El negocio de la privatización de las fronteras

imagenKoldobi Velasco: "La guerra empieza aquí, hay que pararla aquí"

Gara Santana. luhnoticias.es.- En el año 2021 la empresa española Indra Sistemas S.A, que ofrece servicios de consultoría sobre transporte, defensa, energía, telecomunicaciones o servicios financieros, obtuvo ingresos por valor de 3390 millones de euros. Una cifra récord para la multinacional, ya que con respecto al año anterior ingresó un 8,7% más.

Nos preguntamos a qué se debe este gran crecimiento económico de Indra. Sabemos que en 2005 esta empresa española fue la encargada de construir la tercera valla fronteriza con Melilla y que ganó junto a la ACS de Florentino Pérez y Ferrovial 8 de cada 10 euros que se gastaron en la construcción de las vallas de Ceuta y Melilla.

Indra también ha fabricado sistemas y componentes para las corbetas Avante 2200 fabricadas por Navantia para Arabia Saudí en 2019. La primera, entregada en abril de 2022 en pleno conflicto armado y crisis humanitaria en Yemen, liderada por Arabia Saudí.

Las tres empresas armamentísticas implicadas en la seguridad de fronteras más importantes del mundo son Tales, Leonardo y Airbus y las tres están entre las cuatro mayores distribuidoras europeas de armas en Oriente Medio y el norte de África. Estas tres empresas son las que tienen mayor influencia en la política de fronteras de la Unión Europea de la mano de Indra que han descubierto en el miedo y los muros terrestres, todo un negocio.

Desde LÚH! hemos querido hablar con la activista canaria por la paz, Koldobi Velasco. La activista nos explica que una parte importante de los beneficios de esta empresa española "son a costa de los conflictos, las muertes y las víctimas que provocan los conflictos armados en el mundo y la militarización de las fronteras".

Indra se encuentra entre las principales contratistas de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) y para Velasco, "tratan a las personas migrantes desde una perspectiva securitaria y criminalizadora".

"La guerra empieza aquí, hay que pararla aquí"

Pero, ¿Quién gana en el negocio de la militarización de las fronteras? Velasco lo tiene claro. "El negocio del control y la militarización fortalece y beneficia los negocios de la muerte; el de las industrias de armas, que son las mismas que se benefician del negocio de las fronteras donde se genera más peligrosidad en el movimiento y se violan los derechos humanos". Una industria que obtiene beneficio "de vigilar, detener, encarcelar, deportar, de rescatar, de asistir, de matar, o del neocolonialismo, que refuerzan además esas políticas internas de securitización".

La activista recuerda que 3 de cada 4 armas son posibles gracias a la financiación de bancos como el BBVA, el Santander o la Caixa. "Las mismas armas que expulsan a la población hacia donde las venden, llegan y se frenan con la industria de la seguridad".

"En la militarizaicón de las fronteras gana la industria armamentística, el negocio de la muerte y el negocio humanitario que se enriquece a través de asistir en las fronteras. Negocios manchados de sangre y de los que son especialmente cómplices muchas empresas españolas, los gobiernos o Frontex, cuyos presupuestos crecen mientras se detraen para los elementos esenciales de la vida".

La Europa fortaleza

Para Ainhoa Ruiz, coordinadora de proyectos e investigadora en Centre Delàs d'Estudis per la Pau y en declaraciones ofrecidas para el documental 'Desarmando Indra', la multinacional tiene un papel determinante a la hora de "expandir y consolidar lo que denominados la Europa Fortaleza".Y asegura que todo ello no sería posible sin una serie de narrativas que se utilizan desde sector militares y de seguridad, así como desde algunos sectores sociales y partidos políticos desde donde se intenta instalar el mensaje de que "las personas que vienen de fuera con una amenaza para la seguridad cuando estas personas, lo único que hacen es huir de diferentes tipos de violencia que sufren".

Desde el Centre Delàs d'Estudis per la Pau entiende que Indra tiene mucho que aportar al sector civil y por eso piden que cese su participación en proyectos como los blindados 8x8 o el eurofighter, proyectos que juntos suman más de 15.000 millones de euros. "Entendemos la ganancia de estas operaciones pero el contexto exige una responsabilidad verdadera y comprometerse con aquello que protege la vida".

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