Andarivel decidió que si Directora del ICASS no nos recibe le hacemos llegar nuestras denuncias.

Desde el Grupo Andarivel seguimos denunciando el desbarajuste que han provocado los responsables políticos del Instituto Cántabro de Servicio Sociales (ICASS) en la gestión de la Renta Social Básica.

Llevamos varios meses denunciando la situación en la que nos encontramos las personas solicitantes y perceptoras de la Renta Social Básica en Cantabria, no solo por los cambios en la Ley que  afectaron en junio a 1500 perceptores, sino también por lo que atañe a las nuevas solicitudes. Andarivel califica esta situación de “maltrato administrativo” y consideramos que somete a las personas a situaciones surrealistas que provocan grandes dosis de dolor, sufrimiento y desesperanza.

Denunciamos la interminable burocracia a la que nos somete la Administración, manteniendo en constante vigilancia las personas perceptoras y solicitantes, obligándonos a presentar declaraciones juradas inverosímiles y abocándonos irremediablemente a la suspensión temporal de la ayuda.

¿Y cómo vivimos sin los 426€, señora Isabel Urrutia? Estamos aquí para que después de revisar su golosa nómina, que también sale del dinero público, nos explique cómo podemos sobrevivir si nos quita las migajas que en forma de derechos casi perdidos nos concedía el sistema.

Por eso estamos aquí para que nos vea, para que entienda que no nos puede ocultar ni maquillar la realidad. Somos las 24500 personas que no cobramos ninguna prestación, aguantando a diario la propaganda de este injusto sistema disfrazado de democracia y soportando los abusos de poder de nuestros gobernantes.

Denunciamos la estigmatización de la pobreza: quien intenta acceder a la Renta Social en Cantabria no sólo tiene que ser pobre, es preciso que constantemente lo esté demostrando. Desde Andarivel no nos vamos a callar y continuaremos denunciando estas situaciones mientras no se reconozcan los derechos sociales de las personas.

No nos cansaremos de exigir la derogación de la Ley 2/2012, así como una Renta básica Universal sin condiciones que nos permita vivir dignamente.