24 de Julio, Cuenca. Temática: Energía

11 h. MANIFESTACIÓN desde los Servicios Periféricos de Sanidad y Asuntos Sociales (c/ Hervás y Panduro).
12:30 – 14:30 h. CHARLA/DEBATE “Energía” en la Plaza de San José Obrero (Barrio “de las Quinientas”).
14:30 h. COMIDA POPULAR en la Plaza de San José Obrero.

cartel

HACIA UN NUEVO MODELO ENERGÉTICO

¿Por qué un cambio de modelo de generación eléctrica?

  • Porque el consumo energético actual se basa en tecnologías contaminantes y agotables, como son los combustibles fósiles y las centrales nucleares. Además, las propuestas de enterramiento o almacenamiento de algunos de los residuos generados (CO2 y residuos radiactivos) no son una solución segura; las nuevas propuestas no están suficientemente desarrolladas, y no está claro que lo vayan a estar nunca.
  • Porque la era del petróleo está llegando a su fin. El pico del petróleo está a la vista en esta década, si no se ha alcanzado ya. Si se cumple la tendencia internacional en este siglo se acabará también el gas y el uranio, y probablemente el carbón.
  • Porque es necesario combatir de forma urgente el cambio climático, ofreciendo un marco que permita una reducción considerable de las emisiones de gases de efecto invernadero de forma que el aumento de la temperatura global no sobrepase los 1,5ºC.
  • Porque el consumo de energía en los países sobredesarrollados es excesivo y sabemos que no conlleva mejoras en la calidad de vida y la salud además de provocar grandes impactos sociales y ambientales en otras regiones generando una inmensa deuda ecológica y social en otras regiones del planeta. Cualquier solución sostenible al problema del abastecimiento de la energía pasa por una reducción del consumo de energía.
  • Porque el control de la generación y distribución eléctrica está en manos de grandes corporaciones multinacionales que actúan con criterios de rentabilidad económica por encima de cualquier consideración ambiental y social. 

¿Por qué eliminar las centrales nucleares?

  • Porque son peligrosas: las centrales nucleares encierran en su interior un peligro inmenso. Los desastres de Harrisburg, Chernóbil y Fukushima –este aún por evaluar en todas sus consecuencias– demuestran que es imposible la seguridad absoluta, y que los daños sobrepasan con creces cualquier supuesto beneficio de esta fuente de energía. 
     
  • Porque no existe solución satisfactoria para la gestión los residuos nucleares producidos: el combustible gastado de las centrales nucleares es un residuo de alta radiactividad, letal por exposición directa y peligroso durante decenas de miles de años: un terrible legado para las generaciones futuras. 
     
  • Porque la energía nuclear es cara: la construcción de un central nuclear supone una enorme inversión (unos 5.200 millones de euros), No está incluido el coste del seguro de responsabilidad civil limitada y el coste de la gestión de los residuos durante miles de años, que lo asumen los Estados. Si se incluyeran estos costes, no se habría construido ninguna central. 
     
  • Porque el uranio es una materia prima escasa. Nunca puede ser alternativa a largo plazo.
     
  • En España se podría prescindir de la energía nuclear en cualquier momento, pues hay potencia instalada de sobra: 105.000 MW frente al máximo de consumo histórico de menos de 45.000 MW, que se produjo a finales de 2010.

Propuesta de generación eléctrica para 2020 de Ecologistas en Acción:

Ecologistas en Acción ha publicado una Propuesta de generación eléctrica para 2020 que se basa en los siguientes puntos fundamentales:

  • La eliminación de los modos con mayor impacto social y ambiental. Según esta propuesta se puede prescindir de carbón, fuel y nucleares en 2020.
     
  • La posibilidad de cubrir la demanda eléctrica en 2020 sin nucleares. Los grandes impactos ambientales de los procesos del ciclo del uranio, el peligro que encierran las centrales nucleares y los residuos radiactivos y su relación intrínseca con la industria militar hacen de las centrales nucleares una actividad que debe eliminarse lo antes posible.
     
  • La urgencia de combatir el cambio climático, que conlleva una reducción drástica de las emisiones de efecto invernadero (45% respecto a las de 1990) para alcanzar un nivel aceptable de seguridad para no sobrepasar el límite de 1,5 ºC a partir del cual las consecuencias serán catastróficas. Para el sector eléctrico la propuesta alcanza reducciones de emisiones del 73% respecto a las de 2009.
     
  • La necesidad de reducir el consumo de energía sin menoscabo de una verdadera calidad de vida. Con esta propuesta se plantea una reducción del consumo eléctrico del 26 %, y un 34,5 % del consumo de energía final. La reducción del consumo eléctrico es menor de lo esperado porque se propone que una parte del transporte, sobre todo de mercancías, se electrifique para reducir los impactos del uso de combustibles fósiles.
     
  • Para cubrir la demanda resultante de lo anterior esta propuesta contempla el uso de energías renovables, hasta un 72 %. Teniendo en cuenta las condiciones de estas tecnologías se hace necesario todavía en 2020 la participación de gas natural en el mix eléctrico como una energía de transición hacia una cobertura 100 % renovable.
     
  • La utilización social de la energía, en la medida en que ésta debe satisfacer las necesidades básicas de toda la población. Esta propuesta es solo de transición hasta 2020, más allá de ese año será imprescindible continuar reduciendo el consumo y profundizando en fuentes de energía más sostenibles.
     
  • Favorecer el cambio de un sistema centralizado de producción de energía eléctrica hacia sistemas de generación descentralizados que permitan un control democrático y social.
     
  • Asimismo la cobertura de la demanda con criterios de sostenibilidad hace imprescindible un cambio en el marco regulatorio primando el control democrático de la energía y su concepción como servicio público, lo que implicaría que una buena parte de las instalaciones pasaran a titularidad pública.