Ramón Fernández Durán: reflexión ecologista y activismo social

portada libroEnric Llopis. rebelion.org.- ¿Pueden hallarse reflexiones de Fernández Durán útiles para el presente?

Más de tres décadas militando en los movimientos sociales, en la izquierda alternativa; urbanista heterodoxo (abordó la crisis de las ciudades, trabajó como ingeniero de caminos, urbanista y en la universidad); miembro de Ecologistas en Acción, fue crítico con la mundialización y la civilización capitalistas (participó en el movimiento antiglobalización).

Ramón Fernández Durán (1947-2011) luchó contra el ingreso del estado español en la OTAN y, años después, la Europa de Maastricht. Cuando falleció estaba trabajando, desde hacía cuatro años, en la obra de dos volúmenes En la espiral de la energía, concluida por Luis González Reyes y editada por Coordinación Baladre y Libros en Acción en 2014 (la segunda parte se dedica al colapso del capitalismo global y civilizatorio).

En noviembre de 2021 Zambra, Baladre y Libros en Acción han publicado la primera edición del libro -de autoría colectiva- Colapso y desorden global. Pensando con Ramón Fernández Durán, de 270 páginas. Participan en el texto 40 coautores.

Ramón Fernández Durán (RFD) “creía que los límites ecológicos, en concreto, el agotamiento de recursos, y muy especialmente de combustibles fósiles, serían los que pondrían fin a la carrera desenfrenada del capitalismo globalizado”, subraya la antropóloga ecofeminista Yayo Herrero en el artículo Lo que solo la sinceridad destroza. Dos referentes para la investigadora son el libro de RFD La quiebra del capitalismo global: 2000-2030 y la Carta de despedida que publicó, entre otros, el periódico Rebelión en 2011.

Ramón era consciente de que los escenarios que se vislumbran para las próximas décadas van a ser duros (…). En los últimos 70 ó 80 años, el sistema urbano-agro-industrial mundial había consumido más de la mitad de los combustibles fósiles existentes”, subraya la activista de Ecologistas en Acción.

También ecofeminista, especializada en intervención sociocomunitaria y miembro de Ecologistas en Acción, Marta Pascual, escribe el texto Juntas. Ingeniería de la interdependencia, en el que reivindica el valor de los cuidados, por ejemplo en un colectivo o asamblea: “Tiene que ver con el respeto y el reconocimiento del valor de la otra persona y de su trabajo, sea poco o mucho”; tampoco se trataría de incurrir en posiciones maximalistas, en el desprecio o la invisibilización del otro; todo ello en un contexto de “explosión del desorden” que ya avizoró RFD (es el título de uno de sus libros, de 1993).

¿Pueden hallarse reflexiones de Fernández Durán útiles para el presente? En Con Ramón, ‘contra el fin de la Historia’, los investigadores Erika González y Pedro Ramiro recuperan una idea, de 2001, del militante ecologista: “La crisis ecológica global solo podrá enfrentarse reconstruyendo lo local en consonancia con el medio, incrementando su autonomía y autosuficiencia (…); la crisis energética que se vislumbra en el horizonte (…) obligará a caminar en dicha dirección” (Capitalismo global, resistencias sociales y estrategias de poder).

La líder del partido de ultraderecha francés Ragrupamiento Nacional, Marine Le Pen, logró en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, celebradas el 24 de abril, el 42% de los votos. Pedro Ramiro y Erika González hacen referencia a otro texto de RFD, escrito hace dos décadas: “El desarrollo de partidos xenófobos, racistas y neofascistas incide también en un paulatino endurecimiento de las estructuras democráticas”.

El luchador y analista, autor de El antropoceno. La expansión del capitalismo global choca con la biosfera (2011) y El tsunami urbanizador español y mundial (2006) abogaba, en consecuencia, por una “denuncia clara de los movimientos de extrema derecha que se oponen en ocasiones a la lógica del mercado mundial”.

El activista Luis González Reyes compartió militancia y trabajo intelectual con RFD. En Colapso y desorden global aborda el alza en el precio de la energía, en general, no sólo de la electricidad. Y conecta este hecho con la elevación –considerada en términos históricos- de los precios del crudo.

El cambio de patrón en el precio del petróleo se produjo en 2005”; fue el año “en que se alcanzó la capacidad máxima de extracción del petróleo convencional”, el que resulta más fácil de extraer y ofrece unas mejores prestaciones, subraya González Reyes. El militante ecologista resalta asimismo las limitaciones de las fuentes renovables, por razones como que se usan para la producción de electricidad, “que en realidad representa menos de una quinta parte del consumo energético global”.

Una de las ideas principales del artículo es que el alza en el precio de la electricidad y la energía no tienen un carácter coyuntural, sino estructural.

Por otra parte, Luis González Reyes comparte alguno de los análisis, en materia geopolítica, de RFD. Por ejemplo, en Capitalismo financiero global y guerra permanente, de 2003, donde “Ramón ya argumentó con solvencia que el motivo central de la invasión estadounidense de Afganistán fue recuperar la credibilidad internacional del dólar y de Wall Street después del 11-S”.

Marga Mediavilla retorna a la cuestión del “pico” del petróleo: RFD fue uno de los primeros en señalarlo, en el contexto del ecologismo hispano; y lo hizo desde una perspectiva sistémica y compleja, de modo que tanto el cambio climático como el “pico” del crudo –escribió- “eran síntomas de un mismo choque contra los límites del crecimiento causado por las dinámicas del crecimiento capitalista”.

Sobre posibles estrategias y el futuro del ecologismo político, Isidro López destaca –en la conclusión de su artículo- otra propuesta de Fernández Durán en La explosión del desorden; se trata de “una nueva práctica política que tienda a transformar la ingobernabilidad en antagonismo, criticando las posturas reformistas que nos hacen creer que es posible la reforma del sistema desde dentro. Para lo cual se señala la importancia de la autoorganización autónoma de lo social”.

Otros coautores de Colapso y desorden global se centran en aspectos como la evolución de los estados en el siglo XXI y la quiebra del “Estado fosilista” (texto del politólogo Jaime Pastor); la conquista del tiempo (artículo del periodista Pablo Elorduy); la exclusión social (Ruth L. Herrero y Diego Lores) o la salud mental en las prisiones (Coordinación Baladre).

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