arainfo.org.- A la vecindad del barrio del Gancho se le sumaron, en la tarde noche de este pasado viernes, 17 de septiembre, numerosas personas de otros barrios zaragozanos demostrando el apoyo social y vecinal que recibe este centro en una concentración bajo el lema “El Luis Buñuel se queda”.
Tras conocerse la sentencia del TSJA contra el CSC Luis Buñuel: el motor vecinal, comercial y social del barrio de San Pablo en Zaragoza, que desestimaba el recurso de apelación contra la sentencia que declaraba nulos los acuerdos y el convenio de colaboración suscrito entre el Ayuntamiento de Zaragoza y el Centro Social Comunitario Luis Buñuel, desde ‘el Buñuel’ se anunció que se recurrirá la sentencia y se convocó una concentración para este pasado viernes 17.
Así, las vecinas y vecinos del Gancho, a quienes se sumaron personas y colectivos sociales y vecinales de otros barrios zaragozanos, se unieron en una masiva concentración de apoyo al Centro Social Comunitario Luis Buñuel en la tarde de este pasado viernes bajo el lema “El Luis Buñuel se queda”.
En el comunicado leído en la concentración en apoyo del CSC Luis Buñuel se recordaba que “hace unos 10 años algunas vecinas del Gancho tuvimos un sueño. Un sueño que no era tuyo ni mío, era nuestro. Soñábamos con la reapertura del Luis Buñuel, abandonado a su suerte y en un estado lamentable de deterioro progresivo. Soñábamos con un proceso de participación comunitaria que fortaleciera vínculos y tejiera redes de cuidados. Soñábamos con la gestión compartida de un espacio público que pudiera sumar sinergias entre personas autoorganizadas y la administración en pro del bien común. Cuando las pocas vecinas que empezamos con este sueño lo contábamos, muchas eran las voces que nos tachaban de ingenuas, de poco realistas o de estar lidiando con algo mucho más grande y poderoso que nosotras. Tenían razón”.
“Éramos tan ingenuas que confiábamos en que el sueño podía crecer con cada una de las personas que se acercaban a curiosear, a preguntar o a participar en alguna actividad. Éramos tan poco realistas que creíamos que podíamos hacer ‘política de barrio’, organizándonos, actuando y tomando decisiones en los ámbitos que afectan a nuestras vidas”, recalcan desde ‘El Buñuel’, y aseguran que “por supuesto, estábamos lidiando con algo grande y poderoso, las inercias y las dinámicas relacionales que, si no se cuestionan, acaban reproduciendo el sistema establecido de opresión y desigualdad. Pero descubrimos algo: que eso contra lo que luchamos no estaba sólo ahí fuera, sino también dentro de nosotras mismas”.
“El Buñuel nos ha ayudado a crecer, a cuestionar(nos), a reflexionar, a transformarnos. Inevitablemente cuando te transformas, transformas. Si tú te mueves, todo a tu alrededor lo hace también. Estamos interconectadas, dependemos unas de otras. Nos movemos juntas, aunque a veces no percibamos los lazos que nos conectan a otros cuerpos”, relatan ilusionadas las personas del CSC.
El Centro Social Comunitario Luis Buñuel “ha resultado ser un espacio para valientes. Para personas que se atreven a decir ‘no’ a las injusticias, al desequilibrio y al maltrato. Si te quedas en el Buñuel, construyes. Aportas, porque dar es la única manera de estar en paz con tu barrio, con tu pueblo, con tu ciudad, con tu planeta, y contigo. En el Buñuel se defiende lo común, se protege lo vulnerable, se reivindican los cuidados, se pone, indiscutiblemente, la vida en el centro. Celebramos la posibilidad de ser una voz de voces que a veces cantan juntas y otras veces no, pero que se escuchan y, aunque no siempre sea cómodo, crean, proponen y experimentan alternativas en común”.
“No nos vamos a engañar. El recorrido no ha sido, ni es, fácil. Dentro del espacio hemos tenido infinidad de conflictos en los que nos hemos visto reproduciendo el esquema clásico: si yo gano, tú pierdes. Y ahí vamos, buscando la manera de construir relaciones de igualdad y buen trato, desde el 'yo gano-tú ganas'. Hemos aprendido que es imposible no convivir, que el conflicto es inevitable, pero también hemos aprendido que reconocer nuestra diversidad y abrazarla es el gran motor de cambio”, continúa relatando el comunicado, y añade que “desde fuera, las normativas, las ordenanzas o las leyes, nos han dicho que no, que lo que planteamos no se puede hacer. Sabemos que vamos por delante, y estamos convencidas de que tenemos mucho que enseñar a la política institucional”.
“Seguimos caminando en paralelo. Por un lado, vamos a continuar con nuestro Buñuel abierto, acogiendo propuestas, actividades y a todo aquel que quiera participar. Somos un espacio abierto, y seguiremos siéndolo”, anunciaban, así como que “por otro lado, vamos a continuar siendo tan ingenuas como para solicitar una y otra vez el diálogo con la administración, la apertura de nuevos canales de participación, la renovación de la institución hacia estructuras que acompañen procesos de participación comunitaria. Sabemos, por experiencia, que es la apertura, la confianza, la flexibilidad y el amor, lo que hace que dos partes que se viven opuestas se descubran complementarias”.
Por todo ello, desde Centro Social Comunitario Luis Buñuel reiteran que “vamos a recurrir la sentencia en el Tribunal Supremo y a seguir solicitando un espacio de diálogo con la administración, mientras continuamos dando vida y cuidando nuestro territorio-hogar. Hace10 años, intuíamos que no iba a ser fácil, ni rápido. Pero solo los cambios lentos son reales y duraderos”.
“Nos debemos una vida entera de desobediencia a los mandatos que dicen que tenemos que conformarnos con el papel asignado y con las reglas del juego dadas. Aquí estamos, aquí nos quedamos, y seguiremos soñando al abrazo de la fortaleza de la vulnerabilidad comunitaria, porque no hay nada más poderoso que todas nosotras soñando juntas. ¡El Buñuel se queda!”, concluían.