Sábado 19, amanece en casa de Gabi y aunque desde la ventana hay sol es un espejismo. Al salir el frío nos invadía el cuerpo, ya que había nevado cerquita. En la ruta nos guía un mapita para llegar al encuentro con nuestro querido Tato, pero nuestro sentido de la orientación en base a cuadras no es muy efectivo y nos perdemos un ratito. Calle arriba, calle abajo y sintiéndonos sin mucho rumbo, de repente aparece una voz que sale de un coche: - Ché ¿son ustedes las baladres?

Sí compitas, era Tato!!!!! Nos salvó de la incertidumbre. Nos adentramos en la amplia casa de Paula y nos ponemos a conversar como si nos conociéramos de toda la vida, nos cuenta el origen y andar de la Trashumante, el vínculo y lo compartido con Paulo Freire y el funcionamiento del trabajo político-pedagógico que llevan a cabo, nos fascina lo que escuchamos, anécdota tras anécdota llega la hora de comer unos ricos raviolis acompañados de vino. Es el momento de compartir nuestras luchas más locales mientras esperamos a que lleguen las compañeras de Ningunas Santas.

Cuando ya estamos todas, nos sentamos alrededor del Mate dispuestas a enriquecernos con la experiencia de las compañeras. El grupo está formado por docentes, alumnas y otras mujeres sin vínculo a la universidad, el grupo surge hace unos 6 años y su ámbito de actuación es dentro y fuera de la Universidad. Dentro de la uni organizan coloquios anuales sobre cuestiones de género, además de las materias en las que ya están ejerciendo. Para ellas es muy importante la incidencia política en el marco normativo que regula la Universidad, esto posibilita pequeños cambios que abren brecha en un espacio tan masculinizado y en el que la lucha feminista no estaría presente sin estas actuaciones.

Compartimos dudas y certezas acerca del feminismo y nos enredamos de cara a seguir compartiendo más de cerca el próximo año.

La aventura no acaba aquí, cogemos un taxi hacia casa de Luis y al ratito nos damos cuenta de que el chofer como que no se ubicaba, vamos que estaba perdido, mientras nuestra angustia miraba el taquímetro, y todo esto acompañado de música electrónica que el taxista no bajaba de volumen… jajajajaja el pibe finalmente tuvo que aceptar su kaos y parar el parquímetro.

Finalmente llegamos a casa de Luis, donde actualizamos el depósito de la distri por estos lugares. Nos despedimos con un hasta muy pronto y nos dirigimos hacia el bus para ir hacia casa de Gabi... paramos una media de 15 a 20 colectivos y ninguno iba en la dirección deseada, hacia mucho pero que mucho frío. Finalmente nos subimos, Gabi nos esperaba con un rico asado, a la cena se suman Walter y Alejandra, compartimos la velada con una linda conversación feminista y otras revoluciones.

Nos vamos a descansar pues mañana partimos hacia Río Cuarto, y los cuerpos ya empiezan a notar el ritmo.