En pocas palabras. 15-M ronda.- "Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades" fue durante años la frase predilecta de Rajoy y los dirigentes del Partido Popular para justificar sus políticas.
Pretendían, y en parte lo consiguieron, que las víctimas de sus recortes sociales se sintieran culpables. Sin embargo, lo dicen quienes roban por encima de sus capitales y de nuestros recursos; lo dicen quienes mienten por encima de su desvergüenza y de nuestra ingenuidad; lo dicen quienes atropellan por encima de sus excesos y de nuestras libertades. Y así, hemos llegado al año 2020 con un total de 12,5 millones de personas, esto es, una de cada cuatro personas españolas está en riesgo de pobreza y/o exclusión social.
Por undécimo año consecutivo, la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social presenta su Informe anual de seguimiento del indicador AROPE en España y sus comunidades autónomas, denominado “El Estado de la pobreza” Este indicador señala qué personas están en riesgo de pobreza, en privación material severa y viven en un hogar con baja intensidad de trabajo.
Dentro de las personas en riesgo de pobreza y exclusión social es especialmente dramática, la situación de los hogares monomarentales, pues, casi la mitad, un 49,1% se encuentran en esta situación.
Un hogar está en pobreza severa cuando tiene unos ingresos de 6.417,3 euros por unidad de consumo al año, esto es, cada persona debe malvivir con menos de 281 euros mensuales para el caso de una familia con dos adultos y dos menores, y con menos de 535 euros al mes si vive sola (Encuesta de Condiciones de Vida, del Instituto Nacional de Estadística, julio 2021)
La población que se encuentra en esta situación es un 72% de nacionalidad española, con un nivel educativo medio (53%) o alto (17,9%), y, además, con trabajo (27,5%) y vivienda (95,2%).
En 2020, el 9,5 % de la población española, esto es, 4,5 millones de personas viven en pobreza severa, casi la mitad de la población pobre está en pobreza severa.
Además, una de cada cuatro personas tiene menos de 18 años. Si a estos datos se suma la población entre 18 y 29 años, el resultado es que dos de cada cinco ciudadanos son pobres, un total de un 39,9% del colectivo.
En cuanto a privación material severa, esto es, aquellas personas que viven en hogares que no pueden permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días, mantener la vivienda a una temperatura adecuada, o no tener capacidad para afrontar gastos imprevistos, afecta ya a 3,3 millones de personas. Dicho de otra manera, la sufren casi uno de cada diez niños y adolescentes, una de cada siete personas que viven en familias monomarentales, una de cada cuatro personas extranjeras que provienen de países de fuera de la Unión Europea y uno de cada 20 españoles.
El porcentaje de personas que llegan con mucha dificultad a fin de mes también ha aumentado: pasa del 7,8% al 10% de la población, es decir, 4,73 millones de personas.
El factor de baja intensidad de empleo por hogar agrupa a aquellas personas menores de 60 años que viven en hogares en los que sus miembros en edad de trabajar solo consiguen hacerlo por debajo del 20 % de su potencial máximo. En el año 2020, el 9,9 %, esto es, 3,5 millones de personas viven en hogares con muy baja intensidad de trabajo.
Las personas pobres son, todavía mucho más pobres de lo que lo eran en el año 2008, antes de la crisis económica, a pesar de que el Producto Interior Bruto crezca. Por el contrario, la renta del 20% más rico de la población es 5,8 veces más elevada que la del 20% más pobre.
Juan Carlos Llano, coordinador del informe, señaló: “En términos de privación material severa, la Covid-19 ha tardado un año en conseguir lo que la crisis económica anterior tardó seis en alcanzar, y otros cinco en recuperar”.