Salvar el presente y el futuro de la vida en la tierra

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En pocas palabras. 15M Ronda.- El coste del gasto militar mundial en 2019 supuso el 10% del producto interior bruto global (PIB). El 10%. Si destinásemos, de este gasto, tan solo el 1% del PIB global a la transición ecológica y a la restauración de ecosistemas podríamos alcanzar los objetivos del acuerdo de París y contener el calentamiento cerca del límite de 1.5ºC. Tan solo el 1%.

Y con el 5%, del PIB global, la mitad del coste de las guerras, alcanzaríamos todos y cada uno de los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas, entre los que se encuentra erradicar el hambre en el mundo o el trabajo infantil, según Mara Niculescu, Partnership Development Analyst, UNDP Europe and Central Asia. Así, el precio de garantizar la seguridad humana es menor que el gasto que supone los ejércitos.

Los presupuestos de los ejércitos no han ayudado a los países a luchar contra la pandemia del COVID-19, precisamente al contrario. Los cinco países con los mayores presupuestos de defensa no estaban preparados y se vieron muy afectados. Estados Unidos, China, India, Rusia y Arabia Saudita juntos representaron casi dos tercios (62%) del gasto militar mundial en 2019, y las tasas de infección de Estados Unidos, India y Rusia son algunas de las más altas hasta ahora.

Las futuras prioridades militares están aún más lejos de las del pueblo. A medida que el planeta se calienta, Estados Unidos, China, Rusia, Francia y el Reino Unido se encuentran entre los países que desarrollan armas mejoradas con Inteligencia Artificial que pueden buscar, rastrear, apuntar y potencial-mente matar bajo el control de algoritmos, no de humanos. Estados Unidos comprometió dos mil millones de dólares en 2018 para desarrollar la próxima ola de tecnología de inteligencia artificial para 2023.

cartelQuizá la prioridad no sea comprar armas, sino plantar bosques y conservar la naturaleza, es lo que se afirma en un estudio publicado en Nature 20 agosto 2020, por Denise García, académica que asesora a las Naciones Unidas sobre el control de armas y los usos militares de la inteligencia artificial y la robótica, que ha sostenido durante mucho tiempo que las naciones deberían priorizar la "seguridad humana para el bien común" sobre el gasto militar.

Para recuperarse de los costos de la pandemia, estimados en hasta 82 billones de dólares durante los próximos 5 años (ver), deberían enfocarse los gastos en la descarbonización, la salud, la educación y el medio ambiente. Un informe reciente de la Comisión de Negocios y Desarrollo Sostenible estima que lograr los Objetivos del Desarrollo Sostenible conlleva crear 380 millones de nuevos empleos para el año 2030.

El Producto Interior Bruto durante cinco años de COVID-19 podría oscilar entre, una pérdida optimista, de 3,3 billones y 82 billones de dólares, en un escenario de depresión económica, dice el Centro para el Estudio del Riesgo Existencial, un centro de investigación de la Universidad de Cambridge creado para el estudio de posibles amenazas catastróficas causadas por la tecnología presente o futura.

Sin embargo, este estudio señala que hay que enfocarse en lo que realmente nos amenaza y que cambiando prioridades de inversión hay dinero suficiente, a través de estas cuatro propuestas:

  1. Detener la carrera armamentística. Es hora de firmar un acuerdo internacional vinculante para frenar el gasto en nuevas armas y más armamento.
  2. Liquidar de raíz el tráfico de armas para desactivar las amenazas terroristas y los genocidios.
  3. Redirigir una gran parte del presupuesto militar para asegurar el cumplimiento de los acuerdos de París.
  4. Reinvertir el presupuesto en los objetivos de desarrollo sostenible para 2030.

Erradicar la pobreza, combatir la desigualdad y crear millones de empleos verdes está al alcance de nuestra mano. Solo tenemos que coger el dinero que gastamos en matarnos e invertirlo en salvar el presente y el futuro de la vida en la Tierra.

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