5.054 personas han muerto en los primeros cinco meses de 2024 tratando de llegar a las costas españolas: 33 personas al día

Foto: @walkingbordersarainfo.org.- El colectivo Ca-minando Fronteras ha presentado las terribles cifras del monitoreo de víctimas de la frontera occidental Euroafricana desde el 1 de enero hasta el 31 de mayo de este año. 2024 está siendo el más mortífero jamás registrado.

"No podemos normalizar estas cifras. Debemos exigir a los diferentes países que pongan los protocolos de deber de socorro en el mar y la defensa del derecho a la vida por encima de las medidas de control migratorio".

5.054 personas muertas, entre ellas 154 mujeres y 50 niños y niñas, o desaparecidas intentando alcanzar las costas españolas. 33 víctimas de media al día. 47 embarcaciones desaparecidas con todas las personas a bordo. Todos los meses han superado las 800 víctimas. Una cifra muy superior a la registrada el año pasado en estas mismas fechas.

Son las dramáticas cifras recopiladas por el Colectivo Ca-minando Fronteras en su informe "Monitoreo del derecho a la vida en el frontera occidental Euroafricana" que han presentado este miércoles, 12 de junio. Una investigación que ha sido coordinada por Helena Maleno, activistas y defensora de los derechos humanos.

"Este alarmante aumento de la letalidad de las fronteras muestra claramente los efectos de una política más preocupada por el control migratorio que por la defensa del derecho a la vida", advierte Ca-minando Fronteras. En su recuento hay víctimas de 17 países: Argelia, Burundi, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Gambia, Guinea Bissau, Guinea Conakry, Islas Comores, Mali, Marruecos, Mauritania, República Democrática del Congo, Senegal, Sierra Leona, Sudán y, fuera de África, de Pakistán. "Crisis climática, extractivismo y conflictos bélicos son solo algunas de las causas de expulsión del territorio", señalan en el informe.

Los datos que han documentado en estos cinco primeros meses de 2024, a partir de fuentes primarias, comunidades migrantes, familiares, víctimas y organizaciones sociales en terreno, muestran que la ruta Atlántica sigue siendo la más mortífera con un total de 4.808 personas fallecidas, un 95% del total de muertes registradas durante estos primeros meses.

Ante la enorme letalidad de esta ruta, en el informe han diferenciado tres zonas principales de salidas: la zona de costa entre Guelmin y Dajla, con 249 víctimas; la ruta de Senegal, con 959 víctimas donde, según las observaciones de Ca-minando Fronteras, "están descendiendo notablemente las salidas"; y la ruta con salida desde Mauritania, la más mortífera de todas ellas que en este período se ha cobrado 3.600 vidas.

Por su parte, Ca-minando Fronteras relata que las rutas del Mediterráneo han ocasionado 246 víctimas, siendo la argelina del Mediterráneo Occidental la segunda que más muertes registra después de la Atlántica.

El mes de abril fue el mes más letal, llegando hasta casi las 1.200 víctimas, "pero durante todo el periodo analizado se observan unas cifras bastante estables todos los meses, con más de 800 muertes", advierten en el informe.

"La defensa del derecho a la vida por encima de las medidas de control migratorio"

Entre las causas de este incremento tan notable, Ca-minando Fronteras sitúa "los acuerdos bilaterales que ponen el foco en el control migratorio", pero "que no establecen protocolos de colaboración para reforzar los medios de búsqueda y rescate cuando se producen alertas de embarcaciones en dificultades". "A este hecho, se añade que las rutas han permanecido activas incluso con malas condiciones meteorológicas, y con embarcaciones muy precarias", subrayan.

Además, Ca-minando Fronteras destaca que la actuación de los servicios de rescate "sigue siendo muy deficiente", con "prácticas arbitrarias, medios insuficientes, recurriendo al método de las búsquedas pasivas".

Ante esta terrible situación, provocada por la necropolítica, Ca-minando Fronteras recalca que "no podemos normalizar estas cifras" y por eso "debemos exigir a los diferentes países que pongan los protocolos de deber de socorro en el mar y la defensa del derecho a la vida por encima de las medidas de control migratorio". "Y no es tan complicado, es simplemente no dejar morir a gente en las fronteras y poner todos los medios para salvar las vidas de las personas en riesgo", concluye Helena Maleno, coordinadora de esta investigación.

Etiquetas: