KAKITZAT, Koordinakunde Antimilitarista.- El 20 de febrero se conmemoró el 35 aniversario del inicio de la campaña de insumisión al servicio militar obligatorio y la prestación social sustitutoria.

Personas que participaron en esta iniciativa de desobediencia civil se concentraron ante el Acuartelamiento Militar de Bilbao, antiguo Gobierno Militar.

En un 20 de febrero de hace 35 años se presentaron ante diferentes Gobiernos Militares del Estado Español 57 jóvenes insumisos; de los cuales once resultaron detenidos e ingresaron en diversas prisiones militares.

Esta forma de protesta se desarrolló desde febrero de 1989 hasta el 31 de diciembre del 2001, fecha en que se abolió la mili. 25.000 jóvenes del Estado Español -12.000 en Euskal Herria- se declararon insumisos como forma de apostar por una sociedad desmilitarizada.

1.670 insumisos terminaron en prisiones militares o en la cárcel a lo largo de los 12 años que duró esta iniciativa de Desobediencia Civil.

Cuando el 31 de diciembre del 2001 desapareció el Servicio Militar Obligatorio, y se dio paso a un ejército profesional, el movimiento insumiso y antimilitarista subrayamos que este hecho no fue fruto de la casualidad; fue un éxito de la población civil y de la movilización, la cual consiguió desacreditar el orden militar fruto de una amplia concienciación.

Con la concentración desarrollada ante el Gobierno Militar volvemos a remarcar que el fin de la mili no era nuestro objetivo último. El actual contexto nos reafirma en nuestra lucha contra el ejército, contra el gasto militar y estructuras como la OTAN; por la conversión de la industria militar en civil; y frente a la fabricación y exportación de armas “Eusko Label”.

Un ejemplo es la guerra en Ucrania o el Genocidio del pueblo palestino. Las empresas de armas vascas mantienen relaciones con las principales industrias militares de Israel: Rafael, Elbit, Israel Aerospace Industries (IAI). Mantienen una fuerte conexión en la fabricación conjunta de diversos programas de armas, especialmente aeronáuticos y de misiles.

Hay que tener en cuenta que el Gobierno español ha autorizado la venta armas a Israel por valor de 40.037.081 millones de euros y, a su vez, aprobó en octubre la adquisición de las plataformas de lanzacohetes SILAM (Elbit), por 576 millones, y los misiles contracarro Spike (Rafael), por 285 millones de euros: 861 para alimentar la guerra de Israel contra Palestina.

A lo que debemos sumar la ayuda militar a Ucrania por parte del Gobierno Español por valor de 320 millones y la financiera en 350 millones de euros.

Por este motivo, con la iniciativa de esta mañana -y 35 años después del inicio de la campaña de insumisión-, personas que participaron en este movimiento, algunas de ellas juzgadas y/o encarceladas por su compromiso antimilitarista, ratifican su compromiso con el…

NO A LA GUERRA y AL EJÉRCITO, ya que:

• La guerra nunca ha sido una solución a los conflictos sino el triunfo de la sinrazón.
• La población civil es utilizada como objetivo militar indiscriminado.
• Sólo supone Campos de Tiro, Acuartelamientos e Instalaciones Militares, Fábricas de Armas, Maniobras Militares…
  
  

CONTRA EL GASTO MILITAR:

• Con la excusa de la seguridad se está dando un alarmante incremento del gasto militar en detrimento de otras partidas presupuestarias destinadas a problemas sociales tan graves como la precariedad, la pobreza, la carestía de la vivienda o el desmantelamiento de la sanidad pública.
• Con estas medidas los únicos beneficiados son la industria armamentística pues se ha dado un notable desarrollo en la fabricación y exportación de armas todo ello en perjuicio de la población civil y sus necesidades básicas.
  
  

Compromiso por la NECESIDAD DE CAMBIOS PROFUNDOS EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES:

• La guerra en Ucrania y el genocidio del pueblo palestino nos demuestran que el actual orden mundial es totalmente injusto y exige cambios radicales a nivel social, económico y político.
• La actual organización mundial es profundamente injusta: 841 millones de personas padecen hambre o 1.000 millones no disponen de una vivienda adecuada.
• Aumenta la criminalización de la disidencia y de los movimientos sociales.
• Se produce un incremento de las políticas xenófobas y estigmatizadoras de las clases populares y una persecución de las personas migrantes.