La sequía que no se ve

ImagenEn pocas palabras. 15-M RONDA.- El agua que encontramos en la superficie no es la única vital para el planeta. Lo son igualmente las reservas subterráneas, que mantienen hogares, granjas, industrias y ciudades enteras. Pero los acuíferos, como los ríos, también están sufriendo la sequía.

Los acuíferos son el mayor recurso de agua dulce del planeta, representa el 97%, pero están gravemente amenazados por la sobreexplotación del uso de cultivos - de toda el agua con la que se riega, el 30% proviene de los acuíferos - y el cambio climático. Casi un tercio de los acuíferos a nivel global se está vaciando rápidamente en las últimas cuatro décadas, el agua almacenada en el subsuelo está registrando descenso que llega hasta medio metro por año, según un estudio publicado por NATURE. El Estado español es el país de Europa con mayor sobreexplotación de agua. En total, 1 de cada 4 acuíferos está sobreexplotado, según el Fondo Mundial para la Naturaleza.

Aguas subterráneas, hacer visible lo invisible”, con este eslogan celebra la Organización de las Naciones Unidas, este 22 de marzo, el Día Mundial del Agua, dándole protagonismo a los invisibles acuíferos.

Estas grandes masas de aguas subterráneas se forman a partir del agua que desde la superficie de la tierra se va filtrando a través de materiales permeables. Es importante no solo para la flora y fauna propia de los acuíferos, sino también para ríos, lagos y humedades, a los que le aportan agua.

Entre los años 1980 y 2000, el 30% de los acuíferos estudiados se enfrentan a un agotamiento acelerado en lo que llevamos de siglo XXI y se han identificado disminuciones significativas en regiones como India, California y en zonas concretas de países como el Estado español.

Las extracciones excesivas de aguas subterráneas pueden provocar un descenso de su nivel y, como consecuencia, el hundimiento de tierras, el agotamiento del caudal de los arroyos y el agotamiento de los pozos.

La sobreexplotación de acuíferos amenaza con hundir el terreno donde se asienta el 20% de la población mundial. La principal razón de este hundimiento es el uso insostenible de sus aguas subterráneas. Yakarta, la capital de Indonesia, es el mayor ejemplo en donde en algunas zonas se han registrado hundimientos de 28 centímetros al año. Esta situación ha llevado al gobierno de Indonesia a aprobar la construcción de una ciudad totalmente nueva para trasladar la capital.

Aproximadamente entre 3.300 y 3.600 millones de personas, esto es, cerca de la mitad de la población mundial, viven en contextos altamente vulnerables al cambio climático.

La naturaleza, hasta ahora maltratada por los intereses económicos y la necesidad de crecimiento constante, que representa el actual sistema capitalista, supone una situación de depredación constante.

En el Estado español, según la Agencia Estatal de Meteorología, los dos primeros meses de 2022 han sido los menos lluviosos desde 1961, y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático alerta de que en el Estado español será uno de los países más afectados de Europa por la falta de agua a consecuencia del cambio climático.

Según datos actualizados proporcionados por el Ministerio de Transición Ecológica, en el Estado español hay 353 masas de agua subterránea en mal estado (en lo que se refiere tanto a cantidad de agua como a contaminación) de los 804 totales, lo que se traduce en un 44%. Y de estas, solo 203 (un 25,2%) están en un bajo nivel (estado cuantitativo).

En una situación de sequía, este balance es especialmente relevante ya que, según datos del Instituto Geológico y Minero de el Estado español, estas aguas subterráneas abastecen a más de 14 millones de personas y al 70% de los núcleos urbanos, además de a un millón de hectáreas de regadío. Una amenaza que se hace mucho más evidente en áreas teóricamente protegidas como las Tablas de Daimiel, Doñana o el Mar Menor.

Por otro lado, existen buenas prácticas según el estudio de NATURE indicando que la disminución del nivel del agua subterránea se ha desacelerado en el 20% de los sistemas acuíferos y se ha revertido en el 16%. Y destacan que se ha conseguido gracias a una combinación de reducciones en el consumo de agua subterránea, transferencias de agua superficial y proyectos de recarga gestionados, lo que ofrece una esperanza de cara al futuro.

viñetaimagenviñetaviñetaimagenviñetaviñeta

Etiquetas: