Titiriteros: esa noble y loable profesión
Por José Iglesias Fernández.- De pequeño quería ser cómico, titiritero, bufón, juglar. Nobles actividades que siempre pensé que se distinguían por un compromiso histórico en defensa de los débiles. Sin perder nunca la sonrisa, la ironía y la crítica socarrona siempre han sido armas que emplean los titiriteros contra el atropello de los poderosos, que no cesan de practicar su terrorismo de clase para lucrarse de las personas más frágiles y desamparadas en cada sociedad. La historia de la humanidad está llena de ejemplos de payasos y trovadores, porque esta historia se caracteriza por el abuso de los poderosos contra los oprimidos. Es la historia de la lucha de clases, decía aquel conocido pensador.