El día de ayer, fue feriado en Chile, ya sabéis que los 15 de agosto son días muy especiales en muchos lugares, en algunos por la gente que trabaja en el Mar y aquí por ser una fiesta nacional, que dicen. Nuestra mañana fue tranquilita, pasado el susto del movimiento, que no terremoto, mañanero. Tres compas se lanzan por el subterráneo de La Alameda, en metro, para llegar a una de las Estaciones de Colectivos de esta enorme ciudad. La temperatura de veinte grados y al llegar comprueban que sólo una boleteria les vende billetes para Mendoza, para el día 21 de agosto.
El rápido paso por Montevideo, sólo 3 días, sirvió para afianzar las relaciones con la gente de allí, más desde lo emocional que desde lo político, aunque también es una forma de hacer política. La llegada fue un poco complicada, porque el vuelo se retrasó, perdí el buquebus a Montevideo, no tenía como comunicarme... pero, como diría Manolo, dentro de la lógica de los viajes. Todo olvidado cuando volví a encontrarme con la gente que, cuatro años atrás, compartimos un cachito de nuestras vidas.
Como ya sabéis hay cinco baladrinas que estamos a punto de cruzar el charco para irnos a enredar un poco con las compas de sudamérica.
Para que tengáis todas la información del viaje os comentamos brevemente algo de lo que está previsto.
Nuestra primera crónica del viaje baladrino a sudamerica curiosamente empieza en el viaje de Galicia a Madrid, que fue de lo más divertido.
El coche de Roi tenia una lucecilla que indicaba algún problema con la batería, pero íbamos tranquilas porque se la acababa de cambiar, de modo que la luz tenia que ser un error... Pero ya os estáis imaginando que no era así y, -al pararnos en Valladolid, el coche ya no arrancó, no tenia ni gota de batería!