Crónica 9: Desigual (ciu) dad

 fotoLa ciudad de Salvador de Bahia es una gran metropoli con cerca de 3 millones de habitantes. En los años 50 las grandes empresas de Brasil se ubicaron en la ciudad devido a las isenciones fiscales, con todas las comodidades proporcionadas por el poder público. Esto supuso que muchisimas gentes del rural del interior del estado de Bahia se desplazaran a Salvador en busca de empleo. Las periferias se llenaron de barracones sin las mínimas condiciones de habitabilidad  saneamiento, luz, agua, etc), ya que no podían asumir el alquiler, bien por la precariedad laboral o porque en su mayoría no conseguian el empleo deseado. En los años 80 el gobierno retiró las isenciones fiscales a la gran patronal y estas se marcharon, dejando miles de personas sin empleo y agravando aun más la situación.

Salvador escenifica la desigualdad de forma clara con edificios enormes con seguridad privada, alambres de espino alrrededor que blindan las piscinas y instalaciones deportivas privadas en su interior y aislan del contacto de la vida de barrio de una población rica y blanca.

Por otro lado una inmensidad de viviendas construidas de forma precaria en forma de barracones en las las diversas ocupacines de terreno, pobladas por gente negra en su mayoría. El 80% de la población del estado de Bahia es negra, ya que por ese lugar entraron las primeras personas traficadas desde África para al continente Americano.

La especulación urbanística de las grandes empresas constructoras empujan de forma criminal a una población precaria asentada en lugares estratégicos o bien para el turismo o para edificar verdaderos rascacielos con las mejores vistas posibles para una minoría muy rica.

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En el 2003 con la llegada al gobierno de la Republica de Brasil de Lula da Silva, con todas las criticas a su gestión en muchos casos coaligado al poder capital e con políticas basadas en el consumo, es de reseñar algunas planteamientos como el programa llamado “Minha Casa, Minha Vida” para la construción de viviendas para persoanas sin recursos, donde el 95% del coste es publico y el 5% restante del beneficiario, flexibilizado para pagar en 10 años. El número de viviendas realizadas a día de hoy en Brasil es de 3 millones. En el Estado de Bahia se construyeron alrrededor de 200000 y la Ciudad de Salvador 12000. No obstante, un sector de los movimientos de lucha por la vivienda tienen cicas a ese programa una vez que supuso el desplazamiento de comunidades del centro para áreas periféricas, dotadas de pocos servicios, profundizó en el modelo de propiedad privada y canalizó recursos públicos para las grandes empresas constructoras.

Los movimientos sociales de Salvador aprovecharon este momento para fortalecer y organizarse y sacar a la luz problemas estructurales para tener una vida digna en la gran metropoli. Un grupo de personas en su mayoría mujeres, fruto de la necesidad, ocupan en Junio de 2003, un barrio en las inmediaciones del Aeropuerto y en poco tiempo se unen unas 700 personas más. Es el inicio del MSTB (Movimento Sem Teto de Salvador). Con sus principios basados en la Autonomía, Horizontalidad, Solidariedad y Acción directa este movimiento crece apesar de la represión policial ejercida tanto por el gobierno conservador de Antonio Carlos Maganhaes (ACM ) en la ciudad, y la presión del gran capital. Las mujeres del movimiento se articulan en el llamado (Guerreiras Sem Teto), que tiene un fuerte protagonismo en la organización.

La lucha del movimiento va más alla del derecho a la vivienda y busca construir en sus espacios un lugar para el debate politico y para la transformación social desde la base. Se organizan en lo que ellos llaman “Comunidades do Bem Viver”, venida de los antepasados, que es la semilla para una sociedad más igualitaria que se contrapone a las relaciones de poder del racismo, machismo y capitalismo.  Es un espacio de valorización del colectivismo, del cooperativismo y de la diversidad, donde es combatida la logica excluyente del individualismo, del modelo de sociedad y de familia organizado en torno a los bienes materiales, del dinero o el capital.

fotoLa “Comunidade do Bem Viver” es la lucha diaria del poder popular del pueblo organizado, por comunidades alternativas y solidarias, con ambientes saludables, que resisten y enfrentan las relaciones de opresión y explotación desenvolvidas en esta sociedad capitalista.

En las paredes de la ciudad se plasman la rebeldía de un pueblo que quiere ser libre y lucha por la sobrevivencia en tiempos muy convulsos despues del golpe de estado perpetrado por Michel Temer y el gran capital a la Presidenta Dilma Rousseff.

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