El norteño es la compañía que nos lleva de nuevo a la gran capital de Buenos Aires, llegamos 30 min. antes de lo previsto y nos tomamos un taxi hasta la casa de Tefi y Ruth en el barrio de Caballito. Ellas están iniciando su día para una nueva jornada laboral y nosotras volvemos cargadas de libros y llenas de emociones por todo lo vivido en estas dos semanas. Desayunamos con Tefi hablando sobre la situación laboral y la creciente vulnerabilidad de las trabajadoras frente a un sistema cada vez más centrado en la eficiencia financiera y dejando de lado la calidad de los servicios.
Hoy también nos levantamos pronto para vernos con Tato. Tomamos juntas unos mates en la sede del ADU mientras compartimos experiencias y reflexiones en torno a la educación popular. Tato es una persona con una gran trayectoria en este campo, alumno de Paulo Freire y gran amigo de Eduardo Galeano, Raúl Zibechi,... es un placer escucharlo entre anécdotas y profundas reflexiones resultado de años y años de trabajo pedagógico en las calles y con los nadies, los ningunos, los ninguneados.
El desayuno arranca a las 08.30h con el Secretario de Finanzas del ADU, Walter, que nos despierta con unos ricos churros rellenos de dulce de leche y cruasanes con crema. Con el estómago ya contento nos ponemos a la faena para preparar el seminario-taller previsto para la tarde en la Universidad de Villa Mercedes, a unos 100 km de San Luis. También aprovechamos para descargar vídeos que ilustren la represión en el Estado Español para el debate que compartiremos con las diferentes organizaciones de San Luis. A las 12h regresa Walter acompañado de Rosita que es la secretaria de Derechos Humanos de ADU. Almorzamos juntas compartiendo inquietudes y reflexiones. Salimos con algunos minutos de retraso camino de la Facultad de Trabajo Social con el ruidoso coche de Walter. El retraso se debe a que preparamos el kit de viaje: dos termos (uno con agua para el mate y otro infusión especial antiresfriado), la matera, la hierba, el portátil y papel para los mocos. Durante el trayecto nos sorprende la presencia de controles policiales en la ruta para verificar la legalidad del transporte de mercancías en vehículos pesados.
Hace ya una semana que salimos cargadas de maletas dirección Buenos Aires, por el camino hemos perdido una maleta con libros, saco de dormir y algunos enseres personales, pero, por otro lado, hemos encontrado grandes personas, organizadas, llenas de energía y rebeldía. El nivel de implicación de los círculos en los que nos movemos nos obliga a estar permanentemente en movimiento, conociendo, descubriendo, compartiendo experiencias y también generando vínculos afectivos y emocionales que nos hacen sentir que existe un mundo nuevo en nuestros corazones más allá de las fronteras físicas y jurídicas.