Refugiad@s, los crucificados hoy

EN POCAS PALABRAS, ¿EN MANOS DE QUIÉNES ESTAMOS?

viñeta15-M RONDA .- Turismo, beneficios económicos, desfiles militares, procesiones, himnos patrios, autoridades civiles, militares, eclesiásticas... ¿Dónde quedan los pasos perdidos de las personas refugiadas? Esto sí que es un calvario, la verdadera pasión que dura más de una semana. Van descalzo al son de la lluvia y el frío. La saeta es el llanto de niñas y niños, su refugio es una tienda en una explanada y no una iglesia, sus pecados el haber nacido en Siria, las madres a sus hijas e hijos no las ven en una cruz, pero las ven en el mar sin vida, en la tierra con hambre. ¿Quiénes los condenas? El capitalismo financiero, los gobiernos y acólitos que están al servicio del dinero. En nombre del dinero deciden y matan.

El preacuerdo, adoptado este 7 de marzo por el Consejo de Europa con Turquía evidencia la absoluta insensibilidad de la UE y los Estados miembros ante la crisis humanitaria de las refugiadas y refugiados que arriesgan su vida huyendo de la guerra.

fotofotoEl preacuerdo con Turquía da vía libre a las devoluciones sumarias en caliente. La UE ha “comprado” las devoluciones a Turquía por 3.000 millones de euros por los costes de gestión y 3.000 millones adicionales en 2018, sin ningún mecanismo de control del destino del presupuesto; además de la eliminación del requisito de visado para la ciudadanía turca en Europa a partir de junio de 2016 y la agilización de la entrada de Turquía a la UE. Obviando que el Gobierno de Erdogan se aleja paulatinamente y alarmantemente de las prácticas democráticas, violando sistemáticamente los derechos humanos.
Mientras, la brutal guerra en Siria se acerca a su sexto año y el sufrimiento se agrava provocando la mayor crisis humanitaria de los últimos años. Hoy en día, alrededor de 13,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en el interior de Siria. Más de 11 millones y medio de personas sirias han tenido que abandonar su hogar y 5 millones han huido al extranjero. De ellos, 3 millones han ido a Turquía donde se

han juntado con cerca de otros 500.000 personas que escapan de Iraq, Afganistán o Paquistán.
Según la Organización Internacional para las Migraciones, desde 2000 hasta 2015 han muerto en el Mediterráneo más de 26.000 personas, a una media de 1.625 por año. Y 488 muertes en lo que llevamos de este año 2016. Por otro lado, desde principios de 2015 más de un millón de migrantes y personas refugiadas han llegado a las islas griegas a través de la ruta del Mediterráneo oriental, procedentes de Turquía.

fotoLa consecuencia es que Europa ha declarado un estado de excepción para aquellas personas, imponiendo una abierta discriminación que las reduce a un espacio de no-derecho, de limbo jurídico, un régimen propio de un colonialismo interno, que, obviamente, favorece toda clase de abusos, como no cesamos de comprobar a diario. Como lo ha calificado el Profesor Javier de Lucas, la UE está en guerra contra los inmigrantes y ahora, también, contra los refugiados, una guerra que en no pocos aspectos tiene las características de guerra sucia y clandestina”

Ante esta realidad, los textos de la UE se vuelven meramente declarativos. El derecho a la vida, expresión de la inviolable dignidad humana, el principio de solidaridad, el derecho de asilo, la prohibición de expulsiones colectivas y así sucesivamente constituyen una provocación frente a la defensa de los derechos humanos. Ha llegado la hora de exigir responsabilidades no solo políticas sino, sobre todo, penales, de las Autoridades europeas y nacionales.

Recordar, que la mejor política migratoria es aquella que garantiza que ninguna persona se desplace de su comunidad de origen por razones forzadas, sean económicas, políticas, culturales, religiosas, militares o ecológicas. Para ello debemos tomar consciencia que lo primero que habría que realizar es una política que permita desarrollarse en libertad a los pueblos del Sur –en todos los sures del planeta-, quitarles primero el pie del cuello, dejarles de explotar y arrebatarles sus recursos. En segundo lugar, modificar el sistema de relaciones de producción, que acabe con un modelo productivo ecológica y socialmente insostenible.
viñetaviñetaviñeta

Etiquetas: