitarla, volver a la casilla de salida.

Y ahí está Didi con su expediente en la territorial de nuevo, pero sin saber cuando cobrará lo que se merece por derecho.

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