Ya comienza a ser un clásico, el día con Guido. En los últimos tres años que visitamos ALSO, tuvimos el día con el compa. Este activista biólogo de formación y asesor/compañero de dedicación, siempre nos tiene preparada una visita que cuesta olvidar en el tiempo.
En esta ocasión a las nueve y media de la mañana, tras desayunar con las primeras activistas de ALSO que van llegando al centro; Guido nos muestra con el cañón, en las paredes blancas, las imágenes de campos de verduras intensivos, se trata de la empresa MÄHLMANN, que si entráis en su pagina web, podréis ver las 23 variedades de verduras que vende, y que limpia y prepara en sus centros de transformación de alimentos de Cappeln, a unos 50 km, al sur de Oldenburg. Es una empresa familiar, donde muchas personas de esa extensa familia están empleadas. Su actividad fuerte es de marzo a noviembre y en ella trabajan en condiciones nada saludables personas llegadas de Polonia, Rumania, Bulgaria..etc. Son las migrantes más desprotegidas que se utilizan, nunca mejor dicho, durante tres meses para atender las verduras en sus distintas fases o retirarlas de la tierra o limpiarlas en las plantas de transformación o empaquetarlas, para llevarlas a los mercados alemanes y europeos. Esos contratos de solo tres meses les permiten a la empresa NO PAGAR a la seguridad social, digamos al régimen general. Solo abonan una cuota fija muy baja. De manera que cada tres meses contratan nuevas personas migrantes. Todo un chollo para la familia Mählmann.
Pero regresemos a la mañana del miércoles, con Guido proyectándonos imágenes de los campos de verduras y explicándonos las condiciones esclavistas de las empleadas migrantes. Tras una hora de ver imágenes y cerrar un plan de visitas. Ya nos subimos al coche de Guido, con Mika de traductora. Comenzamos el viaje en el Job Center de Vechta, cuando llegamos ante el enorme edificio de atención de personas empobrecidas y desempleadas en general, ya un grupo de personas esperaban a Guido, que con rapidez se va con ellas para el interior de las Oficinas del Job center. Mientras nosotras curioseamos por los alrededores del lugar. Vechta es una ciudad pequeña con Universidades tanto publica como privada, no pasa de 40.000 habitantes, y se nota que estamos en la Baja Sajonia, las tierras donde prevalece la cultura católica, el conservadurismo más casposo de Alemania. Pasados unos cuarenta minutos, tras atender preguntas y consultas, Guido conduce su coche al Centro católico Kolping Maria- Friedem. Llegamos a la par que Irina una mujer de Rumania que viene a compartir con nosotras su experiencia de terror y dolor, en la empresa STW (una ETT que contrata trabajadores/as de Rumanía, fundamentalmente para empresas avícolas). Casi sin darnos cuenta estamos sentadas en una sala del centro católico, en una mesa larga, a la reunión/encuentro se suman dos personas más de Rumanía que han sido empleadas de la misma empresa y una cuarta del mismo país que hace de traductora del rumanos al ingles. Poquito a poco Irina comienza a relatar sus vivencias en esta empresa de limpieza de GRANJAS de Aves. La actividad de esta empresa es la de limpiar las granjas, pinchar vacunas y hormonas a las aves, en el menor tiempo posible. Una actividad que hacen en decenas de granjas de toda Alemania. Digamos que desarrollan una actividad externalizada de las granjas. Sus trabajos tenían que realizarse en 40 minutos y para otra granja. Pero volvamos al inicio del relato que Irima lleva escrito a mano, en tres folios. Nos relata como comienzan sus días en esa esa empresa para cualquier empleada, la recogen en una fuegoneta de STW que deben pagar, si leéis bien, pagan 50 € al mes por ser transportadas a limpiar granjas en todo el país; antes pagaban 5 € por día, pero protestaron y consiguieron esa cuota mensual de 50 €. Tiene jornadas laborales de entre 14 y 18 horas, con solo un día de descanso a la semana, cuando no pueden ni tener ese día de descanso. Todo es bajo presión y mal trato, gritos cuando las tareas van mas lentas y lo hace el encargado que es una persona de Rumanía, a modo de latiguero de sus compatriotas. Según va describiendo los días agotadores de trabajo, el cansancio instalado en los cuerpos, LA NO VIDA, en la que se vieron envueltas, nosotras no podemos por menos que sentir rabia e indignación. Ahora ya las tres ex-empleadas describen como tienen que inyectar entre 10.000 y 40.000 aves en muchas granjas, como en ocasiones se pinchan a ellas mismas, tras horas y horas realizando esa tarea. De como las personas que conducen las furgonetas o son nuevas/recién sacado el carnet de conducir o por supuesto, todas ellas van rotas/cansadísimas al regresar a sus casa al terminar las jornadas de tantísimas horas. Recuerdan distintos accidentes e incidentes con esos viajes de regreso cansadas todas ellas de jornadas larguísimas.
Cuando el empresario de STW considera que no le interesas te da firmar un despido voluntario, para las personas de Rumaní que desconocen el idioma alemán es un folio sin más que desconocen que al firmarlo están negando su posibilidad de cobrar prestaciones por desempleo. Todo lo que cuentan nos rompe la cabeza y el corazón, dolor, explotación… pero cuando Irina relata el día que se cayo en una granja, cansada de tantisimas horas de trabajo y se destrozo el codo, solo desea una llorar, abrazarla y darle mimos, a la vez que ganas de machacar al empresario terrorista y mal tratador. Ahora la compañera Irima lleva meses desempleada, tras dos operaciones del codo, sin conseguir la movilidad adecuada del brazo para volver a ser contratada en muchísimos empleos. De seguido la parejita que también nos acompaña relata como les despidieron tras firmar una hoja que no entendían y que era el autodespido, voluntario. Y se angustian cuando hablan que solo les quedan euros para pagar un mes su piso y vivir. Y claro no saben que hacer pues no les dan subsidios por firmar el autodespido voluntario.
Ya son las dos de la tarde y tras comer una ensalada para hacer de tente en pie, nos despedimos de todas las compañeras rumanas y nos vamos a la planta de verduras Mählmann, eso si pasando antes por delante de la empresa de terror en la que trabajaba Irina y sus compatriotas. Un edificio pequeño, donde guardar los líquidos y delante aparcadas esas furgonetas de la muerte que llevan a las migrantes a limpiar y pinchar decenas de granjas de toda Alemania, una tras otra. Es de las empresas grandes de ese sector de limpieza e inyección de Aves.
Tras sacar fotos por el entorno, nos dirigimos a Cappeln, por caminos rurales, entre casas de agricultores medianos y granjas de todo tipo. Al rato estamos delante de las instalaciones de la fabrica de VERDURAS Mählmann, donde tienen explotadas a cerca de 2.400 personas que atienden sus campos de verduras, cultivados de manera intensiva, con purines echados en sus tierras y muchísimos agro-toxicos. Esta empresa de verduras con otras muchas tienen contaminados los campos y tierras de esa región, los acuíferos están llenitos de nitratos. Y hasta Alemania ha sido condenada por el tribunal europeo, por estas practicas de destrucción de las tierras y de contaminación de suelos y acuíferos.
Fue parar al lado de la planta de Mählmann y bajarnos con idea de sacar fotos desde la carretera, cuando una furgoneta con un empleado de la empresa familiar, nos amenazo con llamar a la autoridad. Guido intento sin éxito que nos dejara allí, en la carretera que es publica, pero insistió en llamar a la autoridad, cosa que se puso a hacer y nos llevo a decidir el irnos ante cualquier situación peor.
El regreso a Oldenburgo, es un camino cargado de sensaciones de dolor, de angustia y muchísima rabia. Ni verduras, ni carnes...todo esta contaminado, todo cargado de sangre de migrantes de gentes humildes, que están instaladas en LA NO VIDA. Recuerda una las charlas de Isa Álvarez sobre la soberanía alimentaria, las practicas de Verde Terra de Xativa, con sus producciones agroecológicas y sus cien cajas de verduras sanas, semanales. Y es inevitable el pensar en los textos y reflexiones que están articulando las compitas de Baladre ( Lucia, Isa ta Ruth), sobre QUE COMEN LAS QUE MAL COMEN. Igualmente aparecen en la cabeza las imágenes de las baladrinas de ASDECOBA y sus hectáreas de verduras limpias, en agroecológico. Cuando estábamos con todos esos pensamientos llegamos a ALSO, y el reloj marca las cinco de la tarde.
Allí nos esperaba Willy preparado con las bicicletas para realizar un paseo por el Oldenburgo de la Resistencia, de las etapas que gobernaba en Oldenburgo los fascistas. Mientras las amigas de ALSO tenían su Asamblea semanal. Dos horas largas de recorrer calles de Oldenburgo, que vieron como asesinaban a judíos y gentes de izquierdas distintas; las encarcelaban para llevarlas a campos de concentración. También visitamos la Asamblea Comunitaria de la ciudad, donde Willy recuerda el día histórico que la tomaron contra el Harz IV, donde Mijael dió un discurso defendiendo los derechos sociales y recordándoles a los cargos electos que no iban a permitir perdida de derechos.
Luego nos fuimos a la Universidad publica, que cuenta con siete mil alumnas en ella. Y que tuvo etapas gloriosas de referente de formaciones de izquierdas en Alemania, pero que aquello ya es pasado.
A las ocho de la tarde nos vamos al Bar que estaba pegado a los antiguos locales de ALSO, al otro lado de las vías del tren. Allí tenemos la mesa reservada, en el patio, al fondo, es el lugar de las conspiraciones y los enredos. Allí charlamos con Andreas sobre Mariano y su viaje del 92 a Abetxuko. Pensamos en el próximo Encuentro de Baladre, en noviembre, en Madrid, sale Mariano en las conversaciones, como sin quererlo se va perfilando el viaje del 2019 de las baladrinas a Alemania y en particular a esta ciudad. La noche da paso a las despedidas y a los hasta mañana, con parte de las compitas. Y así es como va cerrándose un día intenso, el dia de Guido y las visitas al sur de la ciudad.
No podemos mas que agradecer a Mika y a….., su trabajito de traducción y acompañamiento. Deseamos y esperamos verlas en noviembre en Madrid. GRACIAS PROFUNDAS Y SINCERAS POR TANTO Y TAN BUENISIMOS CUIDADOS.
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