El día comienza bien temprano en casa de Mariana, Javi y los peques. Nuestra cita arranca a las 08:30h en un barrio donde nos espera Juan compañero de la Asamblea Ombu pero todo queda en el deseo de encontrarnos ya que no fue posible porque estábamos en lugares diferentes del barrio sin posibilidad de contactar con él. Tratamos de buscar algún lugar con Internet para poder avisarle que llevábamos 45 min esperándole pero no había, así que decidimos regresar a casa. El camino de vuelta en el colectivo nos sorprendía escuchar en la radio permanente la supuesta situación de inseguridad que se vive en Rosario.
Al llegar Javi estaba preocupado porque pensaba que nos había ocurrido algo ya que había hablado con Juan... Por suerte quedó en un desencuentro y volvemos a citarnos para días después.
Para tranquilizar los cuerpos y reponer fuerzas, compartimos gastronomía: unas ricas empanadillas árabes elaboradas por Javi y tortilla de patatas hecha por Mary, Roberto y Mariana.
Por la tarde antes de irnos pasamos por el local a buscar los libros que nos traeremos de vuelta para el Estado español.
A las 18:45 sale nuestro colectivo para Hersilia-Santa Fe, Mariana nos acompaña hasta la terminal y nos quedamos hablando hasta que sale el colectivo.
Aprovechamos el trayecto para descansar y hacer un balance del camino recorrido y propuestas que nos salen para próximos años.
Llegamos al destino después de 5 horas de viaje donde nos espera Tacu con una sonrisa e ilusión por ser las primeras baladrinas que conoce presencialmente, damos un paseo por el pueblito guiados por las estrellas que nos llevan a su casa, cenamos y mantenemos una conversación muy amena donde nos ponemos al día de nuestras vidas y Tacu nos cuenta las actividades que tendremos estos días en Hersilia, nos vamos rendidas a la cama después de un largo día con muchas emociones y trayecto recorrido.
El miércoles nos despertamos descansadas, Tacu nos espera en la cocina con un rico desayuno, estamos encantadas de salirnos unos días de las conglomeraciones y poder disfrutar de la tranquilidad de un pueblo y sus ritmos.
Aprovechamos la mañana para escuchar musica de nuestra tierra que tanto añoramos (queremos quedarnos mucho más tiempo con esta gente tan linda pero también echamos de menos a nuestra gente)
Comemos en la casa de Tacu y nos vienen a buscar Eda, Fernando y el pequeño Cayetano.
A las 16:30 tenemos un encuentro en la Casita por lo que decidimos darnos un paseo por el pueblo de Hersilia, en 20 minutos vas de un lado a otro del pueblo, este se encuentra dividio por las vias del tren que deja dos realidades diferentes del pueblo, todos los días desde hace 15 años recorre las vías el tren rompiendo el silencio del pueblo.
La Casita es un espacio del pueblo que habitan desde el 2001 donde se reunen para organizar actividades principalmente un comedor comunitario, mientras los niños juegan con las bicicletas y la pelota nosotras nos sentamos en el patio dispuestas a profundizar en la historia y presente del pueblo, nos cuentan la poca o nula confianza que tienen en los partidos políticos... prometen y prometen y luego no hacen nada, es inevitable acordarnos de nuestro gobierno y sus políticas.
Nos relatan como en los últimos años se ha agudizado la pobreza, la escasez de trabajo y las muy malas condiciones de las viviendas (para quien tiene la suerte de tener una...)
La Casita les sirve para encontrarse y poder desarrollar de manera comunitaria algo tan básico como la comida.
Nos cuentan como en el 2005 la Trashumante empieza a realizar talleres con los niños y se genera un espacio muy lindo en el pueblo.
Nosotras aprovechamos para intercambiar experiencias de nuestros barrios más empobrecidos y algunas alternativas que llevamos a la practica.
Al salir, Fernando nos invita a una reunión de un grupo de voluntariado, donde conocemos el trabajo que realizan conjuntamente profesores y alumnado.
Comienzan sus andaduras con un obra de títeres de la que salen muy entusiasmadas, entre sus actividades destacan las sesiones de cine acompañadas al finalizar con debates.
Entre sus objetivos está el de visualizar las dos realidades del pueblo, a un lado y al otro de las vías del tren, no es grande el pueblo pero estas vías consiguen que sea una barrera para la relación de unas con otras. Ellas intentan normalizar la situación y tejer comunidad entre todas, aunque quieran incidir principalmente entre jovenes de 13 a 18 años sus actividades son abiertas para todas las edades. Participan también en la cocina comunitaria en La Casita.
Terminamos el día cenando en casa de Rosana, compañera de la Trashumante, también estan Tacu, Eda, Fernando y sus hijos como no podía faltar el tema de la noche es el intercambio de las realidades de Argentina y el Estado español.
No llevamos ni 24 horas en Hersilia y ya tenemos claro que para futuros viajes esta tiene que ser una parada obligatoria, tanto por lo bien que nos han acogido las compañeras como por el trabajo que realizan estas en el pueblo.
Con la última cerveza terminamos de escribir esta crónica y nos vamos a dormir ya que mañana nos espera un día muy interesante cargado de actividades.
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