Gijón, ciudad con sal y sin derechos
El pasado martes 22 de julio, un grupo de personas acompañó el paseo guiado por los símbolos del despilfarro en Gijón. La actividad se enmarcaba dentro de la Escuela de Movimientos Sociales "Siempre en paro, nunca paradas", promovida por la coordinación contra la precariedad y el empobrecimiento Baladre.
Empezando en el antiguo astillero Naval Xixón, se guió a propios y curiosos a lo largo de un recorrido por varios ejemplos del modelo desarrollista de la ciudad y sus consecuencias: el Muselón, el plan de Vías, los edificios-escaparate de Poniente o el Muro San Lorenzo... pasando por la privatización del centro de la ciudad.

Si no nos lo cuentan, no podríamos ni imaginar que esta tranquila, amable y pequeña ciudad que nos recibe ahora, Río Cuarto, es el corazón de los agrotóxicos. Miles de hectáreas de cultivos la rodean, dedicados a la producción de bioetanol (que de "bio" sólo tiene el nombre), cuyo costo de producción energético es mayor que el supuesto ahorro energético que suponen. Cultivos hortofrutícolas bañados con glifosato como si de agua de riego se tratase y enfermedades crónicas, malformaciones y veneno que mata lentamente a la población son causa y consecuencia de un mismo modelo energético y de producción. La nueva generación de transgénicos experimentados son las semillas resistentes a las sequías, atrás queda la anterior generación de semilla modificada que expele glifosato. Pero ni las Monsanto, ni las Dupont o Bio Cuatro pueden quedar tranquilas pese a su impunidad mundial, cientos de grupos en todos los continentes hacen frente a este modelo de muerte y en Río Cuarto, no es menos.
El 29 de julio de 2013 el Parlamento de Canarias aprobó el “Plan Sobre la Estrategia Canaria frente a la Pobreza, la Exclusión Social y a favor del Desarrollo Humano 2013-2015′ ” y durante este tiempo hemos visto múltiples publicaciones en los medios de comunicación anunciando que se llevarían a cabo distintas reformas enmarcadas en este plan, como la ampliación del número de destinatarias de la PCI y la facilitación de los trámites para percibirla, un Plan Social de Empleo o una Ley de Vivienda que impida los desahucios y suponga una solución a las familias y personas sin hogar.