Aquí os dejamos la crónica de la presentación que se llevó a cabo en El Cipren, Circulo de prensa de Córdoba, Argentina, organizado por LA TINTA, del libro de Raúl Zibechi: Los arroyos cuando bajan, los desafíos del zapatismo
La presentación del libro de Raúl comienza con una confesión: Desde una mirada Marxista-Leninista es difícil entender el pensamiento del Zapatismo.
Para Raúl la vivencia fue un impacto fuerte y unas fuertes impresiones como “Perdonar al enemigo”, esta idea no estaba dentro del recorrido del autor. El cambio, el repensamiento nació por medio del contacto y convivencia con el pueblo Zapatista.
Esta reflexión le creo contradicciones pues Raúl no se sentía cómodo con la palabra perdonar, y sintió la necesidad de exponer la idea de éste movimiento en el que no existe la idea de aniquilación.
La convivencia con el pueblo zapatista fue el punto de inflexión para una esta mirada del Zapatismo como transformador de la actual sociedad.
Volver a plantearnos el zapatismo tras diecisiete años de la anterior edición significa repreguntarse el sentido del zapatismo en la actualidad y observar como el apostar por la autogestión y las comunidades etnográficas es un arma transformadora.
En estas comunidades no existe la idea de aniquilar al enemigo: si disponemos nuestras fuerzas en aniquilar al enemigo estamos en un problema grande pues esto implica que nos organizamos como el enemigo. La aniquilación no depende de tener o no tener armas pues la idea de aniquilación también se articula desde la política: La política es la continuación de la guerra por otros medios.
La unión de política y aniquilación del enemigo es un terreno profundamente complejo, pero simplificando, es que dotarse de una organización política con estos fines es una política patriarcal por su cercanía al ejercito. Olvidarnos de que no enfrentarse es una deserción o una rendición, hoy en dia este significado de no enfrentamiento va cambiado y gracias a los movimientos de los pueblos originarios de indigenas, afrodescendientes, los movimientos de mujeres.. la apuesta a la no guerra es una apuesta sólida y estratégica, no sólo coyuntural.
Una tarea fundamental es construir desde la dignidad, empoderarnos, una cosa es tener la capacidad de defenderse y otra la capacidad de destruir al enemigo. Esto es un cambio de paradigma que no es fácil de aprender. Cuestionarse permanentemente lo que se hace, apostar por cambiarse aprendiendo permanentemente
¿Cómo se construye esta idea de revolución?
La idea es transformar el mundo, crear algo nuevo, y la revolución es el medio pero finalmente si la revolución no evoluciona se queda anclada con pensamiento en el poder. Esto es lo que conocemos en el histórico y lo que tenemos anclado. Es el problema del imaginario en trastocar las formas tradicionales, aprendidas
La comunidad zapatista tiene una forma de trabajar que pasa por la comunidad y no por el poder. Una logica comunitaria totalmente distinta con una organización sin división entre mandar y obedecer.
Para poder aplicar esta sociedad nueva hay que tener espacio terreno, la revolución zapatista con la recuperación de tierras, les dio la oportunidad de generar esta re-evolución de construir espacios, producción , comunicación, contención..Se trata de construir y defender, y esto choca con la lógica colonial de conquista de poder.
El movimiento zapatista, tiene un eje fundamental, no quiere gobernar a otros sino autogobernar e impulsar a que otras comunidades a que se autogobiernen. La experiencia de revolución de los pueblos indígenas ha creado una tradición que se encuentra subvalorada.
Escuchar estas experiencias históricas y optar por acumular fuerzas desde abajo construir otras fuerzas de manera autónoma autoorganizada. Crear, organizadas, algo sólido que permita transitar la tormenta actual sin hundirse y conexiones con otras comunidades.. quizá esto podría ser un ejemplo del movimiento zapatista. Una forma diferente de enfrentarnos al mundo actual.
- Inicie sesión para comentar