Este viernes de agosto, comienza a las siete de la mañana: Mariana esta con Simón en brazos, haciendo cositas de cuidados, distintas. Y en minutos se levanta Javi, que señala como tomar el 124 hasta la Plaza Ombú, allí tenemos una cita mañanera con los Juanes. De camino, el colectivo se avería y todas salimos a pasar un buen ratito en la acera, debajo del puente de la circulación, donde están sacando panes diferentes, para viandantes y coches que paran a por los panes para la mañana. Llega el siguiente colectivo y nos subimos, como si nada, se nota que esto de las averías de colectivos es bastante naturalizado, por lo habitual.

Ya a las 8:45 llega Manolo a Plaza Ombú, donde Juan el panadero, no para de hacer pizzas para la Cooperativa&Bar Pichangu, hasta ciento cincuenta diarias. Una recuerda aquellas instalaciones minimalistas y le sorprende todas las mejoras. Al lado está el molino, que tras la llegada de Ailin, comienza a funcionar de continuo, el molino va sacando las harinas que luego ella pasa por un filtro artesanal. Atrás, en el Vivero, me encuentro con Juan, el dentista favorito de cualquier activista de Rosario. De repente a la cabeza vienen los recuerdos de ocho años atrás, cuando conocimos a Juan y su hermana, que es madre desde hace más de dos años. Con Juan es fácil continuar las muchas charlas de años anteriores. Comentamos como fué la charla del día anterior, a la noche, en Pichangu. Las coincidencias de su colectivo, de diez años de vida, con el recorrido de muchos grupos y gentes de Baladre. Tras dos horas largas de charla de nuevo al colectivo y a casita de las compas a calle Perú.

Allí nos encontraremos con Nano y su auto recién lavado para el viaje a Córdoba. Al ratito llega Javier y comienzan a cargar las cajas de libros que llevaremos a Lichi y sus compañeras. Todas recordamos la charlas de Pichangú. Pero eso fue el jueves, a la tarde. A las 19:00 llegamos para montar las mesas de libros, lo hacemos Yanina, una cooperativista de la iniciativa y Manolo. Después llegan Javi y Mariana con la compu y los altavoces. De seguido va llegando la gente para la actividad “30 AÑOS DE BALDRE y más !!!”.

Fue hermoso reencontrarnos con Eduardo Sevilla, Marta, las amigas de Totoras, si la Peque, Nano y sus criaturas. Juanes de Ombú... y así hasta unas veinte personas. Javi pone en marcha la computadora con el video de los 30 años de Baladre y recién terminado, comienzan las preguntas y las respuestas, tras dos largas horas de diálogo y compartir cerramos la actividad, pues el local se fue llenando y tenemos que finalizar para dar paso a cenas y consumiciones diversas. Siempre en Pichangú la sensación es de que estamos en casa y salen nuevas ideas, intenciones y proyectos, tras estas actividades. Ahora esperemos que el tiempo ayude y en esta ocasión, dentro de un tiempito veamos a estas baladrinas de Rosario más enredadas juntas. La despedida fue muy emotiva, dejando en el aire un hasta la próxima, aunque una dude de que eso suceda realmente.

Ya volviendo al sábado soleado, cerrando los preparativos para las seis horas de viaje, en ese cochecito de Nano cargado de cientos de libros. Cerramos esta crónica, señalando que pronto, posiblemente hasta saquemos separadores de libros baladrinos diseñados por Yani, jejeje y que Mariana va a procurar enredar más su grupo de La Trashumante con las Gentes de Baladre y muchas cositas más !! que iremos viendo todas, aunque sea en la distancia y con la ayuda de las redes.