Colectivo de lucha contra la exclusión ALAMBIQUE.- Un año más llegó el 17 de octubre, Día Internacional de erradicación de la pobreza. Desde ALAMBIQUE hacemos una reflexión y lanzamos una llamada contra la desigualdad y por el reparto de la riqueza.
Una llamada de atención inútil
Un año más llegó el 17 de Octubre, Día internacional de erradicación de la pobreza, acompañado de las declaraciones institucionales y presentación de informes de todos los años. Se puede hacer una consulta rápida a la hemeroteca o a un buscador de Internet y ver como los mensajes son los mismos años tras año.
Tomando los datos del año 2019 de la tasa Arope1, el 24,6% de la población en Asturias vive en riesgo de pobreza o exclusión social (251.863 personas). En ese mismo año dos mil diecinueve las grandes fortunas asturianas mantuvieron sus ingresos o los aumentaron2 considerablemente como es el caso de los Cosmen, dueños de ALSA que ampliaron su fortuna en cien millones de euros o el médico Víctor Madera que la aumentó en 125 millones de euros.
Podemos imaginarnos qué datos resultarán de este año dos mil veinte y afirmar sin duda que serán mucho peores.
Llevamos cuarenta años poniendo el foco en la pobreza, y no paran de aumentar las personas empobrecidas, precarias y la desigualdad con las más ricas. A lo mejor es hora de ir pensando en poner nuestra atención en la riqueza.
En tiempos de pandemia
En este año dos mil veinte, año de la mayor crisis sanitaria, económica y social de los últimos ochenta años, se evidencia aún más la inutilidad de centrarnos en la denuncia de la pobreza, sin denunciar la riqueza y la desigualdad.
Desde el mes de marzo, más gente vamos incorporándonos a las listas de personas en exclusión o riesgo de exclusión y va aumentando la precariedad y el empobrecimiento a la vez que las grandes fortunas se mantienen o salen reforzadas en sus beneficios.
La pandemia ha acuñado frases como escudo social o no dejar a nadie atrás. La verdad es que no somos capaces de entender a que se refieren cuando se concretan en acciones.
Se ha comprobado lo que ya la gente en situaciones precarias sabíamos, las rentas mínimas, el ingreso mínimo vital y demás parches puestos en marcha, son inútiles para frenar la espiral de la exclusión y se utilizan únicamente como remiendo. Remiendo, en el mejor de los casos necesario para el sistema, para que no estalle la situación social. Cumpliendo así el objetivo último de las políticas sociales.
Pero de la misma manera, se presentan como inútiles las llamadas a la generación de empleo o las promesas de crear 800.000 puestos de trabajo en un mercado que lleva años destruyendo puestos y que no va a necesitar más en los próximos años. Los nichos de mercado de moda (tecnología, medio ambiente...etc) no pueden asumir esos miles de puestos destruidos. En el mejor de los caso solo va a necesitar en los sectores de servicios, como la hostelería o el de mensajería, y no hace falta que describamos aquí en qué condiciones. Más precariedad, más pobreza y más desigualdad.
A la vez que se profundiza en la desigualdad y el empobrecimiento, se inyectan miles de millones de euros para que el mercado pueda continuar con sus beneficios.
Poner freno al empobrecimiento y la exclusión
Desde Alambique creemos que la única manera de poner freno al empobrecimiento y la exclusión social que genera el capitalismo y su manera de organizar la vida es mediante el reparto de la riqueza y el inicio de un proceso comunal , donde vayamos organizando nuestra vida en torno a otras referencias distintas a las actuales. Sustituyendo el consumismo, la jerarquía, la explotación...etc por el reparto del poder, la horizontalidad y los bienes comunes3.
Por ese motivo creemos que la Renta Básica de las iguales4 es una herramienta muy útil para repartir la riqueza y abrir posibilidades a ese proceso comunal mediante el fondo común de Rbis y la reflexión y decisión colectivas sobre las necesidades de las personas y los territorios.
La Renta básica de las iguales no es una utopía y la puesta en marcha de su primera fase de implementación que llegaría a esas más de 250.000 personas que viven en riesgo de exclusión es viable aquí y ahora en los presupuestos del año 2021 y con la riqueza existente en Asturies5
Para denunciar la pobreza y la exclusión es hora de denunciar el injusto reparto de la riqueza, la desigualdad y exigir el derecho a una renta básica y mucho más, para no solo repartir la riqueza sino transformar de raíz un modelo económico y social, una forma de vida, injusta para más del veinticinco por ciento de la población asturiana y para más de las tres terceras partes de la población del planeta.
NOTAS:
1. Latasa Arope mide el riesgo de exclusión social. Cada año se publica un informe que da una foto de la situación en el estado español y en Asturias. Puedes consultarlo en https://www.eapnasturias.org/2019/10/22/informe-arope2019-el-estado-de-la-pobreza-en-asturias/
2. Datos recogidos de la clasificación de la Revista Forbes sobre las mayores fortunas del año 2019
3. Invitamos a leer algunos títulos sobre los procesos comunales, como “La sociedad comunal como una alternativa al capitalismo” o “De la Renta Básica de las iguales a la riqueza comunal” de Jose Iglesias Fernandez, “Las políticas de la ecología social :Municipalismo Libertario” de Janet Bhiel y Murray Bookchin o “Confederalismo democrático” de Abdullah Ócalan
4. La Renta Básica para las personas Iguales, es el derecho, individual, universal e incondicional, que tiene cada persona a percibir periódicamente, una cantidad económica suficiente (equivalente al umbral de la pobreza), que le permita cubrir sus necesidades materiales básicas. Una parte de este ingreso económico se dedicaría a constituir un Fondo Común de Renta Básica, destinado a financiar necesidades colectivas (educación, salud, infraestructuras, servicios o equipamientos); y sería gestionado a través de la comunidad, por medio de procesos de participación colectiva
5. Invitamos a leer “Valtar imposibles, construyir utopies. Estudiu de viabilidá de la Renta Básica de les iguales n'Asturies” año 2019, elaborado por la Asamblea Asturias por las rentas básicas y editado por Zambra y Baladre
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