El norteño es la compañía que nos lleva de nuevo a la gran capital de Buenos Aires, llegamos 30 min. antes de lo previsto y nos tomamos un taxi hasta la casa de Tefi y Ruth en el barrio de Caballito. Ellas están iniciando su día para una nueva jornada laboral y nosotras volvemos cargadas de libros y llenas de emociones por todo lo vivido en estas dos semanas. Desayunamos con Tefi hablando sobre la situación laboral y la creciente vulnerabilidad de las trabajadoras frente a un sistema cada vez más centrado en la eficiencia financiera y dejando de lado la calidad de los servicios.
Nos acostamos un rato porque la noche en el bus ha sido dura: un hombre, tenía que ser, con su ombligazo androcéntrico se creía el rey del bus. Llamaba a familiares en voz elevada, comentaba la película con muy poco respeto al resto de pasajeras que intentábamos dormir.
Tras reposar los cuerpos unas horas, salimos a comprar alimentos para hacer la comida (una rica sopa de verduras que nos recompuso el alma), nos duchamos y lavamos la ropa a mano. Sin darnos cuenta, dieron las 17 h de la tarde y salimos con Ruth para la 3ª Marcha estatal contra el gatillo fácil. Subimos al subte (el metro) y en 10 min llegamos al punto de partida: el Congreso. Allí nos encontramos con Sol y Tefi y marchamos junto a los Hijos del Oeste (organización víctimas del gatillo fácil con la que trabajan las compas de Sembrando Rebeldías). Antes de partir, nos acercamos a la cabecera de la manifestación donde estaban los familiares de los pibes y pibas asesinadas y algunas de las madres de Plaza de Mayo. Los cánticos y gritos eran desgarradores y nos costaba contener las lágrimas. Son todo un ejemplo de fuerza y firmeza para convertir su dolor en lucha y rebelarse ante un sistema torturador y represivo.
El gatillo fácil es el modo de actuar que tiene la policía en los barrios populares: entran con la excusa de buscar drogas y delincuentes y asesinan impunemente a los chavales que no colaboran con ellos o que están organizados en colectivos barriales. Los datos extraídos de la Correpi (Coordinadora contra la represión policial e institucional) desde 1983 a 2015 han sido asesinadas por gatillo fácil y tortura en lugares de detención 4644 personas en su mayoría (70%) jóvenes de entre 15 y 18 años, a día de hoy siguen habiendo más de 200 desaparecidas en democracia, el caso más reciente es el de Santiago Maldonado, un joven de 28 años detenido por la Gendarmería en las protestas por la defensa de los territorios Mapuche y que nunca más se le ha vuelto a ver con vida.
La manifestación finaliza en la Plaza de Mayo, frente a la famosa casa rosada. Una a una van hablando las familias víctimas del gatillo fácil, recordando a sus jóvenes y pidiendo justicia para que cesen las balas. Apuntan también a la responsabilidad del estado y del sistema judicial en la pérdida de pruebas y archivo de los casos dejando en libertad y en su puesto de trabajo a los policías asesinos y torturadores (algunos de los testimonios hablan de descuartizamientos, golpes, asfixias, atropellos,...). Ellos justifican su lamentable actuación en que los pibes están robando o consumiendo droga o reaccionan violentamente a la detención. Durante el discurso se va nombrando a los asesinos y a los jueces que permiten estas atrocidades. El acto final se alarga dos horas más porque son muchas, muchísimas, las víctimas asesinadas, algunas muy recientes donde las madres, hijas, esposas... apenas pueden contener el llanto durante su intervención y entre la multitud se escuchan gritos de “fuerza compañera”, “no estás sola”…
Abandonamos la plaza con las compas de Sembrando Rebeldías dirección a casa de Tefi para cenar todas juntas unos tacos con verduras y carne. La cena transcurre profundizando aún más en la represión, nos explican otra de las reivindicaciones antirrepresivas: el 2x1. Afecta a los militares que asesinaron durante la dictadura y que cumplen condena, se le reduciría a la mitad por buena conducta y otras razones. Uno de ellos, ya goza de este privilegio y eso ha hecho un efecto llamada al resto pero la movilización en las calles, ha hecho que no se aplique aunque sigue estando vigente en la legislación argentina. Por otro lado, hablamos tamién de los feminicidios, que en este país suceden uno cada 18 horas y el fenómeno “Ni Una Menos” ha aumentado la participación de las mujeres en el encuentro nacional que se celebra cada año pero sucede un efecto rebote en los hombres que devuelven con más violencia y agresiones. Nos relatan algunos testimonios, alguno de ellos vividos en primera persona y conocemos el caso de una mujer que sigue en prisión por defenderse de una violación masiva y correctiva (por su orientaciçón sexual) donde asesina a uno de los autores. Sin embargo, el resto de autores no están ni encausados mientras ella espera sentencia por homicidio, es más, no puede ni volver a su barrio por las amenazas que recibe tras matar a su agresor.
Algunas compas se marchan y finalmente nos quedamos cinco brujas conspirando contra el patriarcado y celebrando el cumpleaños de Tefi aunque la celebración oficial será mañana. Nos vamos a dormir, les seguimos contando.
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