Mohamed Said Badaoui: “Si no fuese una persona musulmana no se me estaría criminalizando”

imagenarainfo.org. Aisetou Kajakeh.- El activista se encuentra recluido en un CIE pese a no estar en una situación administrativa irregular. Todo se desmoronó cuando solicitó, después de 30 años en Reus, la nacionalidad.

Desde que solicitó la nacionalidad española cuya respuesta fue una denegación junto a una orden administrativa de expulsión, alegando radicalismo salafista, para Mohamed Said Badaoui, todos los días son una lucha contra la islamofobia.

Lleva residiendo en Reus más de 30 años, es presidente de la Adedcom y durante cinco años fue el portavoz de la mezquita As-Sunnah de Reus (Tarragona), que estuvo señalada hace varios años por Interior como foco de “célula radicalista salafista”.

Durante años ha ejercido un papel crucial en la mediación y en la buena convivencia interreligiosa e intercultural en Reus, reconocido por el propio ayuntamiento. El martes 18 de octubre, junto Amarouch Azbir, fue detenido cerca de su domicilio, en un principio para ser deportados desde Madrid y luego devueltos a Catalunya. Amarouch quedó en libertad condicional, visitando de forma periódica la comisaría de Vilanova i la Geltrú y Mohamed recluido en un CIE sin estar en situación administrativa irregular.

La entrevista la hacemos hablando por teléfono desde el CIE de la zona Franca.

¿Cómo te encuentras?

Pues dentro de lo malo, Alhamdulillah. Estoy con la preocupación diaria y la angustia de no saber lo que me depara el futuro, si seré expulsado o no, si saldré del CIE o estaré los dos meses que ha dictado el juez aquí.

Vaya, porque el proceso hasta este punto, desde luego, es angustioso. Desde tu detención junto a Amarouch, en un principio estuvisteis incomunicados, ¿cómo llevaron vuestras familias esa situación?

Pues con mucha preocupación. Desde el primer día que fui detenido, tuve la opción de llamar a mi abogado y a mi familia. Sin embargo, al día siguiente fui trasladado a Madrid junto a Amarouch y desde aquel entonces no nos dejaron comunicarnos con nuestros abogados ni con nuestras familias y tampoco la policía les notificó el traslado.

Fue un momento de bastante incertidumbre, de que no supieran si seguíamos aquí o si habíamos sido expulsados. Hasta el viernes de esa semana nadie tuvo constancia de lo que había sucedido.

En ese momento se interrumpe la conversación por un sonido de megafonía, volviéndome a la realidad de que la conversación que estábamos teniendo era desde un CIE. Desconcertada me quedo durante un momento en silencio.

Vaya, muy bien.

Es lo que tiene estar en un CIE, en algún momento de la conversación nos vamos a ver interrumpidos por el sonido de la megafonía.

Claro, un CIE por mucho que lo llamen Centro de Internamiento no deja de ser una cárcel.

Sí, sí, por mucho que se maquille como Centro de Internamiento para Extranjeros, no deja de ser una cárcel para extranjeros.

Lo sorprendente de todo esto, es que teniendo un permiso de residencia permanente en España…

Se vuelve a interrumpir la conversación por el sonido en megafonía.

Lo más llamativo de todo el caso es que, teniendo un permiso de residencia permanente y un arraigo, ¡estés internado en un CIE! Cuando se supone que la existencia de los CIES es para recluir a personas en situación administrativa irregular. Por lo que estás pasando es algo totalmente inusual, ¿tienes constancia de si hay casos similares al tuyo?

Pues por lo que sé, tanto por parte de trabajadores del centro, asistentes de entidades como Cruz Roja, trabajadores sociales y policías, mi caso es el primero que pasa por este centro. Que una persona documentada se encuentre recluida en un CIE, legalmente no tiene ningún sentido, que esté internado aquí, porque como bien dices tengo un permiso de residencia en vigor. Tengo arraigo social, estoy casado, familia, casa, trabajo fijo… Tengo el arraigo que hace falta para demostrar que no me voy a escapar ni fugar y que me pueden localizar en cualquier momento. El día que me detuvieron, me detuvieron cerca del portal de casa.

Claro, en otros casos de represión a activistas que han sido represaliados, los detuvieron en una cárcel, o se les limitó la libertad de movimiento, además de exigir el pago de multas. En el caso de Amarouch lo han dejado en libertad, pero periódicamente tiene que ir a comisaría. Pero tú estás en un CIE.

No tiene ninguna lógica y legalmente no se sostiene por ningún sitio. La diferencia entre Amarouch y yo es que, al parecer se ha querido castigar a la persona que ha denunciado y reivindicado. Por mi parte, he recibido apoyo institucional desde el ayuntamiento de la ciudad donde resido, así como del Parlament de Catalunya. Por lo visto no están dispuestos a dejarme en libertad después de toda la denuncia y reivindicación que se ha hecho. Es una represalia por denunciar las injusticias que vivimos.

Totalmente. Tu papel principal es como agente relevante en el diálogo interreligioso e intercultural en la ciudad de Reus. Sin embargo, se te acusa de yihadismo, radicalización y adoctrinamiento a la juventud. También cabría señalar la importancia de la juventud, porque parte de la comunidad musulmana está compuesto por hijas e hijos de personas migradas, y la existencia de iniciativas sociales cuyo eje central es la temática religiosa, te convierte en un agente de mediación y referencia. Para los jóvenes, que son minoría religiosa o los que conviven con esa minoría, las crisis de identidad en el contexto catalán y español son muy comunes. Esto te convierte en un buen agente de diálogo interreligioso y, además, esencial para la buena convivencia. Pero se te acusa de adoctrinar a la juventud sin pruebas.

Sí, sí. Los años que estuve al frente como co-portavoz de la mezquita fue para que la gente supiera qué es una mezquita, qué se hace en una mezquita. Participé con diferentes entidades de la ciudad, facilité visitas con asociaciones de vecinos y de otros caracteres sociales; el mismo ayuntamiento, para que conocieran la mezquita como un lugar más de culto. Hasta entonces, no se había hecho ese trabajo.

En mi presencia en la junta se realizó el trabajo de mostrar que una mezquita es un lugar más que participa de la vida de la ciudad, además de recibir reconocimiento. La comunidad musulmana es un tejido social más en la población civil. El ayuntamiento de mi ciudad mostró toda la actividad que estuve haciendo en un comunicado, que es totalmente contrario a lo que dice mi acusación. Me parece lamentable que los jueces no contemplen las pruebas que se están aportando desde las propias administraciones para alegar que lo que mi acusación es totalmente injusta; es una manipulación y una criminalización hacia mi persona.

¿Desde qué sector de Interior crees que vienen estas acusaciones?

Bueno, creo que el temor era que yo obtuviera la nacionalidad española, ya que todo esto que está pasando surge a raíz de haberla solicitado y se me denegó alegando que soy una persona radicalizada para luego llegar a la expulsión administrativa. Todo esto es para evitar que yo llegue a obtener la nacionalidad, el informe alega que yo tengo pretensiones políticas, cómo me comentó una periodista del diario El País que pudo acceder a fuentes oficiales.

Pero en otras entrevistas mostraste que no tienes pretensiones políticas, no estás relacionado con ningún partido, ni has mostrado interés en participar en política institucional. Comenzaste a aparecer en las instituciones para defender y denunciar la acusación de salafismo además de la orden de expulsión. ¿Qué papel ves que está jugando la islamofobia en tu represión?

La islamofobia está desde el primer momento, estoy segurísimo de que si no fuese una persona musulmana no se me estaría criminalizando de la manera que se está haciendo. Utilizan herramientas que desprestigian y manchan la imagen de cualquier persona musulmana; se habla de radicalismo, adoctrinamiento, yihadismo… se usan esas palabras para acusar sin prueba alguna, para manipular y ejercer temor sobre la sociedad y la gente que te pueda apoyar.

Sin ninguna duda, hay islamofobia en mi caso y detrás de todos los casos de personas que se les acusa de radicalismo sin una explicación y se les acaba expulsando. Se hace un copia y pega de acusaciones que son muy genéricas.

A todas las personas que se les aplica una orden administrativa de expulsión se les criminaliza de la misma manera: salafistas, radicales, adoctrinamiento, que enviamos mensajes de odio, yihadistas… Se te acusa de todo esto sin ninguna prueba que respalde todas esas acusaciones. Sin duda, si no fuéramos musulmanes practicantes, no pasaríamos por todos esos procesos.

Totalmente, no olvidemos que la islamofobia es una hostilidad infundada que provoca miedo y disgusto hacia el islam y hacia los musulmanes. Hablan de salafismo sin concretar qué es el salafismo, como el fundamentalismo ha distorsionado el significado de la palabra “yihad”, cuando significa “esfuerzo” provocando miedo. Lo peor de todo, después de la década del 2010 con los ataques de Al-Qaeda o de ISIS, cuyos ataques no iban únicamente hacia personas no musulmanas sino también hacia los propios musulmanes, han creado un caldo de cultivo que ahora mismo esa islamofobia está yendo hacia ti con esas acusaciones. Como bien dijiste en una entrevista, supuestamente tu radicalización comenzó hace 10 años, ¿por qué ahora vienen esas acusaciones y orden de expulsión estando en la actualidad en 2022?

Cierto, si soy un radical y un peligro para el estado, ¿por qué no se me expulsó en 2010? ¿Por qué viene todo esto a raíz de solicitar la nacionalidad española? Se me quiere impedir que sea un ciudadano de pleno derecho y que pueda acogerme a derechos constitucionales, como votar. ¿Por qué supongo un peligro siendo musulmán?

El salafismo, la yihad, se ha demonizado, se ha sacado todo de contexto y no hay un interés de querer explicar que significa todas esas palabras, todo con el objetivo de provocar todo ese miedo y rechazo hacia el islam y los musulmanes.

¿Qué expectativas de futuro tienes? ¿Seguirás con tu papel de agente social de mediación intercultural e interreligiosa y buena convivencia en Reus? ¿O esto te ha llevado a una desmotivación por la persecución que se te está haciendo además de que alegan que tienes pretensión de llevar un islam “político”? ¿Has considerado dejar el activismo?

La verdad es que muchas personas, familiares y amigos, me han pedido que me replantee el trabajo y la lucha que he estado haciendo de dar a conocer al islam, lo que es realmente un verdadero islam y que conozcan a la comunidad musulmana; de trabajar conjuntamente para buscar objetivos comunes, y la verdad, no me veo haciendo otras cosas que no sea esta, forma parte de mi ser, el hacer dentro de lo que están en mis manos por la buena convivencia, el combatir las injusticias que puedan vivir la gente migrante como las personas musulmanas.

No creo que deje de hacer lo que estaba haciendo y trabajando, a pesar de lo que estoy pasando y el cansancio y sufrimiento que conlleva. Tengo que decir por otra parte, que gracias a Dios he visto que mis acciones han sido muy bien valoradas y el apoyo institucional que estoy recibiendo, que no es fácil que alguien como yo, una persona musulmana reciba este apoyo del Parlament de Catalunya. El trabajo que he estado haciendo es un trabajo que hace falta y necesita de su continuidad, que somos musulmanes y que no representamos ningún peligro para la seguridad nacional y el seguir denunciando las injusticias que recibimos por parte de las instituciones.

¿Crees que han vinculado tu activismo con el independentismo y es otra de las razones por las que se te ha criminalizado?

Sí, se ha vinculado y sólo hace falta ver a la extrema derecha y sus medios como vinculan mi trabajo y mi activismo con el separatismo catalán. Parte del apoyo que estoy recibiendo son de partidos separatistas, pero hay partidos no separatistas como Común Podem que también me están dando apoyo. El PSC en el ayuntamiento de Reus también mostró su apoyo y también es un partido que no es separatista. Desde la extrema derecha y la policía han hecho esfuerzos de vincular el separatismo conmigo para poder justificar de alguna manera que supongo un peligro para el estado.

¿Has recibido apoyo por parte de partidos de izquierda que no estén en Catalunya? ¿O no han cuestionado las acusaciones de radicalismo que se te están haciendo? ¿Has notado islamofobia por parte de esos partidos? Porque gran parte de la izquierda está denunciando parte de las cloacas del estado que están persiguiendo a activistas y políticos que hacen un trabajo por la búsqueda de la justicia social.

No tengo constancia de si estoy recibiendo apoyo a nivel estatal por parte de la izquierda. El no apoyo claro que sí veo es por parte de Vox, pero de otros partidos ni una postura a favor o en contra. Todo el apoyo que estoy recibiendo son de partidos catalanes, que son los que conocen el trabajo que he ido realizando aquí en Catalunya. Pero me habría gustado que el PSC hubiera sido más valiente en su postura, no únicamente a nivel municipal, porque sí apoyaron el comunicado que se hizo desde el ayuntamiento de Reus por mi labor en la convivencia, pero me hubiera gustado haber visto su apoyo en el Parlament de Catalunya.

¿Notas que, para recibir apoyo por parte de partidos de izquierda a nivel estatal, la islamofobia es lo que pesa?

No podemos olvidar que hay una parte de la izquierda que es islamófoba, hay que seguir trabajando para desmontar la islamofobia. Parte del sector de la izquierda, tanto partidos como votantes, cuando se trata sobre el islam y los musulmanes, como que se lo piensan si dar apoyo y acompañamiento. Siempre que se habla con la izquierda algo que tiene que ver con el islam y los musulmanes se dice: “Primero tenemos que verlo”.

Si se habla sobre vulneración de derechos o de racismo parece ser que se es más receptivo que hablar sobre los derechos de las personas musulmanas. A la hora de denunciar la islamofobia por parte de la izquierda, tienen siempre ese debate interno de dar apoyo o de no dar apoyo. La islamofobia ha calado muy bien en la sociedad.

Por lo que dices, las personas musulmanas estamos ante un gran reto de desmontar la islamofobia para que se vea que también sufrimos vulneración de derechos civiles y deshumanización. El hecho que procesamos otra espiritualidad no quiere decir que somos “monstruos”.

El Parlament de Catalunya, a la hora de hacer la declaración institucional en mi apoyo, fue la primera institución de relevancia, que reconoció y habló de islamofobia, tanto estructural como estatal. Muchas veces, el mismo estado o la administración no reconoce la existencia del racismo institucional y mucho menos la islamofobia de estado. Ese reconocimiento es un gran avance, tanto por la buena convivencia y por el acceso al reconocimiento como ciudadanos en igualdad.

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