Rosario 24, 24, 26, 27 y 28 de Agosto.-. Llegamos a Rosario con ganas de hogar, después de tanto viaje. Mariana y Javi nos recibieron en su casa, y aprovechamos para ponernos al día y conocer a sus simpáticos hijos, Mora y Simón. Luego llegaron el Nano, la Peque y Amelia, con otras dos personas del estado español, y comimos todos juntos un delicioso arroz con verduras.
Después de comer, Manolo, Jessica y Jose fueron a la radio Aire Libre una radio comunitaria del oeste rosarino. Con más de 15 años de trabajo, funciona allí una biblioteca popular y talleres para niñas y adolescentes.
Participamos del programa de radio de las compas Lisandro y Mauro que se emite todos los sábados de 14 a 15 horas y se llama Casa Tomada en homenaje al gran escritor argentino Julio Cortázar y uno de sus cuentos más bellos. La charla fue muy amena dónde nos preguntaron sobre la Renta Básica, la situación actual en Europa, contar que estábamos haciendo en este viaje y algunos otros temas que fueron saliendo. Aprovechamos para invitar y empezar a prepararnos para la charla-debate del que se realizaría el Martes por la tarde en Pichangu Bar una cooperativa dónde la última vez que anduvimos por Rosario junto con Mari y Luis ya tuvimos la oportunidad de estar y compartir nuestras prácticas e ideas.
Luego por la tarde tipo 17 h, previo alojamiento de Jess y Jose en la casa de unos amigos de Javi y Mariana en 2 autos recorrimos un poco la costa de la ciudad dónde el Río Paraná despliega toda su belleza, y supimos de algunas cuestiones que hacen a la ciudad y su historia. Llegada las 18 fuimos en casa de Maria Elena una compañera de Attac, que nos invitó una muy rica merienda con productos elaborados por ella misma y tuvimos la posibilidad de compartir un rato su visión y la nuestra sobre el capitalismo, los altermundismos, los foros sociales y otras yerbas. María Elena es una persona muy sensible y militante con claras contradicciones sobre su organización y además ha conocido a Ramón Fernández y es una fiel lectora de toda su obra. Quedaron allí entonces las puertas abiertas para que en sus círculos ella pueda mover los libros de Baladre con la colaboración de Nano, Javi y Mariana.
Ya se hacía de noche y nos fuimos a disfrutar de una ricas pizzas y cervezas a Pichangú dónde además pudimos escuchar tocar una banda de música latinoamericana, no sin antes pagar el debido derecho de espectáculos. Paseamos allí por músicas de Brazil, Colombia y Bolivia para irnos de a poco algunas más tarde, otras más temprano a descansar a las casas que nos correspondían a cada cual.
El Domingo desde temprano arrancamos para Plaza Ombú con Nano y Esther al volante pues nos esperaban en Plaza Ombú una iniciativa autogestionada de los bordes rosarinos que también Manolo tuvo la posibilidad de conocer y visitar en sendas oportunidades por aquí, un grupo de compas y organizaciones que se disponían a hacer una gira por cada uno de sus espacios para conocerse un poco más, para compartir lo que se estaba haciendo y para enredarse humanamente. Fuimos invitados a esa actividad y vamos adelantando los resultados, fue emocionante y hemos aprendido mucho de semejante afecto, perseverancia y ganas de vivir más dignamente. En bromas pero no tanto las compas de Canarias decían “cuando volvamos vamos a implementar esto de la gira por allí en nuestros territorios”.
Bueno, el día fue movido y muy interesante. Empezando por una ronda de mates, panes caseros (uno de los productos de la experiencia de la Plaza Ombú) y presentaciones.
Juan de Ombú y otras compas contaron como se inició eso, allá por 2001 con una Asamblea Barrial ciudadana de esas que surgían de a muchas por aquellas épocas y la posterior toma de unos territorios municipales para empezar una experiencia que aún sigue allí en el mismo espacio.
La panadería, la huerta, un invernadero para plantines, la biblioteca, una pequeña plaza para las peques y un molino dónde una Cooperativa produce Trigo Integral Orgánico son algunas de las prácticas que lleva adelante este colectivo de gentes amigas de Baladre, pues es la tercer o cuarta vez que pasamos por allí.
Han vencido a la desesperanza, a la atomización y quiebre de muchas experiencias autónomas que según nos cuentan por aquí se produjo una vez reinstalado el sistema institucional y presidencial con toda su fuerza a partir del año 2003, y entrados los años 2004 y 2005. El poder, como en todas partes pero aquí en Argentina un poco más se ocupó de fragmentar, cooptar, dividir y desarmar cientos de experiencias autónomas que existían en cada pueblo, en cada ciudad para restablecer la lógica del consumo, del bienestar, del votar cada 4 años, y de una máxima peronista, “del trabajo a la casa y de la casa al trabajo”.
Los compas de Plaza Ombú, casi en soledad, han resistido estos diez años y con imaginación y humildad han sabido poner en práctica estos de lazos nuevos, miradas nuevas para una nueva sociedad.
Así fue que cuando los compitas terminaron el relato e hicimos una recorrida por el lugar, en varios autos y una camioneta fuimos a conocer distintas experiencias de lucha y resistencia que nombramos en el orden en que las conocimos para no hacer tan larga la crónica.
Estuvimos en el Club San Martín de Zona dónde un grupo de jóvenes tuvo una práctica de huerta, música y juntadas con niños y niñas del barrio pero que hoy fue desplazado por la comisión del club de manera poco pacífica prohibiéndole el ingreso para privatizar las actividades del club. Además los mismos jóvenes nos mostraron la huerta que llevan adelante en terrenos municipales a pocas cuadras de allí.
Luego fuimos al Ateneo Virginia Bolten, una casa abandonada que compas de la FOB, Federacion de Organizaciones Barriales están reciclando para que sirva de espacio para usar para las organizaciones de la zona, lecturas, charlas, prácticas, encuentros... Hoy por hoy están con trabajos de albañilería y plomería, recién empezando...
De allí otras 2 experiencias de la FOB una que llaman 27 de febrero por la avenida que las une, por un lado una gran y muy ordenada huerta agroecológica. Un poco más allá un comedor y sala de reuniones, según nos cuentan las compas del barrio unas 100 personas militan en los 2 espacios, encontrándose en lugares de mucha marginación y miseria. Y un rato después el barrio Cabin 9, en el límite mismo de Rosario. Allí comimos, nos contaron las compas los talleres y actividades que realizan y se notó allí el gran trabajo de educación popular realizado por las compas de la FOB ya que todas las mujeres del barrio que hablaban lo hacían con mucho orgullo, y mucha conciencia reivindicando valores como la autonomía del Estado, la lucha, la organización popular y la movilización callejera para conseguir sus objetivos.
Allí comimos un estupendo arroz amarillo y cargamos un poco de calorcito humano pues todas las presentes nos presentamos, contamos lo que hacíamos y compartimos la esperanza de estar en movimiento. Fueron las compas Jésica, Jose y también Lucía las que tomaron la palabra en nombre de Baladre para explicar porque estábamos allí, y cuanta alegría nos daba encontrar de este lado del mundo gente tan luchadora.
Quedaban 2 experiencias por conocer, ya eran las 4 de la tarde, algunas compas partieron con otros rumbos y nosotras seguimos allí arriba de los autos para seguir acompañando la gira.
Una murga barrial, esta vez en zona Sur de la ciudad, un espacio lleno de vida, con muchas ganas de construir lazos con vecinos y niñas del barrio. A través de la música, el canto y algunos oficios los compas de lo que fue un barrio llamado Itatí y ahora trasladado por la municipalidad dónde los vecinos desde hace 2 años intentan reinsertarse y apoyarse en experiencias como estas para empezar a sentirse parte.
Y por último el Rancho de la Música una experiencia que también recién se inicia de compas que vienen de otras y quieren en una casa que están reparando compartir unos mates, unas charlas con los vecinos para ver por dónde entrarle a la realidad.
Así fue que nos empezamos a despedir llenos de miradas, de abrazos, de palabras de esperanza.
Algunos se bañaron, otros durmieron al menos 5 minutos en un sillón en la casa de Mariana, Javi, Mora y Simón (casa alquilada claro) y llegamos a la noche entre charlas y compartidas para comer unos ricos chorizos, unas hamburguesas y unas verduras asadas que nos permitieran retomar un poco de fuerzas para otro día agitado que nos esperaba el Lunes. Hubo cervezas también debemos decirlo...
Por la mañana del lunes temprano fuimos dónde la terminal de ómnibus pues llega el Sapo, compa de Uruguay que muchas conocemos para compartir con nosotros estos días de enredos, y de allí derecho a una radio rosarina muy escuchada, dónde un periodista-militante Carlos Del Frade nos hiciera una extensa y muy sincera nota acerca de los temas que siempre van surgiendo, la Rbis, la situación del Estado español, la razón de nuestros viajes, la vinculación con Sapo y otras experiencias de sudamérica, etc.
Luego cerca del mediodía casa de los compis de Rosario nos juntamos con Nano y un grupo de amigas para realizar otra recorrida esta vez por experiencias más vinculadas a lo agrario y fuera de dicha ciudad.
Estuvimos entonces en Lucio V López una población a 20 km de Rosario, dónde una familia lleva adelante una experiencia de huerta y organopónicos con el objeto de ir experimentando otras formas de producción y consumo. También han sembrado una hectárea de Trigo orgánico aunque la escasez de lluvia hace peligrar el cultivo. De ser buena la cosecha será procesada en Plaza Ombú con las gentes de Sentaditxs Trigo Sano la Cooperativa que hemos mencionado antes.
Luego fuimos para Totoras ya a 60 kilómetros de Rosario, por la ruta nacional 34 en dónde almorzamos comidas muy ricas como escabeches de gallina, verduras asadas, chorizos, ensaladas y muchos más que en una mesa al sol compartimos con algunas charlas y preguntas que surgieron sobre nuestra pertenencia al Estado español y otras similares...
Allí un grupo de activistas y amigas llevan adelante distintas prácticas vinculadas a la alimentación saludable con una huerta, la cría de pollos, la producción de huevos de campo, un vivero y diversas formas de producir de manera más natural y consumir los productos que allí se consumen. El compis Nano es parte de esas iniciativas y nos ha dado una gran alegría verlo de nuevo andando, haciendo y siendo parte de semejantes experiencias. Recordamos que Nano tuvo la oportunidad de conocer a Baladre, y varias de sus prácticas, personas y grupos y que compartió con nosotras el Encuentro de Barrios del año 2009.
Terminamos la recorrida en el CEA centro de experimentación agropecuaria dónde las compas nos mostraron sus tareas relacionadas con la reproducción de gallinas, la defensa de algunas especies y el acompañamiento a distintas experiencias agroecológicas como la de Totoras.
De allí a casa de Nano, Peque y Amelia (otra casa de compas alquilada) para tomar unos mates, disfrutar de las charlas, recibir la visita de Liber una compa ya conocida de otros viajes por aquí y su familia.
Se amasaron y cocinaron unos ñoquis espectaculares, comida a base de papas y harinas que se acompaña con una salsa roja muy sabrosa.
Dormida en casa de Nano para arrancar un martes de vueltas a Rosario, dónde a las 18 horas estaríamos junto a otras compas en una charla abierta en el bar Cooperativa Pichangú.
Hubo almuerzos, cafes, tes y un poco de descanso aunque con Jessi un poco malita y Lucía también con dolores de oído arrancamos para Pichangú para llevar los libros, nuestras ideas, ganas de compartir y la esperanza de encontrarnos nuevamente con muchas gentes cercanas a nuestras ideas y miradas del mundo.
Fue así que la charla se dio con total naturalidad, con una concurrencia de 38 compas, en un clima muy distendido, con preguntas profundas y muy interesadas en nuestros temas y planteos.
Fueron Jose y Manolo quienes encarnaron las palabras de Baladre, contando desde sus nacimientos, ideas fuerzas, procesos, retrocesos y aprendizajes, hasta una mirada sobre el 15-M, incluso algo que no nos gusta una breve opinión sobre las experiencias conocidas y recorridas y finalmente durante casi 2 horas fuimos dando algunos debates e intercambio de opiniones sobre el capitalismo en general, la situación de la defensa de género, la organización de los de abajo y tantos otros temas que iban surgiendo de las compas que nos acompañaron. Entre amigas, conocidas, personas sueltas, grupos llegó a haber 38 compas y realmente fue una emoción muy grande para nosotras todo lo que se produjo esa tarde-noche.
La mesa con libros atendida por Ester que logró vender entre 10 y 15 textos, el mate que nunca falta aquí en Argentina, las niñas de las compas corriendo y haciendo bullicio por todo el salón, y la mayor libertad de todas para expresar sus angustias, sus propuestas, sus críticas, sus dudas...
Queda contar la recorrida del miércoles por la ciudad, las charlas telefónicas con Eduardo Sevilla Guzmán a quién nos quedaremos un rato más con ganas de ver ya que no estaba bien de salud, la búsqueda de libros para llevar a Chile, pero son anécdotas menores, lo que pasó el martes nos emocionó mucho a todas, nos llenó de esperanzas y según nos cuentan las compas de rosario a ellas también y nos dan entonces mucho gusto y justifica largamente los cansancios, los gastos y las cosas que dejamos al otro lado del mar, semejante demostración de afectos y la perspectiva de seguir enredados.
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