EN POCAS PALABRAS. Un paseo por el mundo
15-M RONDA.- El poder económico de diez multinacionales es comparable al producto interior bruto de los 180 países más pequeños del planeta. A este ritmo de crecimiento bastará solo con una generación para que el mundo entero esté dominado por grandes corporaciones, como es el caso reciente de la adquisición de Monsanto, por parte Bayer. Monsanto cultiva en la India 12 millones de hectáreas de algodón. En más del 90 por ciento de los cultivos en la India se siembra algodón transgénico BT. Para una parte del campesinado, se trata del algodón de la muerte, pues, desde comienzos del siglo XXI se suicidaron más de 200.000 campesinos en ese país.
Bayer ha tenido juicios millonarios a lo largo de su historia. El más reciente en Argentina tuvo que ver con la droga para el tratamiento del colesterol, comercialmente conocida como Lipobay, que causó la muerte de un centenar de personas físicamente saludables que fueron recetadas con este medica-mento, quedando inválidas de por vida. El laboratorio tuvo que retirar en 2001 este medicamento del mercado en todo el mundo.
El poder económico de Estados Unidos se basa, precisamente, en sus grandes corporaciones. El ex-presidente Roosevelt ya advirtió hace un siglo que la concentración en un pequeño número de grandes empresas acabarían ejerciendo un control tal que pondría en peligro el principio de igualdad de oportunidades sobre el que se fundó la que llegó a ser la mayor potencia del planeta.
Los beneficios en EE UU están al nivel más alto en ocho décadas en proporción a la riqueza nacional gracias al dominio de empresas del sector tecnológi-co como Apple, Google, Microsoft, Amazon o Face-book que se debaten por ocupar los puestos más altos del índice bursátil de las 500 empresas más representativas de la Bolsa neoyorquina, gracias a su capacidad de reinvención para anular a la competencia.
Esta situación hace mucho más difícil que las nuevas empresas puedan despegar. La tasa de nacimiento de nuevas compañías está al nivel de hace cuarenta años. Si a esto se le suma que hay más empresas que mueren de las que nacen, la edad media de las corporaciones crece.
Y no es solo que crezcan a base de comerse a sus rivales. También, están expulsando más personas trabajadoras al paro. Así, los tres grandes fabricantes de coches de Detroit tenían, hace treinta años, 1,2 millones de empleados que generaban 250.000 dólares anuales en ingresos. Hoy hacen el mismo dinero con una plantilla 10 veces inferior.
También están los grandes titanes industriales como General Electric o Bayer, que crecen a base de adquirir a sus rivales. La misma concentración se ve en la banca. Las cinco mayores firmas de Wall Street concentran el 45% de los activos, el doble que a comienzos del milenio.
Así, el valor combinado de las 100 mayores corpo-raciones cotizadas es de 15,6 billones de dólares, es decir 13,9 billones de euros, según la consultora PwC, una cantidad muy próxima a los 17,7 billones de la economía estadounidense. EE UU es el principal contribuyente al grupo, con 54 compañías. Le sigue China con 11 firmas. Hay siete británicas, cinco alemanas, cuatro francesas y cuatro japonesas. España aparece con dos: Inditex y el Santander.
Las grandes compañías de la lista Fortune Global 500 generaron en el ejercicio 2015 ingresos por valor de 27,6 billones de dólares (24,6 billones de euros) y ganaron 1,5 billones (1,3 billones de euros). El 10% de las empresas generan cerca del 80% de todos los beneficios.
El dominio de EE UU podría estar, sin embargo, en cuestión. La lista Fortune Global 500 incluye 156 compañías con sede en países emergentes. Hace dos décadas eran solo 18 empresas y es posible que en una década representarán el 45% de esa clasi-ficación. Eso explica, también, que para sobrevivir frente a nuevos competidores como Samsung o Huawei tengan que crecer aún más.
- Inicie sesión para comentar