El viernes que amanecimos con el Brexit de Gran Bretaña, lo iniciamos en Berlín con unos calores sofocantes. Tras leer comentarios de Tom y otras, por las redes sobre los escenarios nuevos europeos, nos pusimos a concretar las tareas del día. Roberto y Manolo a resolver temas del coche, ponerlo a punto para el regreso, mientras Zialdoka espera la llegada de Aida y Ruth, para hacer las comprar de alimentos para el regreso y hacer la comidita en casa de Frauke.
Ellas se han estado quedando en casa de Fehmi, un proyecto de 10 viviendas en un bloque también en Kreuzberg, en el que conviven con un modo de vida más comunitario gentes de muchas partes distintas del mundo y en el que tienen además espacios comunitarios, como el piso en el que durmieron Ruth y Aida, en el que además de una habitación para visitas tienen una cocina comunitaria y una terraza en la que se juntan para desayunar juntas y compartir experiencias. El piso les queda a casi media hora del de Frauke, por lo que se levantan pronto y van hacia allá, para prepararlo todo ya que esta tarde a las cinco, es el enredo, cerquita de la casa en el mismo barrio.
Con la sensación de estar en el verano Ecijano, Roberto y Manolo se mueven con lentitud, de sombra en sombra por las calles de Kreuzberg, para subirse al coche. Hoy si o si, se pone el aire acondicionado, el termómetro marca 37 grados. Ya subidas a la nueva baladrina de Emiliano, van dando el paseito del día anterior, de Ruth, por el museo del muro y las nuevas construcciones del entorno, al rato se paran en la gasolinera mas baratita del entorno para llenar el tanque y poner el aire adecuado a las cuatro ruedas, llevándose la sorpresa de que llevaban miles de kilometros con las ruedas desequilibradas, sin su presión adecuada. De seguido aparcan en el Parque donde está el monumento a los soldados soviéticos que liberaron Berlín, en lo que fue en su momento la RDA. El paseo es agradable y las conversaciones fluyen, hasta que el teléfono suena, y se llevan una sorpresita agradable, es Asun C. que plantea colocar la propuesta de la Rbis en un informe/propuesta para el Gobierno Canario. Tras colgar el teléfono la conversación se centra en lo que trae consigo el trabajo constante, de décadas sobre la Rbis y muchísimo mas, las sorpresas que nos llevamos, las alegrías y puertas que se abren cuando una menos lo espera. Y todo por estar, por la constancia, enredando sin desmayo, asumiendo que poquitas pueden aportar mucho a los cambios, siempre con otras. Con esas ideas en la cabeza, se suben de nuevo a la baladrina salmantina y van a visitar el Colectivo Babylonia, en la Cuvry str. 23; también en Kreuzberz.
Ya en la Iniciativa política de enseñanza de idiomas, deciden dejar una nota pegada en la pared de la recepción, dirigida a Jose Gutierrez y sus compitas de Babylonia, en la que les comentan su visita y el deseo de contactarse. Terminando de pegar la nota, la profe que estaba dando clase de alemán sale con actitud de pocas amigas, regañándoles por su acción y preguntándoles por quiénes eran, todo cambió cuando se presentaron como gentes de Baladre de Euskal Herria, jejeje. Pudiendo salir airosas de la situación y dejando el mensajito pegado en la pared.
Tras las compras, Ruth y Aida se colocan uniforme imaginario de cocineras y elabora una rica pasta con esas berengenas que resultan tan socorridas y sabrosas como recuerda a todas. Los calores motivan poquito a salir a la calle, así que pasan los 35 grados descansando en casa de Frauke. Cuando andaban en ello se suceden dos llamadas que modifican los ritmos y la tarde en parte. Por un lado Laura de Ronda, que termina la jornada laboral y pregunta cómo llegar a Kreuzberg, para pasar la tarde/noche juntas. Y la siguiente llamadita es de Isa Álvarez, la baladrina alavesa que le acaban de comunicar que se suspendió su vuelo y tiene que quedarse un día mas en Berlín; así las cosas, que en unas horas nos vemos en Mariannen Plz., sentadas en la hierba del parque, que es donde hemos quedado con las amigas de la Oficina Precaria y del GAS (Grupo de Acción Sindical), Pedro y Miguel. A las cinco de la tarde con precisión vasca se encuentran todas en el parque de Marianen Plz. Al ratito llega Susana, con sus pelos azules, peladeando su bicicleta que algun que otro disgustillo ya le ha dado; ella viene de compartir con Roberto la experiencia del 15-M de Tenerife, y tras la experiencia se vino a Berlin, donde en estos cuatro añitos, aprendio el idioma del lugar. Esperamos que tras la visita se anime a enredarse baladrinamente,jejeje.
Y comienzan a darse las presentaciones colectivamente, montando un circulo sentadas en el suelo, reviviendo aquellos distintos momentos del 15-M. Manolo va a por la provisión de helados y agua fría, para seguir con el encuentro/enredo. Pasan los minutos y se suceden las coincidencias, la gente conocida, los lugares comunes. Al rato llega Isa, y Laura cuenta sus dos semanas berlinesas en paralelo a alguna. Hasta que la reunioncilla toma ritmo y va tratando temáticas comunes, sale a colación el trabajo de las amigas de ALSO de Oldenburgo, sugiriendo que deben contactarse, conocerse y enredarse. Después aparece en la conversación la Rbis, su potencialidad diferencias con otras Rentas Básicas, cómo poder implementarla... A la hora larga de reunión en el parque aparece Ana Mina de Madrid, una muy amiga madrileña, de múltiples enredos, es un encuentro emotivo con Manolo, pues hacía cinco años de su último encuentro, en la presentación del libro de Ramón, en La Tabacalera, en abril de 2011. Ella fue la persona que presentó y dinamizó aquella última presentación del libro de Ramón, días antes de su último viaje.
A las tres horas de iniciado el encuentro, deciden hacerse la foto de rigor y continuar en un bar cercano con el enredo. Casi sin darnos cuenta pasamos por la concentración mensual de ciclistas de Berlín, es el último viernes del mes y toca ocupar las calles con las bicis para reivindicar su uso prioritario y la mejora de las infraestructuras para ellas. Son cientos de bicicletas de todas formas y tamaños, bastantes con sus remolques pequeños, que llevan unos buenos altavoces que dejan salir músicas diferentes, creando un ambiente reivindicativo y festivo.
De la cervecita mayoritaria, se van a uno de los canales de Berlín, en el barrio de Kreuzberg, más cerca de la casa en la que duermen Aida y Ruth. Allí está un Kiosko/Restaurante que se nota lugar habitual de Ana y las compas de la Oficina Precaria. Y al ratito de llegar ya estaban sentadas ante diferentes pizzas y algún arroz con verduras. Las conversaciones fluyen, se siguen reconociendo amistades, recordando historias y colocando debates. Poquito a poco se van marchando a dormir, las que antes madrugan. A las once de la noche aún quedaban debates por terminar, Laura, con Ruth y Aida se intercambian reflexiones y opiniones sobre el heteropatriarcado y sus múltiples formas y circunstancias.
Mientras en casa de Frauke, se comparten las ultimas conversaciones del día, con la anfitriona y antes de terminar el día se van acostando todas. El sábado es día de largo viaje, por eso se emplazan para desayunar juntas a las 8 de la mañana y estar en ruta antes de las diez. Deseando que los calores bajen, se van durmiendo una tras otra. Les esperan 17 horas de carretera hasta Irun.
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