El miércoles ha sido un día de reflexión, lecturas, correos y preparativos. En ALSO no se habla de otra cosa: esta noche fiesta sorpresa a Reiner, que se va a trabajar a Berlín, a una actividad de asesoramiento en una institución que le abre muchas posibilidades.
Reiner lleva más de 31 años en ALSO, casi nada, es de las personas que estaban a 40 horas de contrato y más de sesenta de actividad semanal. Como todas nos comentan era una de esas personas puntales; con su timidez que genera tantísima ternura, su capacidad de escucha y su sabiduría de los caminos complejos de los papeles de las prestaciones y ayudas en Alemania. Muchas lo recordamos en el Encuentro de Baladre de Vigo, con Ulf, Andreas, Mijael y Roman. En el local de ALSO, estos días se habla mucho de Diego de Coia que tiene que cumplir su palabra de visitarles, sí o sí.
Esta marcha de Reiner remueve muchas cositas en el grupo; como que algunas de las compas como Roman les da pánico tener que asumir un contrato de 40 horas semanales y sesenta reales. Otras hablan de la necesidad de vivir esta marcha como una oportunidad para modificar el funcionamiento del grupo, abrirse a nuevas maneras de hacer que plantean las más jóvenes y que llevan menos años en el grupo. Igualmente está el déficit de mujeres que en el colectivo, más allá de contratadas puntuales. Así que por lo que vimos y oímos están pariendo una nueva etapa de ALSO.
La Fiesta sorpresa fue realmente un sorpresón para Reiner, tras el último punto de la reunión semanal de gestión, comenzó a aparecer muchísima gente en los locales, se comenzaron a colocar mesas contra la pared y encima diferentes comidas sabrosas, debajo de las mesas cajas de cerveza variadas y alguna botella de vino. Y de repente Sigmund sacó unas notas escritas a mano en un trozo de papel, eran las cositas que cariñosamente le iban diciendo a Reiner, en tono jocoso y de mucho humor, se notaba la emoción en todas, principalmente en Reiner. Luego, se dio paso a regalos, presentes típicos de Oldenburg para que no se olvide de su tierra y de sus compas y finalmente, tarjetas con mensajes y abrazos. Al rato entraba algún antiguo miembro del grupo musical Krisen Festa que no veíamos desde los primeros años noventa.
Y como todo se acaba, llegaron los momentos de las despedidas, primero con George el traductor de Rumanía, que tanto cariño le pillamos en este viaje, casi de seguido su compañera de permanencia y del colectivo de Bremen. Al ratito la otra compita de Rumanía, Kathe, igualmente traductora que se tenía que marchar con rapidez para cuidar a sus dos niñas esa noche. Ya llevábamos dos largas horas de fiesta sorpresa cuando las agujas del reloj daban las 22:30 y se quedaba sola Ruth para seguir compartiendo la guapa tertulia y despedida. Continuando el goteo de despedidas; eso si aclarando que en Mayo nos vemos en el Encuentro de Baladre, sea donde sea (puede que en Alburquerque, allá por Badajoz arriba) y que se concretará en noviembre en Málaga.
Camino de Wuppertal
El jueves amanecimos a las siete como todos los días, lo novedoso era retirar colchones, sabanas, toallas y dejar los dos despachos donde dormimos, igual que están a diario. Después hacer las mochilas y maleta para bajar a desayunar con las primeras currantas de ALSO y personas que asisten a la permanencia. En esta ocasión somos nosotras las que hacemos el primer cafecito, como alguno de otros días atrás, pero rápidamente nos ponen en la mesa de todo: panes, quesos, té,… y nos plantean que hagamos bocatas para el camino. Para las nueve salíamos de ALSO tras abrazos entrañables con Andreas, Sigmund y otras compitas del grupo. Sin prisa llegamos a la Estación del tren para subirnos al primero de los dos que tomaremos esta mañana. El primero es un regional a Bremen, que llegamos en treinta minutos. Y tras cuarenta minutos de paseos por la Estación de Bremen, tomamos el segundo tren, un Intercity a Wuppertal.
Cuando nos sentamos creíamos que podríamos estar en esos asientos todo el viaje, pues no, compitas, resulta que si no compras asiento concretito, pues eso… a bailar de sitio libre en sitio libre, si lo encuentras. Eso nos sucedió hasta en tres ocasiones que tuvimos que levantarnos y esperar a que en la siguiente estación dejaran cerca asientos vacíos, de alucinar. Eso si, las paradas a su hora, con total exactitud. Así llegamos a las 13:12 a la ciudad de Wuppertal, la de la primera fabrica de la BAYER, donde sacaron la famosa aspirina y rompen la vida a tanta gente en medio mundo desde hace mucho. En los andenes estaba Bea, que desde lejos nos saluda y corre hacia nosotras, abrazos cálidos y presentación de su compa de grupo Uli. Charlando nos vamos al coche de Bea y consensuamos comer en un BufferLibre oriental. Durante la comida nos pone al día de como están los previos de la actividad del sábado. Y acordamos ir el viernes a Essen a compartir con Pedro Ángel la movidita de la pasarela Feminista en lo que es un Encuentro Internacional Feminista en esa ciudad con mas de 1.300 personas anotadas. Cerrando el tema con los celulares con el mismo Pedro, acordamos hacer unas mínimas compritas para la cena de esta noche y llevar todo a la casa.
No sabéis nuestra sorpresa al ver una casa tan guapa que tiene más de un siglo de historia. Un edificio que durante años ha sido un espacio de comunidad, de activismos múltiples y convivencias guapas. Tres pisos comunicados por unas escaleras guapísimas de madera, un patio, con jardín cuidado y lindo. Y muchos símbolos de personas activistas que viven en el edificio. Tras el cafecito de rigor, eso si, con pastas,
nos fuimos a dar un largo paseo por los alrededores de la casa, que esta el centro de la ciudad de Wuppertal, un espacio inmenso. Paseando por aquellos caminos escuchamos desde burros a tigres y leones. Eso si, nosotras ni entramos todo lo vimos desde el camino que fue una vía estrecha de ferrocarril reconvertida en recorrido de senderos.
Bea nos da la buena noticia de que Lars, nuestro amigo de Hamburgo llega el sábado y se quedara un día más para compartir esas charlitas interesantes que siempre nos regala. Igualmente contamos con la ALEMAÑIKA de Ángela y su compita.
Mañana os contaremos más sobre este valle de quince kilómetros, que tiene a su laderas la población de 350.000 personas. La cuna del Ferrocarril y la ciudad que está preparándose ante la celebración de los 200 años del nacimiento de Engels. Y los más de cien de su tren elevado, colgante, que pasa por encima de ríos y fábricas y todo entre bosques y naturaleza por todas partes.
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