La revolución feminista sigue adelante

En pocas palabras. Un paseo por el mundo. 15-M RONDA Este 8 de marzo una “gigantesca” de mareas violetas recorrió las calles de las principales ciudades del mudo de 177 países. En España las mujeres sufren más paro, más jornadas parciales, una abultada brecha salarial (aunque su nivel formativo es superior al de los varones), una pensión más inferior a la de los hombres, mayor discriminación en el empleo, y un trabajo de cuidados no remunerado; sufren la falta de paridad en los órganos de poder y una escasa representación en los puestos de responsabilidad y dirección; ven mermados sus derechos sexuales y reproductivos, y son víctimas de una violencia física, sexual y económica, tan cruel como constante.

Así empezaba el manifiesto de este 8 de marzo: “JUNTAS SOMOS MÁS. Fue la unión de muchas mujeres en el mundo, la que consiguió grandes victorias para todas nosotras y nos trajo derechos que poseemos hoy. Nos precede una larga genealogía de mujeres activistas, sufragistas y sindicalistas. Las que trajeron la Segunda República, las que lucharon en la Guerra Civil, las que combatieron al colonialismo y las que fueron parte de las luchas anti-imperialistas. Sin embargo, sabemos que aún no es suficiente: queda mucho por hacer y nosotras seguimos luchando”.

La jornada del 8M de 2018 marca un antes y un después en la trayectoria contemporánea de la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres en buena parte del mundo. La convocatoria a una huelga de mujeres, con un claro mensaje anticapitalista y antipatriarcal, contribuyó a recuperar el sentido histórico y la radicalidad de esta fecha.

En América Latina destacaron las movilizaciones en Argentina, cuyo potente movimiento de mujeres fue precursor de esta convocatoria en 2017, y en Brasil, donde la activación feminista ha sido crucial e incansable en la resistencia al gobierno golpista de Temer y su agenda ultra neoliberal. En México, sumido en una grave y compleja crisis, las voces se alzaron con igual fuerza contra el feminicidio, la precarización laboral, la represión y las privatizaciones. Mientras tanto, en Venezuela las ‘feministas, chavistas, bolivarianas, revolucionarias… hermanadas en el mismo clamor’, como dice su manifiesto, denunciaron ‘la guerra económica, el bloqueo financiero y la embestida política internacional dirigida desde el imperialismo norteamericano… que ataca fundamentalmente a las mujeres…’, pues supone más esfuerzos y trabajo para reproducir la vida cotidiana.

En España, ha sido la primera huelga feminista que ha culminado con manifestaciones masivas y una llamada a que el debate generado estas semanas perdure y los pasos hacia la igualdad se aceleren. Esta jornada de lucha ha hecho visible los muchos tipos de precariedad y discriminación que se ejercen sobre las mujeres. Cientos de miles de mujeres, abuelas, madres, hermanas y amigas han tomado las calles de más de sesenta ciudades bajo lemas que llaman a "cambiarlo todo".

El movimiento de mujeres tiene que ser plural, pero es inevitable su componente radical, porque es constitutivo a las principales demandas del feminismo hoy. Es un movimiento con vocación de mayorías, pero ¿qué mayorías? Las mayorías están en los problemas que comparten: las trabajadoras mal pagadas que no tienen con quién dejar a las niñas o a los niños o que dejan sus empleos o asumen jornadas parciales para ocuparse de las personas enfermas, las viudas que no llegan a final del mes, las que aguantan violencia en casa porque no tienen adónde ir.

El manifiesto de este 8 de marzo terminaba así: Denunciamos los recortes presupuestarios en los sectores que más afectan a las mujeres: el sistema de salud, los servicios sociales y la educación. Denunciamos la corrupción como un factor agravante de la crisis. Denunciamos la justicia patriarcal que no nos considera sujetas de pleno derecho. Denunciamos la grave represión y recortes de derechos que estamos sufriendo. Exigimos plena igualdad de derechos y condiciones de vida, y la total aceptación de nuestra diversidad.

¡NOS QUEREMOS LIBRES, NOS QUEREMOS VIVAS, FEMINISTAS, COMBATIVAS Y REBELDES! Hoy, la huelga feminista no se acaba: ¡SEGUIREMOS HASTA CONSEGUIR EL MUNDO QUE QUEREMOS

 

 

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