Cambio climático

El cambio climático es ya un negocio

viñetaEn pocas palabras. Una tierra que agoniza

15-M RONDA.- Empresas y fondos apuestan por industrias que se beneficiarán del aumento de las temperaturas. El negocio abarca desde energías renovables hasta sistemas para manipular el clima. En Suiza hay 50.000 millones de francos invertidos en fondos asociados al calentamiento global. El poder de los grupos de presión empresariales tiene como resulta-do políticas que agravan la injusticia social y la destrucción ambiental en todo el mundo. Así, entre 2005 y 2006, el volumen de mercado de derivados climáticos se disparó multiplicándose por cinco: de un valor total de 9.700 millones a 45.200 millones de dólares. Así, en los últimos diez años los inversores han recibido más dinero por este negocio que por el petróleo, el gas o las materias primas en algunas bolsas bursátiles.

TTIP: energía y cambio climático

foto¿Es factible reducir las emisiones a la vez que se negocian tratados de libre comercio, como el TTIP o el CETA? ¿Qué tipo de modelo energético fomentan estos tratados? ¿Ayudará a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero o supondrá un aumento de éstas? En definitiva, ¿es compatible el TTIP con la lucha contra el Cambio Climático?

Un planeta en riesgo de colapso por la economía de mercado

fotoEn pocas palabras. Una tierra que agoniza

15-M RONDA.- Que la Tierra se está calentando es ya incuestionable. “El calentamiento en el sistema climático es inequívoco. La atmósfera y el océano se han calentado, los volúmenes de nieve y hielo han disminuido, el nivel del mar se ha elevado”. Así resumía el estado del planeta el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU. Los seis primeros meses del año han sido los más cálidos jamás registrados en la Tierra. Y varias agencias oficiales internacionales fijaron 2014 como el año con la temperatura media más alta. España tampoco es la excepción: este verano se ha vivido la ola de calor más larga y el mes de julio más caluroso.

Cuando la riqueza está en dejar el petróleo bajo tierra

fototiempodeactuar.es Texto y fotos: Pablo Fonte y Marta González Reyes

Cuando Emergildo quiso contar a las otras familias de dónde venía el tremendo ruido que había escuchado en el aire no había ninguna palabra en a,ingae, la lengua que hablan los cofanes, para nombrarlo. Porque no se puede nombrar lo que para ellos no existía. Y le puso el nombre de lo que conocía. Así al helicóptero lo llamó “langosta”, que es un animal que vuela por el aire y puede moverse en todas direcciones. Lo mismo ocurrió cuando quiso poner nombre a aquella máquina que estaba destruyendo la selva en la que vivía, y al tractor lo llamó “cienpiés”.

De esta manera relataba Emergildo la llegada de la compañía Texaco (ahora Chevron) en 1964 al norte de la Amazonía ecuatoriana, cuyas operaciones a lo largo de tres décadas provocaron un desastre natural de grandes dimensiones en una superficie de alrededor de dos millones de hectáreas. Desde entonces, fueron muchas las palabras que los cofanes tuvieron que inventar para explicar lo inexplicable de lo que estaba aconteciendo en  sus tierras.

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